(Minghui.org) Soy una practicante de Falun Dafa y tengo 62 años. Después de diecinueve años de cultivación, me di cuenta de que mi apego a la dominación ha complicado enormemente la mejora de mi xinxing. Desde entonces, mi mayor prioridad ha sido eliminar este apego.

Fuerte apego a la dominación

Soy la cuarta de siete hermanas y tengo la mente más astuta y el carácter más explosivo de todas.

Cuando, en mi adolescencia, mis padres se enfermaron, me gané su confianza ayudándolos con muchas de las tareas domésticas. Como resultado, me dejaron la libertad de hacer todo el tiempo lo que yo quisiera. Me gustaba dominar a mis hermanas como si yo fuera la que se encargaba de toda la familia.

Después de que me casé, mi temperamento empeoró y le hice la vida imposible a mi marido. Sin embargo, a los treinta años, después de dar a luz a dos niños, mi salud comenzó a deteriorarse y ya no podía hacer las tareas domésticas. Había probado todo tipo de terapias físicas y ejercicios para mejorar mi condición, pero nada funcionó.

Convirtiéndome en una practicante de Dafa

Comencé a practicar Falun Dafa en abril de 1996, a los 43 años. Leí el libro Zhuan Falun dos veces en la primera semana después de haber iniciado la práctica y, al instante, me sentí mucho mejor. Ahora ya me sentía lo suficientemente bien para hacer las tareas domésticas, pero todavía seguía teniendo mal carácter.

En la Lección Cuarta de Zhuan Falun, Shifu nos enseña que “...siendo una persona que refina gong, hay que llegar a no devolver el golpe ni los insultos, hay que exigirse a sí mismo con un estándar alto”.

Seguía esta guía y leía el libro diligentemente siempre que tenía tiempo. Después de un mes de cultivación, mis enfermedades desaparecieron, mi carácter también mejoró y toda mi familia se sintió aliviada.

Shifu también nos enseñó:

“Una persona malvada es dominada por el corazón de la envidia. A raíz de su egoísmo y despecho personal, se queja que no le tratan justamente. Una persona virtuosa siempre mantiene un corazón de compasión. Sin ninguna queja ni odio, toma la dificultad como alegría. Un ser iluminado no tiene ningún apego en el corazón. Él contempla tranquilamente a la gente mundana extraviándose en las ilusiones”. (“Grado de conciencia”, Escrituras esenciales para mayor avance)

Me di cuenta que todavía tenía la mente de una persona malvada y que necesitaba trabajar más para cultivarme y eliminar todos estos apegos. Para convertirme en una persona iluminada, debía mejorar mi carácter dominante. Comencé a compartir mis pensamientos con mi familia y traté de ver las cosas desde su perspectiva antes de tomar decisiones. También me volví más considerada con ellos y sus valores.

Siempre trato de seguir lo que Shifu nos enseña en Zhuan Falun.

Shifu dijo:

“La gente común posee lo que persigue la gente común, nosotros no perseguimos eso; aquello que posee la gente común, a nosotros tampoco nos interesa; pero lo que tenemos nosotros no puede ser obtenido por la gente común, por más que lo quiera”.

Poco a poco, he cambiado. Mi familia está muy feliz de ver mi mejoría física y espiritual, aunque creo que me falta por recorrer un largo camino.

Con el tiempo, al ver como había cambiado, mis suegros comenzaron a practicar Dafa también.

Eliminando mi apego a la dominación

A menudo le leía a mi esposo las conferencias del Fa de Shifu y los artículos de los compañeros practicantes que comparten sus experiencias de cultivación. Poco a poco, entendió los principios de "Verdad-Benevolencia-Tolerancia" y, antes de jubilarse, comenzó a practicar Dafa.

En nuestras sesiones de estudio del Fa en mi casa, mi marido siempre aprovechaba las oportunidades para leer con el grupo, pero no sólo se apresuraba durante la lectura, sino que también repetía o se saltaba palabras y esto me molestaba.

Pero inmediatamente pensé en mi apego a la dominación, contuve mi temperamento y escuché con paciencia, esperando que Dafa le cambiara tarde o temprano.

De vez en cuando, mi marido también practica los ejercicios. A menudo lo reprendía y le ordenaba que practicara, hablándole con una voz áspera. Después de que se jubiló, trabajó duro para hacer las tres cosas y nuevamente le ordenaba, especialmente cuando estaba haciendo materiales de clarificación de la verdad. Esta manera de ser mandona y de exigirle causó inevitablemente malos resultados.

A menudo, lo criticaba sobre cosas triviales, de la vida diaria. Pero él es paciente, tolerante y abierto. Debido a esto, su xinxing mejoró mucho, mientras que el mío se quedó atrás.

Mi carácter dominante se manifestaba también en mi relación con los compañeros practicantes. Cuando trabajamos en proyectos de Dafa, a menudo tomaba mis propias decisiones y no las consultaba con el coordinador del proyecto. Por el contrario, otros practicantes siempre han cooperado conmigo cuando los he necesitado.

Empecé a mirar hacia adentro después de cada proyecto, para eliminar los apegos.

Aunque ahora estoy menos dominante, aún no me he liberado totalmente de este apego. Pero, con la guía de los principios de Dafa, confío en que algún día lo haré.