(Minghui.org) "Uno debe seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Verdad es decir la verdad, hacer cosas verdaderas, y ser fiel a uno mismo. La compasión es ser amable y hacer buenas obras. Tolerancia es ser tolerante. El principio de Verdad-Benevolencia-Tolerancia es una verdad, una creencia, y el estándar para ser un ser humano”. Mi padre dijo estas palabras en un brindis en 2015 durante la cena familiar por el año nuevo chino.

Mi padre era un miembro veterano del partido comunista chino (PCCh). Para el momento en que se jubiló había alcanzado el rango de secretario de una filial del partido en una reconocida empresa de propiedad estatal. Experimentó las muchas purgas violentas que el partido orquestó durante su carrera, así que él se preocupó mucho por mí cuando el partido comenzó a perseguir a Falun Gong.

Después de leer los Nueve Comentarios sobre el partido comunista, dijo: "Los comentarios son ciertos. El partido no se rige por principios sino que persigue a la gente buena. Siempre dice ser 'grande, glorioso y correcto’. Los individuos son débiles frente a tan poderosa y malvada maquinaria”.

Fui encarcelado en campos de trabajo por ir a Beijing a hablar a favor de la inocencia de Falun Gong en la Plaza Tiananmen. Después de que mi padre se enteró de la noticia se cayó y fue enviado a una sala de emergencias. Mi madre le dijo que recitara: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Él pronto se recuperó y comenzó a leer el libro Zhuan Falun.

En una ocasión le dijo a mi madre con lágrimas en los ojos: "me da vergüenza de no ser capaz de proteger a nuestro hijo”. Él conocía demasiado bien la naturaleza perversa del partido comunista, y estaba completamente desilusionado del partido. La preocupación y el estrés por mí le hicieron bajar 18 kg (40 libras) para el momento en que me liberaron.

La policía solía acosarme durante festivales o en ciertos días en que sentía la necesidad de "reforzar el control”. Mi padre me decía que me ocultara mientras hacía que los oficiales se fueran.

El administrador de nuestro edificio una vez recogió los CD que los practicantes de Falun Gong distribuyeron en cada apartamento para crear conciencia sobre la persecución. Mi padre lo vio dándole los CD a un recolector de basura y se dio cuenta de que eran los Nueve Comentarios. Recuperó los discos y los puso en un lugar donde otra gente pudiera tomarlos.