(Minghui.org) Hace dos años vine de China al extranjero. Actualmente trabajo a tiempo completo en ventas en medios de comunicación. Hoy, me gustaría compartir algunas de mis experiencias de cultivación.

1- Mirando hacia adentro para encontrar la raíz de las causas de mis apegos

El trabajo de ventas es mayormente detallista y tedioso. En general trabajo con diferentes practicantes. Además de la incorporación de pautas publicitarias, también necesito crear anuncios con contenidos y redacción, realizar entrevistas de negocios, y editar archivos de audio.

Tratamos de mantener al cliente satisfecho haciendo nuestro trabajo de la mejor manera posible. Sin embargo, constantemente cometí errores en forma descuidada. Cuando los compañeros practicantes los descubrieron, a veces hacían comentarios bastante duros.

En la superficie, miré hacia adentro, y nunca entré conflicto con ellos. Pero realmente no hice nada con mis faltas constantes, hasta que un día una me habló con un corazón pesado y una impotente frustración.

Me dijo: “Realmente debes cultivarte alejando tus descuidos”.

Fue entonces cuando finalmente me di cuenta que tenía el problema desde muy temprana edad. Cuando comencé a trabajar, porque trabajaba sola, mis desatenciones no se notaban. Además, he sido siempre una persona feliz, despreocupada, siempre me llevé bien con todos.

Ahora que estoy trabajando en los medios de comunicación y necesito hacerlo con otras personas, mis descuidos son expuestos constantemente y se vuelven prominentes.

Mi desatención es actualmente un apego de irresponsabilidad. Mis errores están trayendo carga extra sobre otros practicantes. Me di cuenta que la cultivación es seria. Salvar seres consientes es nuestra misión. Mi falta de profesionalismo creará grietas para que las viejas fuerzas tomen ventajas y podría afectar nuestras interacciones con los clientes y evitar la firma de contratos.

Sé que tengo que dejar ir este apego. Estoy agradecida, ya que trabajar en los medios y con otros practicantes me ha ayudado a ver la necesidad de deshacerme de él para elevarme.

2- Cultivando la compasión y perdonando de corazón

En los medios, tenemos grupos de estudio del Fa cada semana, a menudo intercambiamos nuestros entendimientos desde el Fa.

Hubo un tiempo cuando podía ver siempre cómo otros decían y hacían cosas no desde el Fa, o dónde podían ser un poco más diligentes. También descubrí que disfrutaba compartir mis opiniones y a menudo escribía largas disculpas engañosas para aclarar mis puntos y respaldar mis argumentos.

Un día, me escuché usando palabras del Maestro nuevamente para validar mi punto de vista y demostrar cómo estaba en lo correcto y los otros equivocados. De repente, me di cuenta que esa forma de usar el Fa era no validarlo y una mentalidad de ladrón peligroso.

Me detuve y comencé a mirar hacia adentro seriamente. Lentamente, confirmé que en forma inconsciente me había estado validando y pensé que me estaba cultivando bien.

No me extraña, ya que no había tenido mucho éxito en ganar amigos o convencer a otros, y muchas veces los demás, incluso encontraron mis palabras ineficaces e hirientes.

Me dije: "Todos los practicantes son discípulos de Dafa. Cada uno de nosotros se esfuerza para seguir las enseñanzas del Maestro en concordancia con los requerimientos de Dafa. ¿Cómo puedo decir que alguien no está dentro del Fa? ¿Estoy pensando desde el Fa? Dafa es ilimitado. ¿Cuál es el significado de mi escaso entendimiento? ¿Dónde tengo fundamentos para ser crítica hacia los demás? Solo debo mirarme”.

En aquel momento, fui consciente de la magnánima compasión del Maestro -como Él da a todos los niveles de vida diferentes niveles de Fa, diferentes niveles de contenidos, diferentes niveles de entendimientos y diferentes niveles de expectativas.

En el día a día, soy una madre y vivo con mi madre (también practicante). Jugando diferentes roles, en medio de una variedad de conflictos, aprendí a apreciar el regañar habitual de mi madre y a tolerar las travesuras de mi hija.

Antes, había trabajado como gerente en una empresa durante más de una década. Ahora, soy una más de los empleados en mi posición actual de ventas. Shifu arregló para mí aprender habilidades gerenciales y ganar experiencias en la supervisión para poder cooperar y coordinar mejor con los otros practicantes.

En la cultivación, cada paso del camino, lo que encontramos es una oportunidad para enfrentar cada conflicto directamente con el fin de elevarnos. No hay atajos.

3- Redescubriendo los pensamientos rectos en la cultivación

He estado trabajando en mi posición actual por más de un año. Cuando comencé, estaba llena de confianza y de ambición de hacer alguna contribución para los medios. Con mi impulso inicial, y la bendición de la Maestro, estaba contenta con mi desempeño y de lo que fui capaz de lograr.

Poco a poco, cuando mi suerte de principiante se desvaneció, las diversas formas de interferencia se exteriorizaron, con el resultado que no importaba cuántas llamadas telefónicas hiciera, solo tuve la oportunidad de establecer unas pocas entrevistas.

Algunos clientes hacían una cita, pero luego pedían cambio de lugar o de horario. A veces la aplazarían o incluso cancelarían.

Algunos clientes acordaron reunirse, pero dudaron en firmar el contrato; otros aceptaron firmar el contrato, pero finalmente teníamos cambios de último momento.

Durante ese tiempo, siempre sentí que los seres conscientes con relaciones predestinadas conmigo fueron de alguna manera firmemente bloqueados en algún lugar, así que no pude conectar con ellos, y mucho menos salvarlos.

Sabía que tenía que ser porque había lagunas de problemas en mi cultivación, pero no pude averiguar por dónde acechaban los problemas. Estaba muy angustiada.

Siempre trato de resolver los problemas de los clientes mediante la aplicación de diversas habilidades y técnicas de venta. Al final, las perspectivas prometedoras, irremediablemente se deslizaban a través de mis dedos.

Cuando tales escenarios se sucedieron uno tras otro, tuve que parar y decidí que debía dedicar más tiempo al estudio del Fa, estudiar el Fa y estudiar el Fa.

Entonces me encontré con este pasaje:

“Cuando ustedes salvan a la gente del mundo y los quieren despertar y salvar, ustedes mismos también tienen que estar despiertos e iluminados. Cuando hacen muchas cosas, se olvidan de su propia cultivación; eso tampoco va. Ustedes son cultivadores, estas palabras no se refieren a tu pasado, a lo que has hecho o a tu comportamiento, estas palabras se refieren a tu esencia, al significado de tu vida, a la responsabilidad que cargas, a tu misión histórica, solamente así eres un Dafa dizi verdadero”. (“Qué es un Dafa Dizi”)

Me di cuenta de que mi problema era que quedé cautiva en hacer cosas y habían desaparecido gradualmente los pensamientos rectos de un discípulo de Dafa. Si un cultivador hace cosas con el pensamiento de la gente común, una variedad de factores externos interferirá.

Así que usé el tiempo de cada día para memorizar Zhuan Falun y otras conferencias. Ajusté mi modo de pensar y no me permití ser influenciada o perturbada por las actitudes negativas de los clientes.

Mientras podía reunirme con los clientes cara a cara, enviaba fuertes pensamientos rectos. En mi mente, no estaba preocupada porque firmen los contratos o por mi desempeño.

Tenía un solo pensamiento, que cada ser consciente con que habláramos cara a cara hubiera colocado la esperanza infinita en nosotros, deseos de ser salvados, y tomar la decisión correcta en medio de épocas difíciles para apoyar a los medios de comunicación de Dafa. La misión de los discípulos de Dafa es salvar a la gente, y esto es lo único que tenemos que hacer.

Cuando me encontré con los clientes que intentaron desestimarme con respuestas negativas como "no hay tiempo", "no hay dinero", "no queremos hacer publicidad", u otras reacciones negativas, envié pensamientos rectos a su lado consciente, diciendo: "Estoy aquí para ofrecerles la salvación de Dafa. Lo que ustedes dicen no cuenta. Tienen que escucharme".

Siempre que tengo en mente la misión de salvar a la gente, los milagros aparecen por todas partes.

Una vez, una cliente de habla cantonés tomó mi mano y dijo con entusiasmo: "¡He disfrutado de sus programas por muchos años. Nunca pensé que vendría. Estoy tan contenta que finalmente haya venido!".

Mirando su cara feliz y entusiasta, me di cuenta de que el Maestro siempre ha planeado todo por adelantado, y que sólo tenemos que llevar a cabo lo que se supone que debemos hacer.

4- Redescubriendo el estado de ser diligente

Cuando llegué por primera vez al extranjero desde China continental, los compañeros practicantes me dijeron: "En China, hay que dejar ir el pensamiento de la vida y la muerte. Fuera de China, uno tiene que superar el apego a una vida fácil y la falta de sueño”.

Escuché, pero no estuve de acuerdo. En China, siempre fui muy diligente y ya había sido capaz de superar la falta de sueño. En el extranjero, también he compartido con los practicantes mis maneras de dominar la somnolencia.

Sin embargo, más tarde, durante algún tiempo, cuando estuve muy ocupada, me encontré con que contaba con cinco o seis horas para descansar, y a veces no podía despertar en la mañana para enviar pensamientos rectos.

Estaba bastante preocupada, ya que desarrollé inconscientemente un hábito a dormir difícil de romper. Continué con el estudio del Fa, haciendo los ejercicios y trabajando duro. Sin embargo, sentí que estaba simplemente haciéndolo por mera formalidad. El poder del Fa parecía inalcanzable.

A veces, me pasaba un día entero haciendo muchas llamadas telefónicas, pero no lograba hacer ni una cita. Me sentía preocupada por no poder avanzar en mis esfuerzos de ventas o en mi contribución a los medios de comunicación. Empecé a experimentar una profunda sensación de pérdida.

Entonces me pregunté: "El Maestro organizó todo para que trabajara en el proyecto de ventas de los medios de comunicación. ¿Es para el éxito de este proyecto o para mi éxito personal? ¿Cuántas nociones humanas estoy manifestando en mi sentimiento de pérdida? ¿No son estos mis apegos a la gloria, la fama, el reconocimiento, a la importancia personal?".

Reflexioné: "El Maestro está guiando personalmente el proyecto de Shen Yun. ¿Cuántas personas trabajan en silencio detrás de escena en este proyecto, salvando seres conscientes? Estas personas nunca soñarían con conseguir el reconocimiento de la audiencia.

¿Por qué estoy dando tanta importancia a mis sentimientos personales? ¿No ha el Maestro afirmado consistentemente el rol importante que juegan los medios de comunicación en la salvación de los seres conscientes? Siendo parte de éstos, ¿no debería solo preocuparme en cómo hacer bien mi parte?".

Finalmente me iluminé a la necesidad de cultivarme y elevarme a un alto nivel de pureza y compasión, a fin de asistir verdaderamente al Maestro en la rectificación de Dafa y salvar seres conscientes. Necesito llegar a ser una parte genuina de los medios para elevarlos a un nivel de clase mundial.

También me iluminé al hecho que, en China, era capaz de mantener la diligencia y lograr mi objetivo a pesar del mal entorno y las condiciones extremas impuestas por el PCCh, ya que la presión fue creada externamente. La presión era tangible.

Ahora, sin presión externa, tengo que confiar en la motivación intrínseca de un cultivador para trabajar en el ambiente actual suelto, pero ocupado. Sé que el Maestro me está estimulando al exigir más de mí. No importa qué, confío en lo que Él arregla es lo mejor.

Después que ajusté mi propio estado mental, me sentí mucho más relajada. En mayo pasado, fui con mi hija de 11 años, a unirme a la Banda Marchante de la Tierra Divina del Oeste de los Estados Unidos. Ahora, además del trabajo de ventas de seis días a la semana, paso cinco horas todos los domingos en mi capacitación para la banda.

La razón por la que me uní a este último proyecto era muy simple. Aprendí que el Maestro quería que la banda tuviera 200 miembros, y había una gran necesidad de completar ese número.

No tenía conocimiento o experiencia previa, pero sí un gran deseo de ser parte de este que ayudaría a salvar seres conscientes, así que me inscribí y persistí en el aprendizaje y la práctica sin ninguna idea o cuidado de si era lo suficientemente buena.

Cinco meses más tarde, con el apoyo del Maestro, tuve la oportunidad de participar en mi primer desfile.

Agradezco al Maestro por esta oportunidad y la atesoraré. Pondré mi mejor esfuerzo, no sólo para hacer un buen trabajo, sino también en cultivarme bien en este ambiente.

Estas son mis experiencias en la práctica. Por favor, señalen amablemente mis deficiencias.