(Minghui.org) Después de leer las enseñanzas del Maestro, comprendí que es mi responsabilidad salvar seres conscientes. Los practicantes de Falun Dafa pertenecemos a distintos ámbitos de vida y tenemos distintos trabajos, pero todos necesitamos cumplir con este requisito. Incluso aunque soy una granjera ocupada, sigo estrictamente los requisitos para clarificar la verdad a las personas sobre Dafa y la persecución, incluso durante las épocas de mayor demanda en la granja.

Es mi responsabilidad ofrecer salvación a los seres conscientes

Cuando la persecución fue más intensa hace unos años, todos los sitios de producción de materiales de Falun Dafa de nuestra área fueron cerrados por la policía. Nos quedamos sin fuente de provisión de materiales y me volví ansiosa. Mi hijo y yo hablamos sobre el tema, y decidimos empezar con un sitio en casa.

Pedí a algunos practicantes con habilidades técnicas que nos ayudaran. Mi hijo trabajaba durante el día, y pasaba las noches aprendiendo sobre computadoras y cómo producir materiales. Pronto fue capaz de hacer buenos volantes.

Yo me encargué de todo lo demás, incluso de comprar provisiones y distribuir los materiales. Hacíamos miles de volantes cada semana, los suficientes para que los practicantes distribuyan en cuatro poblados cercanos.

Durante siete años produjimos continuamente materiales de aclaración de la verdad, sin importar lo ocupado que estuviéramos. Incluso nuestros equipos parecían saber lo que estábamos haciendo, y nuestro sitio de producción se mantuvo activo durante años con muy pocos problemas.

Mi hijo y yo somos muy cuidadosos con la seguridad. Muy pocos practicantes saben que los materiales se producen en mi casa, y pago todos los costos. A pesar de que no somos ricos, siempre tenemos suficiente dinero para cubrir los gastos.

Solía tener muchas dolencias antes de practicar Falun Dafa, y estuve a punto de morir de un ataque al corazón. Todo nuestro dinero se iba en gastos médicos. Practicar Falun Gong me volvió saludable y nunca más volví a necesitar medicamentos. Con el dinero que nos ahorramos de éstos, pagaba nuestro sitio de producción de materiales. Es maravilloso poder invertir así el dinero.

También voy al mercado a hablar con las personas sobre Falun Dafa. Cuando hablo con alguien, le entrego materiales de información y un DVD de Shen Yun, y siempre me agradecen. Pido que compartan el DVD con otros, y que recuerden que: “¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!”.

La mayoría de las personas de mi poblado renunciaron a las organizaciones del partido comunista chino (PCCh). No me doy por vencida con ninguno, y continúo ayudando a aquellos que todavía no renuncian a sus membresías.

El Maestro me protege del peligro

Durante todos los años que llevo cultivándome, sé que el Maestro me estuvo protegiendo y guiándome para mejorar.

Un día estaba conduciendo mi triciclo eléctrico hacia casa luego de hablar con las personas sobre Falun Dafa en el mercado, cuando de repente un camión de dieciocho ruedas me chocó. Mi triciclo terminó destrozado y yo salí expulsada muy lejos. Volé bastante alto, pero aterricé sana y salva en el suelo. Comprendí que el Maestro me había salvado la vida; podría haber muerto, pero estaba perfectamente bien, solo tenía un pequeño golpe en la espalda.

El camionero estaba pálido, y se quedó petrificado cuando me vio levantarme y caminar hacia él. Rápidamente se bajó del camión y me preguntó cómo estaba; le respondí que estaba bien. Le dije que no se preocupara, y le aseguré que no pediría una compensación. Pero insistió en que debíamos acudir a un inspector de tránsito.

El inspector le dio una boleta y le dijo que era responsable de la destrucción de mi triciclo. Luego quiso que fuéramos al hospital para que me realizaran una revisión. Le dije que estaba bien porque era practicante de Falun Dafa, y que nunca extorsionaría al conductor por dinero. Éste se relajó cuando escucho que era practicante.

¡Realmente agradezco al Maestro por salvarme la vida! Mirando en mi interior, encontré muchos apegos en mi cultivación, como discutir, complacencia, quejas hacia mi marido y exultación. Envié pensamientos rectos para eliminarlos a todos.

Después del accidente, me focalicé en estudiar el Fa y enviar pensamientos rectos de forma concentrada. También aprendí a mirar hacia adentro cuando me encuentro con dificultades mientras salgo a hablar con las personas.

Estoy determinada a hacerlo bien en mi cultivación y en el trabajo de clarificar la verdad. Nunca voy a ser una decepción para la compasiva salvación del Maestro.