(Minghui.org) Al ver su rostro sonriente, nadie, en especial sus amigos, se hubieran imaginado que David Rojas, antes desesperado por el dolor, sería algún día tan feliz, extrovertido y amable.

Encontrando el significado de la vida después de un comienzo difícil

David tenía un trabajo en Madrid y muchos amigos. Pero no tenía motivación para su vida y no se sentía feliz por dentro. Nada tenía importancia para él. Intentaba adormecerse con alcohol, pero sólo ganó una adicción. Frustrado, se mudó con sus padres a Sevilla, pero las cosas tampoco mejoraron. Entonces se mudó solo a una casa en la playa, con la esperanza de que aislarse de la sociedad lo ayudaría.

Buscando el significado interno de la vida, buscaba todo tipo de información en Internet, sobre religiones, yoga y hasta dietas. Nada le servía. Estaba peor, con dolores en su espalda y pies. Por los fuertes dolores, no podía dormir más de cuatro horas. Sus pies ardían si estaba parado más de diez minutos. Incluso en el medio de la noche, tenía que moverse para aliviar el dolor en sus pies y espalda.

Los doctores dijeron que tenía un desplazamiento en el disco lumbar y la ciática; los calmantes aliviaban su dolor pero no lo curaban, y le diagnosticaron que debía vivir con ese dolor por el resto de su vida.

Eso no era lo que David quería, así que empezó a buscar otras soluciones.

Pensó en Taichí y yoga, y algunos amigos le recomendaron probar con qigong. Después de probar sin suerte, cuando no podía ni sentarse en una silla, encontró a Falun Gong.

El dolor desaparece en dos semanas

David se sorprendió al descubrir que todos los materiales de Falun Gong, libros videos, música, son gratuitos. Todo lo que había probado antes era bastante costoso. Aprendió los ejercicios, siguió los videos, y leyó los libros que descargó de Internet.

Aunque sentía dolor insoportable en su espalda, después de hacer el segundo ejercicios, en el que necesita levantar los brazos por arriba de la cabeza, se sentía cómodo. Mientras más tiempo mantenía los brazos levantados en el ejercicio, mejor se sentía después. A veces, no tenía dolores por un día después de hacer los ejercicios. Así, comenzó a hacer los ejercicios por más tiempo. Normalmente, el ejercicios requieren que sostenga los brazos por 30 minutos en diferentes posturas, pero David los extendió a más de dos horas. También extendió el tiempo de meditación sentada; mientras más lo hacía más cómodo estaba. Cuando no podía dormir, escuchaba las lecciones del Maestro Li Hongzhi, el fundador de Falun Gong.

Era ateo en ese momento y no creía en los milagros, pero comenzó a experimentar todo tipo de cambios en sí mismo. Por ejemplo, podía pararse derecho. Sabía que Falun Gong le hacía bien, así que siguió practicando. Dos semanas después, cuando se levantó a la mañana, encontró que no sentía dolor en la espalda. Se había ido por completo. Miró alrededor de su casa vacía, en la que había vivido por dos años, y se preguntó: “¿Qué hago aquí?”. Así, regresó a Sevilla.

Superando el odio y tratando a otros con amabilidad

Después de mudarse, vio que había acumulado odio en su corazón y eso lo había convertido en una persona amarga. Al seguir practicando Falun Gong, descubrió que el odio lo hacía cada día más débil. “De las enseñanzas de Falun Gong, aprendí que hay que priorizar a los demás y tomar a los problemas desde la perspectiva de la otra persona. Cuando encontramos conflictos hay que buscar adentro, buscar nuestras propias fallas. Así comencé a tomar mis problemas”.

“Era una persona autocrática. No importa dónde estaba, solo quería seguir mis deseos y siempre pensaba en mí. Me cerré. Después de empezar a practicar Falun Gong, empecé a pensar en los demás. Comencé a darme cuenta de que, sin querer, albergaba odio hacia mis familiares. Mientras practicaba, el odio comenzó a desintegrarse. Mi corazón estaba en paz y felicidad. Me había convertido en una persona diferente”.

David dio un ejemplo sobre cómo trata los conflictos ahora. Hace poco, tuvo una discusión en el trabajo con un compañero sobre un asunto laboral. Creía que tenía razón y que su compañero estaba equivocado. En su corazón solo repetía que tenía razón.

Pero recordó las palabras del Maestro Li Hongzhi:

“Algunos siempre están enfatizándose a sí mismos, tú tienes razón, tú no tienes errores, ¿Y? ¿Acaso te has elevado en el Fa? Usar un corazón humano para enfatizar lo correcto y lo incorrecto, esto en sí mismo es incorrecto...” (Enseñando el Fa en Manhattan).

Reflexionó: “Debemos considerar a los demás, ayudar a los otros, ser amables con otros. En el trabajo debemos ser responsables y no enojarnos. Esta es una prueba para mí, una prueba para ver si puedo estar en calma por dentro, y es también una oportunidad para mejorar”.

David dijo: “Es realmente difícil controlar las emociones de uno. Pero practicar Falun Gong ayuda mucho. Me hace entender cómo seguir el curso de la naturaleza, cómo tolerar, y me hace ser menos egoísta. Cuando puedo lograr esto, siento mi cuerpo liviano, mi mente es clara, puedo rechazar pensamientos negativos, y en consecuencia puedo enfrentar el conflicto pacíficamente y soltar mi emoción”.

“Después, pude ver claramente que el conflicto no era tan serio como pensé que era. Mi compañero estaba intentando hacer su trabajo y así debía respetarlo”.

David ha practicado Falun Gong por dos años y medio. Está convencido de que esa persona llena de odio que fue una vez está ahora en paz y feliz.

“Este es un cambio fundamental. Cultivar Falun Gong es cambiar uno mismo a nivel fundamental, desde lo más profundo del ser, como enseña el Maestro Li Hongzhi, un camino para regresar al ser original. Falun Gong ha renovado mi vida y me ha hecho una mejor persona”.

Hablando con la gente: “¡Falun Dafa es bueno!”

Aunque David se había beneficiado con Falun Gong, aún estaba confuso cuando escuchó por primera vez sobre la persecución actual que tiene lugar en China.

“Quería saber la verdad. El gobierno chino dijo cosas malas sobre Falun Gong. Aunque me beneficié al practicar Falun Gong, no estaba seguro si sabía toda la verdad”.

Comenzó a buscar más información y leer todo tipo de noticias. Gradualmente, llegó a la conclusión de que los ataques del partido comunista hacia Falun Gong eran puras mentiras. “Todos los practicantes que conozco son completamente diferente de cómo el partido los describe. Algunos me contaron cómo fueron torturados en China por su creencia. La brutalidad de la persecución claramente no debería existir”, dijo David.

“También leí noticias de periódicos, como el Washington Post, que revelaban la verdad. Lo más importante es que las enseñanzas del Maestro Li Hongzhi son rectas y tienen sentido. Ya no estaba confundido por las mentiras del partido. Sé que Falun Gong es bueno”.

Por su experiencia, David sabe cuán engañosa puede ser la propaganda del partido para quienes no practican Falun Gong, hasta él, que se había beneficiado personalmente con Falun Gong, estuvo una vez confundido. Espera que más personas conozcan lo que Falun Gong es realmente. David quiere contarle a todos, en especial a los chinos, que “¡Falun Dafa es bueno!”.