[Minghui Net] Mi esposo perdió su vida al ser perseguido por su creencia en Falun Gong. Yo fui condenada a un año y medio en un campo de trabajos forzados por el mismo motivo. Mi hija, que estaba estudiando en una universidad en ese tiempo, no pudo soportar la intensa presión y abandonó su cultivación y se puso en contra de Dafa.

La sombra de la persecución me siguió después, y no pude deshacerme de esta. Me sentí coartada por el apego al miedo y no pude sostener los pensamientos rectos. Quería ser diligente y seguir la rectificación del Fa del Maestro, pero también estaba afectada por la persecución y el miedo. Este tipo de sentimientos y pensamientos estaban constantemente entrecruzados en mi mente.

Cada día me esforzaba arduamente en mirarme internamente e intentar descubrir mis apegos fundamentales y eliminarlos. Cada vez que encontraba algo que no estaba de acuerdo con el Fa lo eliminaba inmediatamente. Pero sentía que las viejas fuerzas me estaban monitoreando todo el tiempo, y eso no me permitía salvar a la gente.

Cuando pensaba acerca de salvar a la gente, inmediatamente venían las interferencias. Pensé que debía ser una brecha de la cual las viejas fuerzas se estaban aprovechando. Me miré internamente, pero no me di cuenta de que me miraba internamente solo porque no quería ser interferida y perseguida. En otras palabras, me estaba cultivando dentro de la persecución establecida por las viejas fuerzas. No la había rechazado y no me estaba rectificando  según el estándar del Fa. Estaba, de hecho, reconociendo a las viejas fuerzas.

Sabía que debía negar los arreglos de las viejas fuerzas, pero simplemente lo decía en la superficie y no lo hice en mi corazón. Me dejé estar en mi cultivación por un tiempo. Aunque estaba ocupada todos los días, lo que hacía no era lo suficientemente efectivo para salvar a las personas y aclarar la verdad. Me preocupé bastante, ya que sabía que no era así como debían ser los practicantes.

Me di cuenta de que no me había sumado al grupo de estudio del Fa local por un largo tiempo. ¿No reflejaba esto que yo no estaba caminando el camino que el Maestro había arreglado para mi? Cuando me di cuenta de esto me sumé al grupo de estudio nuevamente y leí las conferencias del Maestro de forma sistemática.

El Maestro ha dicho:

 “Si después de encontrarte con circunstancias difíciles, tus pensamientos pueden ser realmente rectos, entonces, cuando te enfrentes con la malvada persecución y cuando te enfrentes con interferencias, una sola frase tuya reforzada con pensamientos firmes y rectos podrá instantáneamente hacer que el mal se desintegre, (aplausos) y hará que quienes estén siendo usados por la maldad se den media vuelta y huyan, hará que la persecución perversa hacia ti se disuelva, y hará que la interferencia maligna hacia ti desaparezca sin dejar huellas. Un pensamiento nacido de la fe recta es todo lo que se necesita. Y el que pueda sostener firmemente esos pensamientos rectos y perdurar hasta el final, se volverá un magnífico dios forjado por Dafa”. (“Exponiendo el Fa en el Fahui Internacional del Oeste de los Estados Unidos”).

¡Deseaba poder tener pensamientos rectos, y quería convertirme en un gran ser divino creado por el Fa! Le dije al Maestro en mi corazón: “¿Por qué no tengo pensamientos rectos? Quiero tener pensamientos rectos. Por favor ayúdame”. El Maestro me ayudó con compasión a recordar algo que me había ocurrido largo tiempo atrás.

Fue cuando estaba distribuyendo materiales de aclaración de la verdad en todas las calles de una zona residencial diez años atrás. Cuando había terminado y estaba por irme, dos hombres de mediana edad comenzaron a caminar en dirección a mí. Estaba bastante tranquila y pensé: “Talvez no se dirijan a mí, ignóralos”. Sin embargo, ellos siguieron caminando en mi dirección.

En ese momento emití un pensamiento: “Aléjense de mí. No pueden perseguirme”. Ambos se dieron la vuelta y se fueron. Uno se fue a una habitación, el otro al balcón de un segundo piso; se quedó allí parado y no se movió. Me subí a mi bicicleta y me fui. Cuando me di vuelta aún podía ver a ese hombre sentado en el balcón. Me pregunté: “¿Por qué sigue parado allí en un día tan caluroso?”.

Más tarde recordé que antes de ir a cada calle para distribuir materiales, le pedí a los seres conscientes en otras dimensiones que cuidasen los materiales y no permitiesen que el mal los destruyera. En ese momento caí en la cuenta de que tenía habilidades.

Me di cuenta de que en momentos críticos un pensamiento que sale de una fe recta puede desintegrar todos los elementos malvados en otras dimensiones. De hecho, creo que todos tenemos las habilidades que tienen los seres divinos, pero debido a que creemos que somos seres humanos, nuestras nociones humanas restringen nuestras habilidades. Es por eso que no podía quitarme los elementos de las viejas fuerzas; estaba considerando al miedo como parte de mi y no podía validar al Fa abierta y dignamente.

Posteriormente fui muy cautelosa al negar los arreglos de las viejas fuerzas con cada uno de mis pensamientos. Cuando descubría algún pensamiento que encajaba con los arreglos de las viejas fuerzas, les hablaba: “No les pertenezco a ustedes, viejas fuerzas. Debo negarlas. Soy discípula del Maestro Li Hongzhi, es mi Maestro quien me cuida. Ustedes no se merecen cuidarme”. Recitaba estas frases todos los días.

Mis pensamientos se sentían muy débiles al comienzo cuando decía estas palabras. No llegaban a mi corazón. Parecía como si hubiese una barrera densa entre mis pensamientos y mi corazón. El Maestro ha hablado acerca del principio de “materia y espíritu son lo mismo” (Zhuan Falun). Comprendí que la barrera eran mis nociones humanas y conceptos que encajaban con los arreglos de las viejas fuerzas. Me pregunté cuán fuertes y densas estas cosas podrían ser. Recité y negué a las viejas fuerzas, y esta sustancia gradualmente se desintegró. Sentí como se volvían más débiles y cómo mis pensamientos rectos se fortalecían.

En ese tiempo fui obligada a dejar mi casa debido a la persecución. El Fa del Maestro me ayudó a sobrepasar esta situación. Me quedé con familiares, y luego decidí regresar a casa. En mis sueños, las viejas fuerzas me gritaban: “No te dejaremos regresar a casa por el resto de tu vida”. Pero las negué completamente, gracias al Maestro, quien me cuida compasivamente.

Sentí que había dado un salto hacia delante en mi cultivación. El motivo por el cual había sido perseguida era porque había aceptado a las viejas fuerzas. Solía quejarme de mi propio infortunio y hasta odiaba a la policía, pero si mis pensamientos hubiesen sido siempre rectos, ¿quién hubiese sido capaz de perseguirme?

Ahora, cuando escucho de otros practicantes que son perseguidos, mi primer pensamiento es el de rechazar la persecución de las viejas fuerzas. Ya no me quejo de aquellos que tienen apegos que les causan ser perseguidos, o que fueron perseguidos porque no se comportaron según el Fa. Cuando niego plenamente los arreglos de las viejas fuerzas y elimino mis nociones humanas y conceptos, desde lo profundo de mi corazón, puedo sentir el poder del Fa que se vuelve más y más fuerte.

Este es mi entendimiento personal. Por favor señalen cualquier cosa incorrecta.