[Minghui.org] Muchos practicantes de Falun Gong en China han sido llevados a la justicia. Las autoridades judiciales de todo el país dirigen también a la policía para que detenga y agredan a los testigos que presenten pruebas que exponen los crímenes cometidos por los funcionarios del partido. A continuación está el relato de un practicante de la provincia de Hebei que fue detenido y maltratado luego de presentar pruebas durante un juicio.

Cuando un practicante fue juzgado por el tribunal del distrito de Haigang en la ciudad de Qinhuangdao, el 18 de abril de 2014, yo fui uno de los testigos. Presenté un reproductor de MP3 a un joven fiscal. El reproductor contenía una grabación de Li Changchun diciendo que Zhou Yongkang fue uno de los principales involucrados detrás de la sustracción de órganos a practicantes vivos de Falun Gong. También presenté una grabación de Bo Xilai, de hace ocho años, cuando reconoció en la embajada de Alemania, el delito de sustracción de órganos, mientras estaba de visita oficial en el extranjero.

El procurador me permitió reproducir las grabaciones a las 10 de la mañana cuando comenzó el juicio. Después de unos pocos minutos, sin embargo, el fiscal de mayor edad  invalidó mi evidencia. Él y una funcionaria del plantel me obligaron a entregar mi identificación para que pudieran hacerle una copia. Luego dieron la orden de despejar la sala del tribunal y pidieron a los que no eran miembros de la familia que se fueran.

Mientras salía del palacio de justicia tres policías vestidos de negro se me acercaron por detrás, me doblaron los brazos detrás de la espalda, me esposaron, y sin darme ninguna oportunidad de explicar me empujaron adentro de un coche (número de placa JI C-7789). Un agente de civil, vestido con un traje, le dijo al conductor que me llevara a la estación de policía de Donghuanlu.

En la estación, los guardias Wei y Mi, confiscaron materiales informativos sobre Falun Gong, dinero y otros artículos, que llevaba conmigo. Luego me golpearon. Me cortaron con un pedazo de vidrio y recogieron mi sangre. Me trataron de engañar una y otra vez para obtener una confesión. También trataron de obligarme a firmar un documento afirmando que nunca había sido enviado a un campo de trabajos forzados, el cual rotundamente me negué a firmar.

El guardia no me permitió informarle a mi familia en el extranjero de mi situación. Me llevaron al Centro de Detención Nº 2, en el que me retuvieron durante 15 días, allí me maltrataron violentamente y casi pierdo la vida.

Persecución previa

En 2008 me habían inyectado drogas desconocidas durante 73 días seguidos. A veces me daban diez veces por encima de la dosis normal. Estuve a centímetros de la muerte en varias ocasiones.

  

Recreación de la tortura: Inyección de drogas no identificadas.

 

Las organizaciones locales del partido movilizaron a un gran número de agentes de la policía para saquear mi casa en noviembre de 2012, antes del 18.º congreso nacional del partido. Me enviaron a un campo de trabajos forzados por un año porque había publicado información sobre la extracción de órganos a practicantes vivos de Falun Gong por parte del partido comunista chino.

Cuando me enviaron a un campo de trabajos forzados en la ciudad de Tangshan, dije que la libertad de creencia estaba protegida por la constitución de China. Su, de la oficina 610 de Funing dijo: “¡Deja de soñar despierto!”.

Una vez fui violentamente golpeado durante cuatro días seguidos en un campo, y quebraron mi pierna derecha. Por haber sido detenido, mi perfectamente próspera empresa familiar terminó arruinada, y sufrimos una pérdida tremenda.

Versión en inglés disponible: http://en.minghui.org/html/articles/2014/6/27/1806.html