[Minghui.org] El mercado en el que se encuentra ubicada mi tienda se dice que es uno de los mejores lugares para establecer negocios de nuestro condado. Todo el mundo dice que es gracias a mí.

 

Domando a un tigre

La tienda a la izquierda de la mía es propiedad de Wang Erming, apodado Wang. A mi negocio le ha ido bien desde que abrió por primera vez, mientras que al de Wang le ha ido mediocremente, a pesar de que él abrió su tienda hace bastante tiempo.

Por lo general, cuando un cliente y yo acordábamos el precio de una caja de alas de pollo en unos 30 yuanes, Wang gritaría, “El mío está sólo 29 yuanes por caja. ¿Lo quieres?”. El cliente me mira y yo le digo: “El suyo es más barato. ¿Por qué no compras el de él?”. Sin embargo, el cliente todavía quería comprarme a mí las alas de pollo.

Wang le presta mucha atención a mi negocio ya que ambos vendemos alimentos congelados. Cuando vio que mis camarones congelados se estaban vendiendo bien, él se acercó y me pidió unos camarones, alegando que ya había vendido todos sus camarones. En realidad, el no había podido vender sus camarones y me había devuelto todos los camarones a mí, cuando el mercado cerró por la tarde. Pero cuando vio que los míos se estaban vendiendo bien me vino a pedir prestado. Siempre le pido a mi marido que vaya a la nevera del almacén para que traiga un poco más cada vez que me pide cosas prestadas. Pero cuando yo realmente me quedaba sin cosas y le trataba de pedir prestado a él, él decía que ya habían sido vendidas, y que estaba esperando que un cliente recogiera la comida.

El edificio del mercado está desgastado y a menudo tiene goteras. Al ver que yo tenía una escalera en mi tienda, Wang me la pedía prestada cada vez que tenía una gotera en su tienda, pero nunca me la devolvía. Él me dijo que no se la prestase a nadie más e hizo como que esta le pertenecía.

Cerca de seis meses después de que me mudé al mercado me hice amiga de los otros comerciantes. Un día estábamos charlando y un hombre dijo: “Realmente no esperaba que a tu negocio le fuera tan bien. En el pasado incluso el mejor comerciante no fue capaz de durar más de tres meses. Wang es amigable cuando te quiere pedir algo. Pero si te niegas, comienza a decirte cosas desagradables. Si le contestas, él irá a tu tienda, te gritará, y hará una escena. ¿Por qué nunca peleas con él?”. El comerciante que estaba a mi derecha dijo: “¿Sabes cómo es ella? Ella puede vivir con un tigre”. Todo el mundo se echó a reír.

Wang llegó a mi tienda un día hacia finales de año y dijo: “Unos amigos y yo tomamos un trago hoy. Hablamos acerca de la creencia de cada uno. Algunos decían que creían en Jesús, otros creían en otras deidades, y algunos dijeron que no creen en nada. Cuando llegó mi turno dije que yo creo en Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Vamos a ser mejores vecinos de ahora en adelante. Voy a pelear con cualquiera que se atreva a crearte problemas a ti”.

Mostrando el verdadero comportamiento de un practicante de Falun Dafa

La tienda de pollos es propiedad de Li Xiaotuo. Él y su esposa matan los pollos y les sacan sus plumas en la tienda. La tienda es un lío, con plumas, sangre y excrementos de pollo por todos lados. Cuando están ocupados encierran a su niño en la jaula de los pollos y sólo lo dejan salir cuando llora muy fuerte. El niño está sucio, con excrementos de gallina en toda su ropa. Todos los comerciantes lo echaban cada vez que gateaba hasta sus tiendas. Cuando llegó a mi tienda le lavé su rostro y limpié su cuerpo. Su cuerpo estaba lleno de ronchas por las picaduras de insectos. Compré un poco de ungüento, se lo apliqué, y lo llevé de vuelta a sus padres.

Le dije a Li que no debería descuidar a su hijo sólo porque están centrados en hacer dinero. Li sonrió y dijo: “Un niño criado de esta manera tendrá un mejor sistema inmunológico. Además, estamos muy ocupados”. Le dije: “¿No te da lástima que al niño lo hayan picado tanto?”.

El niño continuó viniendo a mi tienda. Yo lo seguí lavando y aplicándole el ungüento. Él ahora es un niño de unos pocos años de edad y a menudo se queda en mi tienda. Los vecinos bromean conque Li ha encontrado una niñera gratis.

Una vez el camión que le entrega los pollos a la tienda de Li, más otro carro que estaba junto a él, bloqueaban la entrada al mercado. La gente caminaba alrededor de ellos para pasar, pero nadie se molestaba en hacer nada. Me acerqué y moví el carro. El conductor lo vio y me preguntó: “¿Por qué eres diferente a los demás? Nadie más movió el carro”. Le dije: “Es una cosa trivial”.

Al ver la imagen de Mao Zedong colgando en su coche, le dije: “no deberías colgar eso en tu coche. No es bueno para ti. ¿Por qué no lo tiras a la basura?”. Él dijo: “Está bien, pero tienes que darme un talismán que diga ‘Falun Dafa es bueno’”. Le dije, “Claro. Te voy a dar uno la próxima vez que vengas”.

Una practicante se convirtió en la diosa de la fortuna de los comerciantes

Un recolector de basura que venía al mercado a menudo estaba robando cajas o latas viejas y poniéndolas en su carro cuando le gente no lo observaba. Todo el mundo controlaba su tienda cada vez que él aparecía. Él una vez tomó dos cajas de cartón de mi tienda cuando yo estaba ocupada. Pero luego no pudo empujar su carro cuesta arriba frente a la tienda de pescado de Liu Bin debido a que el suelo estaba resbaladizo. Me acerqué y lo ayudé. Liu dijo en voz alta: “Yo oí que en el pasado había una persona que ayudaba a contar el dinero a las personas que lo delataron. Hoy vi a una persona ayudando al tipo que le robó sus cajas”. El recolector de basura estaba avergonzado. Le dije a Liu: “No lo pongas en esos términos. Se trata simplemente de dos cajas de cartón”.

Sin saber por qué, al recolector de basura le gustaba quedarse alrededor de mi tienda y robarme cosas. Una vez, cuando él estaba a punto de intentar tomar algunas cajas de cartón de nuevo, Li Xiaotuo gritó: “Suéltalo”. El hombre dijo: “Yo no estoy tomando tus cosas. No es asunto tuyo”. Li dijo: “Puedes robar mis cosas, pero no las de ella. Ella es nuestra diosa de la fortuna”.

Reconociendo la bondad en los practicantes

Mi marido no es un practicante pero es un gran apoyo para mí. Una vez un cliente después de comprar una gran cantidad de cosas nos pidió que por cinco yuanes entregáramos los productos en su casa. Mi marido estuvo de acuerdo en entregar la comida, pero insistió en no aceptar el dinero, ya que no estaba tan lejos.

Unos días más tarde, el muchacho vino a mi tienda, compró un par de cosas, y me dijo: “¿Sabes por qué no le pregunté el precio? Porque viendo que su marido es tan amable, sé que usted también es digna de confianza. ¿Has visto a ese hombre? Lo conozco desde hace mucho tiempo. Pero siempre le pregunto el precio antes cuando le compro cosas. A partir de ahora, sólo voy a comprarte cosas a ti”. Le dije: “No tienes que hacer eso. También necesitas comprarle cosas a él. No es fácil mantener una amistad”. Él dijo: “Ustedes son demasiado buenos”. Mi marido le preguntó, “¿Perteneces al partido? ¿Puedo ayudarte a renunciar el partido comunista chino (PCCh) y sus organizaciones asociadas?”. Él dijo: “Con razón son tan agradables. Ustedes son practicantes de Falun Dafa”.

Defendiendo a un practicante

Una vez un cliente me pidió cambio. Le di diez billetes con información sobre Dafa escritos en ellos. Él gritó: “¿Por qué cada billete tiene palabras escritas en él? Ustedes son practicantes de Falun Dafa. Voy a llamar a la policía”.

Todo el mercado hizo silencio. Liu Bing vino corriendo, ya que era el que estaba más cerca de mí con un cepillo para pescado en su mano. Él dijo: “¿Por qué estás gritando? ¡Las palabras en los billetes son todas verdaderas. No te atrevas a denunciarla! ¿Qué bien te traerá a ti si la denuncias?”.

También se acercó Li Xiaotuo, sosteniendo un pollo con una mano y un cuchillo con la otra, y dijo: “¿Quién está amenazando a mi hermana?”. Ermin le gritó el chico. “Eres tú. Voy a darte una paliza si llamas a la policía, podrido miembro del partido”.

Le dije: “Está bien. Todos retrocedan”. “Señor, usted no entiende Falun Dafa. Deberías pensar por qué es que a todo el mundo le gusta, pero no a ti. Él dijo: “¿Por qué te quiere tanto todo el mundo?  Son todos parientes tuyos?”. Yo le dije “Sí, así es. También tú lo eres. Pero tú no lo sabes. Por qué no te vas primero a casa, y te lo cuento más tarde”.

Hay unas cuantas docenas de tiendas en el mercado y todos nos llevamos muy bien. Los otros comerciantes consideran que su negocio se ha recuperado desde que hay un practicante entre ellos, y ellos me tratan con respeto.

Versión en inglés disponible: