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Suelo recitar los artículos de Escrituras esenciales para mayor avance, y seguir estrictamente las enseñanzas de Dafa. Con el tiempo, gradualmente he eliminado mis malos hábitos y he cambiado de ser una persona de mente cerrada a una persona compasiva y de mente abierta. La gente que me conoce puede ver la compasión de los discípulos de Dafa. Aunque el partido comunista chino utiliza abrumadoramente sus medios de comunicación para difamar a Dafa, simepre que nos cultivemos de acuerdo con los principios del Fa, la gente a nuestro alrededor podrá distinguir lo bueno y lo malo.

Uno de mis colegas me dijo: “Evité que mi familia viera un programa del PCCh donde se difama a practicantes de Falun Gong en la televisión. Les dije que está lleno de mentiras porque la practicante de Falun Gong Yang (mi nombre) es una buena persona, así que sé que Falun Gong es bueno”.

También les dijo: “Antes que comenzara a practicar Falun Gong, Yang tenía varios problemas de salud y tenía que tomar un puñado de píldoras a diario. No recibía aumentos en su salario porque pasaba muchos días enferma. Pero luego que comenzó a practicar Falun Gong, su salud, así como su personalidad mejoraron. Le pedí prestada una copia de Zhuan Falun. La conozco muy bien. Dejen de ver esos programas difamadores. El PCCh miente y es vicioso”.

Luego, las dos tías de mi colega, sus primos, cuñada y sobrinas y otros fmailiares todos comenzaron a cultivarse en Dafa. Su esposo e hijo también aprendieron la verdad sobre Dafa.

Mi hermana temía que yo fuera perseguida, así que solía llamarme frecuentmente para pedirme que dejara de cultivar Dafa. También usaba malas palabras cuando me negaba a escucharla.

Fui a casa de mi hermana varias veces para clarificarle los hechos. Al ver que yo estaba muy saludable y calmada, y luego de escuchar mi clarificación de los hechos, la familia de mi hermana dejó de intentar detener mi cultivación.

Ellos vinieron a quedarse conmigo por un par de días en mi nueva casa. Cuando escucharon que compré la casa con dinero que ahorré que habría podido ser usado en gastos médicos, dijeron: “¡Tu Shifu realmente es bueno! Falun Gong es bueno! El PCCh es realmente vil”.

Un día cuando regresábamos del mercado, una de las bolsas de plástico que llevábamos se rompió y el pescado que habíamos comprado se cayó. Mi hermana siguió caminando sosteniendo la bolsa maloliente por más de diez minutos hasta encontrar un basurero donde botarla. Me dijo: “Al caminar contigo, no me atrevo a hacer cosas malas. Sin ti a mi lado, habría botado la bolsa en el piso hace mucho tiempo”.

Ese día mi hermana y mi cuñado tenían que tomar el tren de regreso a casa. Esperamos por el bus que iba a la estación de trenes por mucho tiempo, pero pasaban muchos buses y ninguno se detenía. Comenzamos a preocuparnos de que perderían el tren. Al ver que estábamos tan preocupados, una persona se ofreció a llevarnos a la estación por 70 yuanes en vez del cargo usual de 20 yuanes.

Bajo circunstancias normales, mi hermana se habría molestado, pero esta vez estaba muy calmada. En menos de cinco minutos, finalmente llegó un bus. El conductor era muy amistoso y hasta manejó una distancia adicional para llevarnos directamente a la entrada más cerca de la terminal de trenes donde se podía abordar el tren. Mi hermana y mi cuñado ambos dijeron: “Lo que acaba de suceder es realmente increíble”. Mi hermana me dijo que no estaba preocupada porque sabía que yo le brindaría buena suerte.

Me llamaron luego de regresar a casa y me dijeron que su familia había comenzado a estudiar Zhuan Falun.

Mejorando juntos

Aprendí a través de años de cultivación que necesitaba estudiar más y mejor el Fa para poder transitar más sólidamente el camino de la cultivación.

A través del estudio del Fa grupal y compartir experiencias, nuestros practicantes locales mejoraban muy rápido. Participábamos activamente en proyectos de clarificación de los hechos, distribuyendo materiales y ayudando a la gente a renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas. Un practicante mayor de edad estableció un centro de producción de materiales en su casa, y ya se está formando otro.

Nos ayudamos corrigiendo nuestros movimientos al practicar los ejercicios, y también nos señalamos los apegos tan pronto los encontramos. Entiendo completamente por qué Shifu nos pide estudiar el Fa juntos, porque al hacerlo podemos mejorar rápidamente.

Nuestro grupo se volvió muy grande, así que nos separamos en dos grupos más pequeños, pero me invitaron a unirme a ambos grupos. Erróneamente asumí que nuestros practicantes locales me veían como un “modelo a seguir”, así que decidí en mi mente asistir a las actividades de un solo grupo.

Pero luego de no asistir a un estudio del Fa grupal como era debido, me arrepentí porque no notifiqué a los practicantes con antelación que no iba a asistir. Probablemente los dejé esperando y les hice perder el tiempo.

Cuando me uní al grupo la siguiente vez, los practicantes estaban felices de verme, y yo me disculpé sinceramente con ellos.

Ese día hablé con una practicante luego del estudio del Fa grupal y me dijo: “No te tratamos como alguien especial. Pensamos que ya que conoces a más practicantes, podías compartir con nosotros las experiencias de otros practicantes y ayudarnos a aprender más sobre lo que está sucediendo en otras áreas. Nos ayudaría a cultivarnos más diligentemente”.

Identifiqué mi problema principal: parecía que estuviera evitando ser vista como un modelo a seguir. En realidad tenía miedo que las viejas fuerzas encontraran brechas en mí para perseguirme.

Envié pensamientos rectos para desintegrar los pensamientos egoístas que tenía. Sabía que tenía que esforzarme para ayudar a otros practicantes a cultivarnos diligentemente y mejorar como un cuerpo.

Poco después que hice esa promesa, tres practicantes nuevos me invitaron a unirme a su grupo de estudio del Fa. Acepté su invitación sin pensarlo dos veces.

Una practicante trajo a su travieso hijo con ella al estudio del Fa. Él se paseaba por todo el cuarto haciendo sonidos y molestando a todos. La practicante no sabía cómo disciplinar a su hijo. Luego nos siguió al cuarto donde ibamos a comenzar a estudiar el Fa. Comenzó a portarse mal pero nadie le prestó atención. Nos concentramos en el Fa y nos turnamos leyendo un párrafo tras otro. Finalmente se tranquilizó y comenzó a escucharnos leer el Fa.

Luego, al ver Zhuan Falun, comenzó a leerlo palabra por palabra. Sonaba muy puro y fluido. Sorprendida su madre preguntó: “¿Quién te enseñó tantas palabras?”. Él contestó que apenas agarró el libro Zhuan Falun, ya sabía cómo leerlo. ¡Realmente fue un milagro! Luego de estudiar el Fa, compartió que le había dado mucha virtud a su tía ya que la culpaba por no comprarle caramelos una vez. Ahora que aprendió Dafa, se dio cuenta que estaba equivocado y prometió que nunca usaría malas palabras de nuevo y que seguiría las enseñanzas de Shifu: “No devolvieron el golpe ni insulto a su agresor. ” (Exponiendo el Fa en Sidney)

Su madre se emocionó al ver los cambios en su hijo. Quería que su hija asistiera también a escuchar el Fa. Ahora sus dos hijos estudian el Fa sinceramente y ya no se pelean.

Descubriendo apegos escondidos

Le clarifiqué los hechos a un joven adolescente que estaba vestido con ropas sucias y cargaba una gran bolsa de latas de soda. Al ver su expresión de aburrimiento comencé a dudar sobre lo que estaba haciendo.

Desde la niñez, aprendí a ocultarme para protejer mi búsqueda de fama, ganancias personales y el satisfacer mis deseos. Al escribir este artículo, de repente vi la palabra “hipocresía” que está oculta profundamente. Ésta se mantiene sin moverse, y allí tirada en el piso como una vaca negra y gorda. Pero cuando me ve, trata de escapar nerviosamente.

Envié pensamientos rectos para desintegrarla y la energía que envié la tumbó. Se volvió tan pequeña como un becerro, la mitad de su tamaño original. Asustada, se paró de nuevo y desapareció inmediatamente.

Una compañera practicante un día estaba molesta conmigo. Le escuché con tranquilidad y me disculpé sinceramente. Me di cuenta que había hecho algo malo si ella estaba tan molesta conmigo.

En ese momento, un joven vino y se sentó a mi lado en el bus. Comenzamos a hablar. Le di un disco con software para romper con el bloqueo de Internet. Se emocionó y me agradeció, me dio su número de teléfono y me pidió sinceramente que me mantuviera en contacto con él.

Luego me preguntó cuál era mi trabajo. Le pedí que adivinara. Me dijo: “Tu compostura me dice que debes ser algun tipo de líder”. Me di cuenta en ese momento que Shifu debe haber usado sus palabras para recordarme del rol que debo asumir.

Recordando el pasado, me di cuenta que tan pronto entré a la casa de un practicante, les pedí que apagaran la televisión que estaba mostrando una novela de la gente común. Luego la critiqué. Aunque mi tono era suave, en realidad estaba actuando como un “líder”.

Luego, me disculpé sinceramente con la practicante y le dije: “Lo lamento. Fue mi apego que te hirió”. Silenciosamente dije: “Shifu, ¡Gracias por su ayuda!”.

¡Agradezco a Shifu por su compasiva salvación y por protegerme constantemente!