(Minghui.org) Una pareja de compañeros practicantes siempre traían a su adorable hija a la reuniones de estudio del Fa.

La pequeña dibujaba tranquilamente al enviar pensamientos rectos, y miraba atentamente a sus padres de a ratos, si la palma erguida de su padre se caía, ponía su lápiz a un lado y lo corregía. Cuando su madre se encorvaba, la ayudaba a enderezarse.

La madre sentía que podía relacionar esto definitivamente con lo que dijo Shifu en “Enseñanza del Fa en el Fahui de San Francisco 2014”:

“Hay momentos en que el estado de los niños en la Montaña no es bueno, yo sé que los padres en casa no se cultivan bien”.

Junto a su esposo, se turnan para quedarse en la casa con la niña cuando uno de ellos sale a aclarar la verdad en lugares turísticos. Hace un tiempo, cuando era el turno de la madre de quedarse en casa, la hija tenía berrinches, lloraba y no se portaba bien.

Al principio, la madre atribuía este comportamiento al temperamento de su hija. Pero cuando habló sobre esto con su esposo, el negó haber tenido problemas con su hija, de hecho dijo que la niña se calmaba en cuanto la mamá salía de la casa. Jugaba con sus juguetes o pintaba tranquilamente. No lloraba para nada.

“¿Por qué llora y no te hace caso cuando estás en la casa?”, preguntó su esposo. “No debes estar cultivándote muy bien”.

La madre se sorprendió al escuchar esto, creía que era normal que las hijas actuaran como malcriadas frente a las mamás, no había pensado que era un asunto de cultivación.

Recientemente, pudo ver que su esposo tenía razón.

Un día, estaba sola en casa con la pequeña, pero las cosas parecían diferentes esta vez.

Cuando le preguntó a su hija si quería un bocadillo rápido, la niña lo rechazó amablemente, diciendo que muchos bocadillos no serían buenos para ella. Por largo rato estuvo cantando, dibujando y jugando solita.

También preguntó si podía ayudar a su mamá con las tareas del hogar y terminó preparando algunos vegetales. También se disculpó por interrumpir su descanso el día anterior, y pintó un buqué de flores para ella como regalo.

Como si fuera poco, la mamá quedó admirada cuando su hija le pidió escuchar las lecciones de Shifu, era la primera vez que la niña tomaba la iniciativa de escuchar el Fa.

Cuando la madre dejó de lado las tareas del hogar para estudiar el Fa, la hija ya había prendido el iPad, encontró el archivo, y lo estaba escuchando, todo por primera vez.

Cuando era momento de enviar pensamientos rectos, la hija le dijo a su mamá que iría a jugar sola para que “mami” pudiera concentrarse.

La madre estaba sorprendida y se preguntaba por qué la niña se estaba portando tan bien ese día, y allí se dio cuenta que estaba siendo muy diligente en su cultivación desde hacía un tiempo. Estaba haciendo bien las tres cosas, prefería saltar la cena para no perder su estudio del Fa. También estaba muy concentrada al estudiar el Fa.

No había nada más, se dio cuenta que su estado de cultivación trajo ese cambio en su hija.

Los practicantes de Falun Dafa tienen la responsabilidad de ser un buen ejemplo para sus propios pequeños practicantes, además de hacer bien las tres cosas. Después de todo, ellos también vinieron para obtener el Fa, por eso debemos cumplir nuestros votos de cultivarnos juntos para asistir a Shifu en la rectificación del Fa.