(Minghui.org) Zhou Yongkang, el ex zar de la seguridad de China, fue detenido en la madrugada del 6 de diciembre de 2014, y se inició una investigación penal oficial. Aunque los cargos que enfrenta, que van desde el adulterio y el soborno hasta filtrar secretos de Estado, no incluye la sustracción de órganos de practicantes de Falun Gong, estos son suficientes para dar lugar a una sentencia de cadena perpetua o pena de muerte. Como los leales a Zhou han estado siendo quitados uno tras otro, se habla de más casos de alto perfil por venir.

De hecho algunos medios de comunicación chinos han publicado informes sobre cómo fueron investigados los ex jefes de estado en otros países, entre ellos, el ex líder egipcio Hosni Mubarak, que fue juzgado por corrupción y abuso de poder. Esto implica que no solo Zhou sino también el antiguo líder del partido comunista chino (PCCh) Jiang Zemin, es muy probable que enfrente un destino similar.

Esto no sorprende. Bo Xilai, ex ministro de comercio, Zhou y Jiang, fueron todos autores claves en la persecución del régimen contra Falun Gong. Encabezado por Jiang, el régimen utilizó su máquina de propaganda masiva, la policía y el ejército para dañar a inocentes practicantes, y para incitar el miedo en la sociedad ante la sola mención de los principios de Falun Gong: Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Después de que el régimen organizó el incidente de la auto-inmolación en la Plaza Tiananmen en 2001, y comenzó a asesinar por sus órganos a practicantes encarcelados, la mayoría de la sociedad china se  volvió contra Falun Gong y se hundió por debajo de las normas morales de la humanidad.

Un archivo de audio difundido por la Organización Mundial para Investigar la Persecución a Falun Gong (WOIPFG), de una conversación telefónica con Bai Shuzhong, el ex ministro de salud para el ejército chino, indicó que Jiang Zemin ordenó personalmente a los hospitales sustraer los órganos de los practicantes (Más información en: http://www.upholdjustice.org/node/260). Pero lo que Jiang y los demás responsables no esperaban es que tendrían que rendir cuentas por sus acciones, lo cual es una ley natural que ha mantenido a la sociedad humana a lo largo de la historia. Algunas de las tribulaciones que ahora han caído sobre estos antiguos líderes pueden parecer incidentales, pero todas se basan realmente en esta ley celestial.

La lista de los funcionarios de alto rango muy involucrados en la persecución es larga y alcanza a Xu Caihou (ex vicepresidente de la comisión militar central), Su Rong (ex vicepresidente del comité nacional de la conferencia consultiva política del pueblo chino) y Li Dongsheng (ex director diputado de la tv central china, y ex viceministro de seguridad pública). Estas personas fueron los responsables claves en la persecución a nivel nacional, que no sólo trajo miseria a decenas de millones de practicantes y sus familiares, sino que también asfixiaron el futuro de todo el pueblo chino arrastrándolos hacia un camino de conflicto con los principios pilares de la sociedad humana, un camino sin retorno.

Los practicantes en diversos países a menudo crearon conciencia de la grave persecución en China y tienen la esperanza de detener a los autores principales responsables, que incluye también a Luo Gan (ex jefe del comité central político y legislativo, 1998-2007), Zeng Qinghong (primer secretario de la secretaría central del PCCh, 2002-2007), y Liu Yunshan (director del departamento central de propaganda, 2002-2012). Como la oficina 610 y su organización de supervisión, el comité político y legislativo, son los principales impulsores de la represión a nivel nacional de Falun Gong, estas personas son los responsables principales de la sistemática persecución que incluyó la propaganda del odio y la severa brutalidad.

La situación en China puede parecer compleja en la superficie, pero estos incidentes apuntan a un principio fundamental de la sociedad humana que puede ser resumido en el viejo proverbio chino: "el bien es recompensado con el bien y el mal recibirá retribución". Todo el mundo será responsable de sus actos y es sólo una cuestión de tiempo. A medida que la situación se desarrolle aún más, la gente verá este efecto dominó con más claridad, y entenderá el daño que el régimen ha hecho a la humanidad.