[Minghui Net] Durante mis años como coordinador en diferentes funciones, también trabajando para otros coordinadores, he mejorado al leer la sección de Cultura Tradicional de Minghui, especialmente por las lecciones que aprendí de las historias de emperadores y funcionarios tanto benevolentes como malvados. También me han resultado útiles en mi trabajo en el área empresarial, y una buena guía para clarificar la verdad naturalmente a colegas y clientes.

En la antigua china hay historias de emperadores exitosos como Tang Taizong, y funcionarios honestos y capaces como el primer ministro de Taizong, Wei Zheng.

Cada vez que ocurrían desastres, naturales o provocados por el hombre, estos mandatarios benevolentes miraban adentro, y pedían a sus funcionarios que les dijeran qué estaban haciendo mal al gobernar el país. Ellos tenían en claro que algo estaba fundamentalmente mal, así que aunque las acciones técnicas eran necesarias, buscaban el consejo de quienes estaban alrededor para que los ayudaran a delinear el curso futuro, en vez de actuar unilateralmente.

Según mi entendimiento, este comportamiento se basaba en principios rectos, y lograba así reunir las mejores ideas y el entusiasmo de los funcionarios y otros que tendrìan luego que implementar las políticas del emperador.

Estos emperadores lograban crear una atmósfera donde podían ser criticados, en lugar de hombres condescendientes y políticos que sólo traerían desastres a la dinastía. Dichas personas sólo enfatizarían los apegos del emperador, impedirían “matar” las malas ideas tempranamente, o reprimirían las buenas ideas y buenas personas.

Estos honorables emperadores buscaban reclutar a quienes tuvieran la más alta moralidad y las mejores habilidades (los “sagaces” de acuerdo al historiador Sima Guang) para gobernar el estado. El sistema de evaluación imperial estaba diseñado para permitir que todos intentaran ser un funcionario si eran lo suficientemente buenos según esos criterios.

Vale la pena destacar que en ese entonces, desobedecer la ley del emperador, o solo mostrarse grosero, significaría ser ejecutado. Entonces, no es algo trivial que un emperador creara un ámbito abierto de confianza, mientras que los requisitos de jerarquía y disciplina eran muy claros en el fondo.

No menos importante, estos honestos y capaces funcionarios mostraban lealtad a su país y al emperador más allá de cualquier reproche. Tal es así, que cada vez que un funcionario recto criticaba al emperador no era por motivos egocéntricos, con el deseo de acumular fama o fortuna, o pelear por el poder, sino que era una preocupación genuina por el imperio y su pueblo. Estas observaciones eran entonces fácilmente de aceptar por el mandatario.

Al combinar el poder de la rectitud y tolerancia del emperador, con la honestidad y capacidad de los funcionarios que dedican su vida al país, dichos períodos históricos eran tiempos de gran prosperidad.

Por el contrario, en tiempos en que el emperador rehusaba ser criticado, se rodeaba de gente condescendiente y hombres con hambre de poder, el imperio declinaba, y la dinastía se acercaba a su fin.

Lo anterior es mi entendimiento al leer las docenas de artículos en la sección Cultura tradicional de la página web Minghui.

Personalmente creo que hay mucho por aprender de estas historias, independientemente de nuestros propios proyectos. Es mi deseo que:

En último análisis, Han Xin era un hombre común, pero nosotros somos cultivadores, nosotros debemos ser mucho mejores que él”. (Lección Novena, Zhuan Falun)

Quizás podemos construir una mejor gestión que la de Taizong. Pero cada camino empieza con un primer paso.

Haciendo las cosas cada vez mejor

Han pasado casi cuatro años desde que Shifu nos dijo:

Esto incluye al primer responsable de la Asociación de Dafa de todas las regiones, él es el representante de este asunto. Lo que sea que él haga, lo que él requiera o decida, hazlo incondicionalmente”. (“Sean mas diligentes”, 2010)

Cuatro años es mucho tiempo. Si hay personas entre nosotros que aún no han llegado a este estándar, entonces parece que tenemos un problema.

Además, vale la pena ver las cosas desde el punto de vista del coordinador.

Si después de cuatro años todavía necesitamos recordarnos la necesidad de cooperar incondicionalmente con el coordinador principal, y que esa cooperación debe venir del corazón, no ser pasiva, quizás así los coordinadores también tengan la oportunidad de mejorar.

¿Nos hemos esforzado verdaderamente para hacer más fácil que nuestros compañeros practicantes cooperen con nosotros? Por ejemplo:

  • Estudiamos consistentemente del Fa, practicamos los ejercicios, enviamos pensamientos rectos, y nos cultivamos en la práctica.

  • Somos estrictos con nosotros mismos, pero tolerantes con otros.

  • Somos indulgentes y abiertos de mente.

  • Fijamos estándares constantemente para la elevación, y damos a los compañeros practicantes las herramientas para alcanzarlas.

  • No actuamos arbitrariamente.

  • No abusamos de nuestra posición y poder.

  • Hablamos directamente, mirando a los ojos.

  • Alentamos los pensamientos y acciones rectas en nuestros compañeros practicantes.

  • Fijamos una visión clara y práctica para los proyectos, y lideramos al equipo paso a paso, como grupo, para alcanzar la meta.

  • Contratamos funcionarios honestos y capaces” cuando el proyecto crece.

  • Llegamos a comprender qué habilidades se necesitan en el propio rol de coordinador para el proyecto (como moderación en reuniones, planeamiento de proyectos, construcción de trabajo en equipo, estrategias, marketing, etc) y nos convertimos en consumados profesionales en ellos [los proyectos], a través del aprendizaje constante y la búsqueda de mentores.

  • Cuando las cosas no resultan según fueron planeadas, miramos genuinamente hacia adentro, y compartimos abiertamente con el equipo las faltas que encontramos o aquello en lo que nos quedamos cortos, y escuchamos honestamente sus sugerencias.

  • Damos oportunidad de crecimiento a los miembros del equipo para que puedan ser más profesionales y emprendedores, mientras que nos aseguramos que todas las ideas se enfocan en el objetivo del proyecto.

  • Somos humildes, etc.

Según mi entendimiento, dicha conducta construirá una confianza verdadera en nuestros compañeros practicantes al liderar proyectos, confianza basada en acciones reales mientras trabajamos y nos elevamos juntos.

 Así cumplimos con nuestra parte al asegurarnos que el proyecto, en el cual los compañeros practicantes eligen invertir su valioso tiempo y recursos para cumplir sus votos, progresa y es efectivo en la salvación de seres conscientes. Creo que los requisitos son aún más altos, para que la efectividad de los esfuerzos combinados de los practicantes en el equipo sean mucho mayor que la suma de las acciones individuales.

En gastronomía se dice que no se puede hacer una buena comida con ingredientes de mala calidad, pero con buenos ingredientes se puede hacer tanto una buena como una mala comida. Esto significa que el cocinero puede arruinar los ingredientes de buena calidad y crear platos malos. El cocinero es el coordinador.

Cada vez entiendo más profundamente cuán grande son las responsabilidades de los coordinadores hacia Shifu, los compañeros practicantes, y todos los seres conscientes.

Remontándonos nuevamente al emperador Taizong, quien una vez dijo a sus funcionarios que las personas pensaban que el emperador podía hacer lo que quisiera sin temer a nadie. Pero eso no era verdad. El temía a los dioses y al pueblo, temía no estar a la altura de las responsabilidades que tenía hacia ellos. Nosotros no necesitamos temer, pero creo que el mensaje queda claro.

Por supuesto, durante la rectificación del Fa, la interferencia de las viejas fuerzas ha quedado expuesta, así que sabemos que encontramos dificultades que no “merecemos”. Pero tenemos que estar seguros de algo: cuando no tenemos brechas, no tienen nada a qué aferrarse.

Esto es un entendimiento limitado que estoy compartiendo en este momento. Por favor, señalen cualquier cosa que no esté en concordancia con el Fa.