[Minghui Net] Un día después de enviar pensamientos rectos en grupo, un practicante señaló que la palma de un practicante veterano no estaba recta. Luego, todos compartimos nuestros puntos de vista sobre este comentario. Algunos dijeron que era por esto y aquello. Yo también di una opinión. El practicante veterano nos escuchó humildemente, por más inadecuado que fuera lo que dijéramos.

Cuando llegué a casa, sentí que algo no estaba bien sobre lo sucedido. ¿Cuándo fue el compartir entre nosotros marcar los defectos de otros? Cuando vemos los defectos en otros, en vez de cultivarnos y luego indicar amablemente un tema, tratamos de corregir inmediatamente a alguien. Somos críticos y poco amables. No pensamos si esa persona puede aceptar nuestra crítica. Sentí que el xinxing del practicante veterano era muy bueno. Si fuera yo, dudo que hubiera podido permanecer tranquilo y abierto como él, mientras otros hablaban de mis faltas.

Sentí que esta forma de criticar nos llevaría a desarrollar un sentimiento fuerte de ego. Shifu pide que miremos dentro. No podemos ayudar a otros a mirar dentro, sino que debemos mirar sinceramente adentro nuestro. Por supuesto, podemos indicar amablemente los errores de otros practicantes pero siempre debemos recordar que lo que cambia realmente a los practicantes no son nuestras palabras sino el Fa de Shifu.

Esa actitud sincera y diligente del practicante veterano me recordó que, cuando empecé a practicar, era sincero y diligente . En aquel momento, siempre escuchaba a otros practicantes para aprender humildemente de ellos y cómo se cultivaban. Respetaba a cada compañero practicante. Pero recientemente había desarrollado un gran ego. Siempre podía ver defectos en otros. Por lo tanto, hablaba largo y tendido para decirles lo que debían cambiar.

Esa noche cuando me calmé para estudiar el Fa, encontré que tenía el apego a ser arrogante aunque, en realidad, soy un ser diminuto en el universo. Sólo cuando miramos adentro, utilizamos una actitud humilde con los compañeros practicantes y medimos todo con los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, podemos realmente fundirnos con el Fa y llegar a ser verdaderos cultivadores.

Este entendimiento mío de hoy está basado en mi actitud arrogante de aquel día. Está muy bien si los compañeros practicantes señalan las faltas de otros con un corazón puro, siendo amables con ellos.