[Minghui Net]

Me gustaría compartir con ustedes los milagros que me han sucedido al cultivarme en Dafa.

Fui a Beijing para apelar por justicia a favor de Falun Gong, después de que comenzó la persecución en julio de 1999. Me enviaron a un centro de lavado de cerebro y me persiguieron durante un mes, y luego regresé. Dejé de practicar Falun Gong por mis fuertes apegos a las emociones. No leía ni practicaba los ejercicios, pero en mi corazón todavía creía en Dafa. Esto se prolongó por cuatro años. A menudo, los practicantes venían a compartir conmigo, así que volví a Dafa, pero aun así, sólo practicaba de vez en cuando.

Mi hija y yo estábamos leyendo juntas Minghui. Un artículo mencionaba el Fa de Shifu sobre la resolución benevolente de las relaciones predestinadas. De repente, mi cabeza estaba adormecida y mi espalda fría. Envié pensamientos rectos por un rato, pero no sentí mejoría. No me podía ni sentar, así que me fui a la cama. A la mañana siguiente estaba mareada y sentía como si el cielo y la tierra estuvieran girando. Vomité mucosa gástrica y sangre durante dos días. Cuando me desperté al tercer día, la mitad de mi cuerpo estaba paralizado y tenía una mano torcida.

Tenía miedo y le pedí a mi hija que llamase a mis compañeros practicantes, para que enviaran pensamientos rectos por mí. Me miré en el espejo, estaba asustada, tenía la cara pálida y el pelo seco como el heno. Le pedí a mi hija, que me peinara, para que los compañeros practicantes no se asustaran al verme. Ellos vinieron y enviaron fuertes pensamientos rectos por mí. Me sentí mejor, pero al marcharse, volví a mi estado anterior.

Al mediodía, cuando estaba casi dormida, oí hablar a dos personas. Una de ellas preguntó: "¿Ha ido ella más allá de los Tres Reinos?". Sus voces me despertaron. Me quedé pensando en esta frase ¿Ha ido más allá de los Tres Reinos? Y luego me quedé dormida de nuevo. En ese momento el Fa de Shifu vino a mi mente:

"Ver la naturaleza verdadera

 Cultivando firmemente Dafa con un corazón inamovible
Elevar el nivel es fundamental
Frente a las pruebas, la naturaleza verdadera se manifiesta
Completado el gong y alcanzada la perfección –fo, dao, o dios".
("Hong Yin II")

De repente me di cuenta, de que el Shifu estaba cuidando de mí.

Me sentí optimista y confiada. Cuando estaba enviando pensamientos rectos, vi claramente que yo había muerto y mi cuerpo yacía en el patio trasero con la cabeza hacia el norte. Me cubría el rostro un trozo de tela color carne oscura. Los compañeros practicantes venían, alzaban la tela y me miraban. De pronto, me di cuenta de que se trataba de un arreglo de las viejas fuerzas y de que era una imagen falsa.

Desde ese momento comprendí, lo que significaba "negar los arreglos de las viejas fuerzas". Levanté mi mano derecha y grité: "¡Viejas fuerzas, ustedes han hecho esto, pero no las reconozco!". Nuestro Shifu dijo: "Sólo teniendo el corazón sin conmover serán ustedes capaces de manejar todas las situaciones" ("Eliminen sus últimos apegos" en Escrituras esenciales para mayor avance (II).

"¡Yo soy discípula de Dafa! ¡Y solo seguiré el camino que Shifu tiene preparado para mí! ¡No reconozco nada de lo que las viejas fuerzas quieran imponerme!".

Las viejas fuerzas me seguían interfiriendo y ponían palabras en mi mente. Un día estaba tumbada en la cama y una oración vino a mi mente: "La vida es un yugo del que no te puedes liberar". Lo analicé de nuevo y me di cuenta que no era correcto. Las viejas fuerzas lo habían hecho. Les dije: "Las eliminaré. Lo que dicen no cuenta. Me mantengo firme en mis creencias y seguiré por el camino que Shifu tiene arreglado para mí. Ninguno es digno de interferir en mi camino".

"No estén tristes

"El cuerpo yace en prisión –no se aflijan, no estén tristes
Con pensamientos rectos y acciones rectas, el Fa está presente
Reflexionen calmadamente acerca de cuántos apegos tienen
En cuanto se deshagan de la mentalidad humana, el mal naturalmente desaparecerá" (No estén tristes de Hong Yin II).

Lo negaba desde la perspectiva del Fa, cuando me encontraba con incidentes como este. Una mañana estaba en cama, casi dormida, cuando vi a dos hombres jóvenes en batas blancas que empujaban una camilla y se pararon a mi lado. Querían colocarme sobre la camilla, pero me di cuenta de que era una camilla para muertos. Me senté y les grité: "¡El Fa rectifica el cosmos, el mal será eliminado por completo! ¡El Fa rectifica al Cielo y a la Tierra, habrá retribución inmediata en esta vida! ¡Soy una discípula de Dafa y nadie es lo suficientemente digno para ponerme a prueba! ¡Nuestro Shifu vela por mí!". Le dije a las viejas fuerzas: "Nuestro Shifu dijo: ‘Mis raíces están todas atadas al universo y si alguien puede tocarte, entonces puede tocarme a mí; hablando claramente, puede tocar a este universo’ (Lección Primera, Zhuan Falun).

Al cuarto día cuando estaba durmiendo, vi a dos personas sujetando agujas, que medían 1.5 metros aproximadamente y eran tan finas, como una hebra de pelo. Me insertaron una aguja por el hombro derecho y me atravesó hasta el lado izquierdo del pecho. Escribí el símbolo chino "eliminación" sobre mi pecho. Sin embargo, no me desperté. A la mañana siguiente, cuando me levanté, me di cuenta de que tenía la mitad del cuerpo paralizada. Me di cuenta, que había sido perseguida por dos hombres la noche anterior, no era enfermedad, ellos eran de las viejas fuerzas o antiguos deudores. Le pedí a Shifu fortaleza, envié pensamientos rectos muchas veces para eliminar a todos los seres malvados y a los elementos que me perseguían.

El tiempo pasaba tan lento. Cada día se sentía como un año. Un día mi corazón comenzó a latir muy rápido y mi pecho estaba muy apretado, como si estuviese vendado con una gasa. No podía acostarme, ni sentarme, porque estaba paralizada. Sentía un dolor indescriptible. Sufrí toda la noche. Esto ocurrió el quinto día y era la prueba de la vida o la muerte. Apenas podía soportarlo. No había comido ni bebido por cinco días. Eran los síntomas de un accidente cerebrovascular e infarto al miocardio. El lado izquierdo de mi cara estaba entumecido. No era capaz de sostener el libro, así que le pedí a mi hija que me leyera el Fa. Yo tenía miedo en ese momento. Le pedí a Shifu: "Shifu, por favor, dame fuerzas. Si me desmayo, mi marido me llevará al hospital. Entonces, será mi destrucción".

Me pregunté: "¿Me habrá salvado Shifu?" y recordé el Fa de Shifu:

"Si ese ser dice, ‘No quiero ninguna otra compensación. Sólo quiero que él pague por mi vida’, entonces realmente es una situación difícil. Puedo decirles que Shifu es capaz de dar a cualquier cosa una solución benevolente. Cualquier deuda que el estudiante tenga, puedo ayudar al estudiante para que lo compense con lo mejor” (Exponiendo el Fa durante el Festival de la Linterna, 2003).

Entonces comprendí que yo podría ser este tipo de persona. El Fa que Shifu enseñó hace más de diez año vino a mi mente:

"Hay un dicho de los antiguos: si uno oye el Fa por la mañana, puede morir por la tarde". ("Fundiéndose en el Fa" de Escrituras esenciales para mayor avance). No era lamentable que muriese por la tarde, puesto que había obtenido el Dao por la mañana. Pensé que ya había obtenido parte del Fa, aunque practicaba de vez en cuando. No me lamentaría ahora. No me importaba si moría en ese momento.

Así que dije a Shifu: "Shifu, por favor, no me salves". Y cogí el libro Zhuan Falun, lo abrí y vi la foto del Shifu. Y lo coloqué en mi cama. Me arrodillé con las palmas juntas frente a la foto de Shifu y le dije: "Shifu, lamento no haberte escuchado. No me he cultivado y ahora estoy así. Si no puedes salvarme, por favor, no me salves. Si muero ¿Shifu podrías por favor llevarme lejos? No deseo que las viejas fuerzas me lleven".

Lloré por un rato y me sentí mejor en el corazón. Ahora me podía sentar, luego podía levantar mi mano un poco. Así que comencé a hacer los ejercicios, después podía estirar el brazo, mi ánimo se avivó. Me senté por 55 minutos, antes de que llegara una practicante. Mi hija le abrió la puerta, por alguna razón las dos se habían quedado encerradas afuera. La practicante me preguntó a través de la ventana, si le podía abrir la puerta. Le sonreí. Sabía que  Shifu no las dejaría entrar en esos últimos cinco minutos tan importantes para mí.

Cinco minutos después, la puerta se abrió automáticamente. La practicante entró y dijo que había venido a enviar pensamientos rectos por mí. Le dije: "Por favor, dile a los otros practicantes que no envíen pensamientos rectos por mí, de ahora en adelante, es una pérdida de tiempo, porque no tomé en serio la cultivación". Después le conté todo lo que me había pasado. Ella me dijo: "Sí, tienes que dejar de lado el tema de la vida y la muerte". Estaba muy contenta cuando vio que mis pensamientos rectos eran muy fuertes, así que me fui con ella a su casa. Desde entonces, no he perdido ningún estudio del Fa ni los ejercicios. Gracias, Shifu por darme una segunda vida.

Shifu purificó mi cuerpo

El 25 de noviembre de 2012, a la 1:00 p.m. estaba en la cama. De pronto, sentí un líquido subiendo por mi garganta. Me lo tragué, pero volvió a subir y lo tragué de nuevo. La cuarta vez, salí de la cama y lo escupí, era sangre.

Me vino a la mente el Fa de Shifu de Guanzhou. Fui al lavabo del baño, me sangraba la nariz. En ese momento, mi hija me dijo que dos practicantes habían ido a verme. Le pedí que les dijera, que no estaba en casa, pero mi hija me preguntó: ¿Mamá, no les pediste tú que vinieran? Pensé por un momento y recordé que las había llamado.

Entraron y me vieron. Me lavaba un puñado de sangre tras otro. Estaba preocupada de que se asustaran. Después de un rato, una de ellas dijo: "Si continúa así, va a colapsar". Luego, se dio cuenta de que su pensamiento no era correcto, así que lo desechó y me apoyó con pensamientos rectos. Le dije, mientras me lavaba la sangre: "no es sangre, es Shifu purificando mi cuerpo". Estaba muy clara y me sentía alegre en ese momento.

Media hora más tarde la hemorragia se detuvo. Me senté por un rato. Y comencé a sangrar de nuevo. Esta vez, los ojos me sangraban también, así que tenía que lavarme los ojos y la nariz. Yo seguía recitando las escrituras de Shifu y negando los arreglos de las viejas fuerzas. La hemorragia cesó una hora después.

Entonces, por tercera vez, comencé a sangrar por la nariz, los ojos y la boca. Esta vez la sangre era espumosa. Las practicantes me preguntaban por qué. Yo sabía que era porque salía muy rápido y con mucha fuerza, pero no se lo dije. Para ese momento, eran las 4 p.m. Mi marido llegó a casa. Él no es practicante.

Yo estaba junto al lavabo y seguía lavándome, mientras las practicantes estaban de pie en el pasillo, enviando pensamientos rectos, para que él no pudiese verme. Fue al cuarto de la caldera y estuvo ahí por un rato, luego regresó. Se sentó un rato y después me preguntó qué estaba lavando. No quería que él supiese, desde el momento en el que llegó, tenía miedo que me llevara al hospital, si sabía lo que me estaba pasando. Sabía que era un apego, pero simplemente sería miedo. Seguía rogándole a Shifu, que no permitiera que me viera así, porque no sabía lo que él iba a hacer. Esta vez era diferente, que la vez anterior. Antes, yo practicaba Falun Gong de vez en cuando y nadie sabía que estaba practicando. Pero ahora las cosas eran distintas. Durante toda la primavera y el verano de este año, le había dicho a todos los que me conocían, que me había recuperado de un derrame cerebral, porque creía en Falun Gong. Validé el Fa e intenté salvar a seres conscientes de esta manera. Le pedí a las practicantes, que se fueran a su casa, porque ya era tarde, y que enviaran fuertes pensamientos rectos por mí, desde casa. Ellas se marcharon pero seguían preocupadas por mí.

En mi corazón no estaba segura de cómo se desarrollarían las cosas, así que me escondí en la cocina. Ahí había un cubo. Me quedé ahí por una hora y entonces mi hija dijo: "Vamos a la habitación del oeste". La hemorragia continuaba, mi hija me miró y me dijo: "Mami, estás muy pálida". Le dije: "Es por la luz". Luego, dije a mi marido: "Accidentalmente hice sangrar mi nariz". Mi marido no nos miró, así que nos escondimos en la habitación del oeste. Mi marido no sabía lo que estaba pasando, me preguntó si estaba bien. Y le dije que sí. Cubrí la mitad de mi cara con pañuelos de papel. Mi hija me los cambiaba constantemente. Mi cara estaba muy floja y ella se asustó: "Sangras demasiado, veamos si se detiene a las 6 p.m.".

Sabía que mi hija estaba equivocada, ella era practicante pero no se cultivaba diligentemente. Le dije: "De ahora en adelante, por favor, deja el apego al tiempo. Shifu todavía no ha terminado de purificar mi cuerpo. Por favor, no me traigas malos pensamientos". Así que ella, dejó de mencionar el tiempo. Me pidió que me sentara en la cama y me levantó la cabeza. No tuve que cambiar los pañuelos por cinco minutos. Me preguntó si la hemorragia continuaba, le respondí que "sí". De pronto se giró hacia mí y me preguntó: "¿Tragas la sangre? Le dije calmadamente: "Va a ser reemplazada". Le pedí que no tuviese miedo, que era algo bueno. "Nosotros decimos: cree en Shifu y en el Fa. Ahora es el momento para demostrar que realmente creemos en Shifu y en el Fa”.

Hasta ahora me había tragado la sangre, por una hora más o menos. Mi estómago estaba lleno y la sangre subía por mi garganta cada dos minutos. Vomité sangre durante 40 minutos. No sangré más después de las 7:30 p.m. Pude ponerme de pie y andar por la habitación. Me sentía muy sedienta. Cuando iba a beber agua, me vino un pensamiento: "He vomitado mucha sangre ¿Hay un hueco en mi estómago? ¿Habrá más sangre ahí? De inmediato negué este pensamiento. Shifu dijo:

"Decimos que lo bueno o lo malo vienen de un pensamiento de la persona y la diferencia de este pensamiento también trae distintas consecuencias". (Lección Cuarta, Zhuan Falun)

Me dije: "No hay problema. Soy una discípula de Dafa. Todo va a estar bien. Shifu ha purificado mi cuerpo y ha resuelto mucho ye por mí, mientras que yo solo estoy un poco cansada".

Sabía que Shifu lo había llevado por mí. Mi cuerpo se sentía muy distinto ahora, muy ligero, justo como Shifu decía en Zhuan Falun. Todas mis articulaciones son muy flexibles y no siento dolor cuando me siento en meditación. Puedo cruzar mis piernas con facilidad ¡Gracias, Shifu! Haré mi mejor esfuerzo para hacer bien las tres cosas y ser digna de la compasiva salvación de Shifu.

Por favor señalen cualquier cosa, que no sea apropiada.