[Minghui Net] Este año voy a cumplir 60, y trabajo para una compañía grande. Me diagnosticaron cáncer de hígado y busqué desesperadamente una cura antes de comenzar a practicar Falun Dafa el 16 de octubre de 2011. En solamente cuatro meses, experimenté, y mi familia fue testigo de los efectos milagrosos y sobrenaturales de Dafa. El gran Dafa y el compasivo Shifu me dieron una nueva vida.

En septiembre de 2011 mis síntomas de cáncer incluían el dolor de estómago, debilidad y falta de apetito; no sentía alivio incluso después de tomar medicación. Me deprimía más y más y comencé a perder la esperanza.

El 20 de octubre de 2011 ya no soportaba el dolor de estómago y fui al hospital local. La ecografía mostró que mi cáncer de hígado se había vuelto terminal; no había solución médica. Pero mi familia y yo no podíamos darnos por vencidos, y llegamos a la conclusión de que la prueba facilitada por el hospital local debía ser errónea y obsoleta. Buscamos una segunda opinión del mayor hospital de la capital, pero los resultados del TAC eran incluso peores: Tenía un cáncer de hígado avanzado del tamaño de un puño. Además, tenía metástasis. El médico dijo que no había necesidad de hacer una biopsia y efectivamente me sentenció la muerte ¡ve a casa a morir!

Este diagnóstico sumió a mi familia en la desesperación y el dolor. Sentí una explosión de miedo, ira y resentimiento hacia los dioses por separarme para siempre de mis seres queridos. Era cruel e injusto. Había trabajado duro toda mi vida, finalmente jubilado, y mi salario había incrementado de 800 yuanes a 1600 yuanes. Pensé que podía disfrutar de mis años dorados en paz, finalmente teniendo tiempo para pasarlo con mi familia. En su lugar, seria separado de ellos, solo, sin ninguna esperanza, esperando la llamada de la muerte.

La respuesta vino de mi hijo en una inspiración repentina. Recordó que un familiar practicaba un arte curativo llamado Falun Gong. Su corazón se iluminó con el pensamiento: “¡Falun Dafa puede salvar a mi padre!”. Mi hijo ya había sido testigo del efecto mágico de Falun Gong sobre nuestros familiares. Lo llenó de esperanza, y dijo: “¡Papá, practica Falun Gong!”. ¿Qué podía perder? Accedí.

Inmediatamente llamamos a nuestros familiares, que dijeron: “¡Estupendo! ¡Serás salvado! No obstante, para que Falun Dafa sea tan poderoso, debes creer en la cultivación. Debes cultivar tu mente y tu corazón y hacer los ejercicios de acuerdo a los requerimientos del Maestro y de Dafa. Hay muchas dificultades en el camino de la cultivación. ¿Podrás soportarlo verdaderamente?". Respondí con seguridad: ¡“Sí”!

Mis familiares me enviaron el libro de Zhuan Falun, grabaciones de las lecciones, enseñanzas, y ejercicios. El 26 de octubre de 2011, comencé oficialmente a aprender Falun Gong. Estaba muy emocionado y entusiasmado por comenzar.

En general, pacientes con cáncer avanzado están físicamente exhaustos, extremadamente débiles, sufren irritación por todo el cuerpo, y quieren estar tumbados. Pero me he convertido en un cultivador de Dafa. Como tal, debo cultivarme de acuerdo a los requerimientos de Dafa. Abracé la práctica de todo corazón. Hacía los cinco ejercicios cada mañana, leía dos lecciones de Zhuan Falun, y por la noche veía una lección de video dada por el Maestro en Guangzhou. Mi mujer, hijo y familiares me ayudaron y animaron cada día. Con cada día que pasaba, mi espíritu se elevaba, y me sentía más fuerte.

En mi octavo día de ejercicios, comencé a tener deposiciones 12 o 13 veces al día. Un día fui 20 veces y evacué mucha pus y sangre, pero ya que Shifu dijo que a ayudaría a purificar mi cuerpo y a eliminar toxinas, permanecí en calma e incluso nunca pensé en tomar medicamentos. Apreté los dientes y atravesé estos días. En el pasado, no hubiera podido tener la fortaleza de salir de la cama después de un par de viajes al baño como esos. Sin embargo, después de practicar los ejercicios, no solo no me aferré a la cama, sino que también tenía muy buen apetito, la moral alta, y confianza en mi recuperación.

Un desafío aún mayor vino después: mis pies se hincharon, entonces mis espinillas (que se hincharon más que mis muslos), siguieron por los muslos. Se hincharon tanto que mi familia bromeaba que estaban más hinchados que las piernas de un elefante. La piel comenzó a ponerse tersa y alarmantemente brillante; no me valía ninguno de mis pantalones. Sentía mis piernas que pesaban más de mil kilos, simplemente dar un solo paso me agotaba. Caminar era casi imposible, y no podía respirar cuando trataba de acostarme. Solo podía apoyarme contra la cama para dormir, por miedo a asfixiarme. Pero no importaba lo incómodo, seguí la siguiente enseñanza de Shifu: “Difícil de soportar, se puede soportar, difícil de hacer, se puede hacer”. (Zhuan Falun) Con el apoyo de mi familia y compañeros practicantes de Dafa, seguí aprendiendo Dafa y haciendo los ejercicios.

La hinchazón continuó subiendo hasta mi pecho, y finalmente fui al hospital para drenar el exceso de fluido. Después me sentí ligeramente mejor, pero el médico me dijo que el fluido continuaría acumulándose sin manera de detenerlo. Tomé una decisión y grité al doctor: “No visitaré el hospital otra vez”. Después de esto, me concentré en mi cultivación de Dafa, y dos meses después la inflamación gradualmente fue bajando. Se hizo más fácil caminar y mis piernas se volvieron más ligeras. Me preparé el desayuno y lavé a mano mi ropa interior. Recobré completamente el apetito. Antes de la cultivación en Dafa, solo podía comer dos pizcas de comida al día. Después, comía más de 900 gr al día, y me sentía como una nueva persona.

Shifu me ayudó a purificar no solo mi cuerpo, sino también mi corazón y mi mente.

Cuando comencé mi cultivación, me bañaba en unos baños públicos. Habían dejado una barra de jabón sin abrir en el estante común, y fui el último en salir de la habitación. En el pasado, me lo habría llevado a casa para mi interés mientras pensaba: “No hay nada de malo en llevármelo, si no me lo llevo, alguien lo hará”. “Ahora soy un Dafa dizi. No debo tomar nada que no sea mío, no importa lo insignificante  que pueda parecer”. Así que fui a casa con mi corazón en paz y la certeza de que me había convertido en mejor persona.

En otra ocasión en el baño público, accidentalmente rompí una botella de gel de ducha de una persona mayor. Consternado, dijo que estaba recién comprado y costaba más de siete yuanes. Le consolé y le reembolsé diez yuanes.

Un día, aparqué mi coche y tomé un ticket para pagar el parking. Dos horas después, volví para recoger mi coche, pero el dependiente del parking no estaba. En el pasado, habría salido sin pagar, pensando: “¿es mi culpa si no hay nadie aquí?”. Esta vez, esperé hasta que alguien vino y así poder pagar mi deuda.

Estas cosas pueden parecer insignificantes y ni siquiera vale la pena mencionar, pero no puedo dejar de decir que Dafa me cambió de ser egoísta y desconsiderado a cuidar de otros. Mejor aún, el deseo de cambiar brota de lo profundo de mi corazón sin ningún esfuerzo. ¡Que grande es el poder de Dafa! Si todo el mundo viniera a aprender unas buena práctica, que maravilloso y armonioso sería nuestro mundo! Después de experimentar tales mejoras importantes en mi cuerpo y mente, declaro desde el fondo de mi corazón: “¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!¡Falun Dafa es bueno!