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Martín tiene seis años de edad y está a punto de comenzar la escuela primaria. Su madre es de Hong Kong, su padre europeo y tiene un hermano menor. La familia vive en Hong Kong.

Antes de que Martín naciera, su madre recibió el libro "Zhuan Falun" de un colega. Sin embargo, ella no se interesó por leerlo y lo guardó en la casa. Cuando Martín nació, comenzó a sufrir de un eczema grave. Su madre se angustió mucho y comenzó a preguntarse sobre el significado de la vida. Ella pensaba: "¿Por qué un niño tan pequeño sufre tanto?". Más tarde, su colega le sugirió que practicara Falun Gong. Entonces aprendió los ejercicios en un sitio de práctica cercano a su casa y también sacó el libro para estudiar las enseñanzas de Falun Dafa. Cada mañana, antes de salir a trabajar, junto con Martín recitaba varias veces: "¡Falun Dafa es bueno!, "Zhen-Shan-Ren (Verdad-Benevolencia-Tolerancia) es bueno". Cuando Martín tenía dos años, fue capaz de recitar por cuenta propia: "¡Falun Dafa es bueno!, "Zhen-Shan-Ren es bueno". El eczema también desapareció.

Cuando tenía tres años, podía ver los emblemas de Falun en la cabeza de su madre y de otros practicantes. Los colores son hermosos, le dijo a su madre, pero como ella no tenía el ojo celestial (tianmu) abierto, decidió ponerlo a prueba para determinar si estaba realmente viendo el emblema de Falun. Entonces le preguntó si veía los colores rojo, anaranjado, amarillo, verde, cian, azul y morado y Martín respondió "sí". Cuando le preguntó si veía el negro, gris o marrón, respondió "no". Cuando le preguntó si veía un Falun en la cabeza de su padre, él respondió "no". Entonces su madre se convenció que verdaderamente estaba viendo el Falun.

En una ocasión, su abuelo se enfermó, así que Martín le dijo que recitara cien veces: "Falun Dafa es bueno". Cuando su hermano menor se enfermó, Martín también le enseñó a recitar "Falun Dafa es bueno".

Cuando tenía cuatro años, se dio cuenta que su madre y él eran practicantes de Dafa pero su padre no y le preguntó: "¿Por qué Shifu no acepta a papá?". Ella le respondió: "No es que Shifu no lo acepta, tu padre no está listo todavía, tenemos que darle más tiempo, pero él nos apoya mucho con la práctica de Falun Dafa".

Martín habla Inglés con su padre y cantonés con su madre; también aprendió mandarín y el sistema pinyin, mirando los DVDs. Aún no ha comenzado la escuela primaria, pero puede leer los libros de Dafa en mandarín tradicional (los caracteres más complicados) con su madre. Puede recitar de memoria Lunyu, el prólogo del libro Zhuan Falun. A veces, incluso corrige a su madre en la pronunciación del mandarín.

La madre de Martín puso un retrato de Shifu en la casa. Con frecuencia Martín junta las palmas de sus manos delante del pecho para mostrar su respeto a Shifu. Su hermano menor que tiene sólo un año y medio de edad, también aprendió a hacer lo mismo delante del retrato de Shifu.

Un fin de semana, la madre de Martín lo llevó para distribuir materiales que aclaran los hechos. A la gente que pasaba le decía: "¡Por favor, tome uno; por favor, tome uno!". Cuando algunos se negaban a cogerlo, preguntaba con tristeza: "¿Por qué se niegan a llevar nuestro periódico?". Su madre le explicó que salvar a seres conscientes era difícil y que los practicantes tienen que soportar dificultades. Martín dijo: "Estamos haciendo lo mejor".

Hace unos días, la madre de Martín salió de su casa temprano, como de costumbre, para ayudar a distribuir los periódicos antes de ir a trabajar. El padre de Martín notó que había mucha tranquilidad en la casa y pensó: "¿Qué está haciendo Martín? ¿Por qué está tan callado?" Descubrió que Martín estaba leyendo Zhuan Falun por su cuenta. Su padre tomó una foto y se la envió a su madre. Ella se puso muy feliz y recordó que Martín le había dicho una vez, que él tenía que leer el Fa todos los días o bajaría su nivel.

 

Versión en inglés: http://en.minghui.org/html/articles/2012/9/6/135302.html