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1. Carcinoma de tiroides avanzado

Durante las celebraciones del Año Nuevo Chino en 1998, me diagnosticaron un carcinoma de tiroides avanzado. Como resultado, me hundí en una depresión y en la desesperación. El 15 de enero (del calendario lunar), el hueso de mi pierna me dolía mucho. Más tarde, el dolor se extendió a cada parte de mi cuerpo. No podía comer ni levantar la cabeza, y no tenía energía. A la mañana siguiente, no podía levantarme. Mi familia se preparó para mi funeral.

Estaba desesperanzada. Una chica visitó mi casa por la tarde y me dijo: “Tía, no te preocupes. Debes ser salvada. Mira, yo solo practiqué Falun Gong varios días y todas mis enfermedades desaparecieron. Ahora tengo mucha energía. ¡Tiene que funcionar contigo, porque Falun Dafa es el Fo Fa!”.

Después de compartir su experiencia y presentarme Dafa, estaba animada y dije: “¡Practicaré Dafa!”. Pensaba que merecía la pena si podía escuchar Fo Fa antes de morir. En ese momento, mi apariencia cambió como si me hubiera convertido en una persona diferente. Muy contenta dije a mi marido: “Quiero cenar”. Sin creer lo que había escuchado, me preguntó otra vez para confirmar y luego me trajo la cena muy feliz.

Después de la cena, seguí a esa chica al lugar de práctica y comencé a cultivarme en Dafa. Pronto, mi enfermedad desapareció. No solo mi tumor, sino también una encefalitis anterior, una úlcera duodenal y una gastritis, todas desaparecieron.

Shifu y Dafa me salvaron y me ofrecieron una segunda vida. No puedo expresar mi aprecio con palabras. Hablaba con otros sobre mi experiencia y mi entendimiento cuando encontraba a gente. Especialmente después de que el partido comunista chino (PCCh) empezara a perseguir a Dafa el 20 de julio de 1999, no dudé en validar Dafa y aclarar la verdad. Incluso en la víspera del Año Nuevo Chino, caminé docenas de kilómetros para distribuir materiales de aclaración de la verdad.

2)      Todos mis familiares fueron beneficiados

Shifu dijo: “cuando una persona practica, toda la familia se beneficia” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Australia)

Nosotros fuimos testigos de esto. Después de comenzar la cultivación, la pleuritis de mi marido y una pierna contraída se curaron sin ningún tratamiento, mi hijo evitó un accidente de coche y mi nuera no se dañó cuando un termo lleno de agua hirviendo se rompió sobre su cara. Mi hija encontró su cartera perdida con 3.000 yuanes y recibos, y mi nieto estuvo a salvo cuando insertó un trozo de metal en una toma eléctrica. Si estas cosas hubieran sucedido a otras personas, no lo habría creído.

Shifu nos enseña a ser una buena persona y considerar a los demás primero. Me comporto basándome en las enseñanzas de Shifu. Los tres hermanos de mi marido, que sufrían problemas de salud importantes, perdieron su asistente. Como resultado, necesidades básicas como lavarse se complicaron mucho para ellos. Me ofrecí voluntaria para hacer tareas del día a día para ellos, sin quejarme.

Respecto a mi actitud hacia mi suegra, antes me inquietaba en cuanto alguien la mencionaba. No estaba segura de si la odiaba o le tenía miedo. Desde que me casé, ella intentó hacer todo lo posible para dificultarme la vida, incluso aunque yo procuraba ser una buena nuera. Estaba muy decepcionada. Desde que comencé a cultivarme en Dafa, entendí los principios de Dafa y miré dentro. Entendí que debía haber alguna razón para el trato que estaba recibiendo. Como practicante de Falun Gong, no debería odiarla. En lugar de eso, debería tratarla bien incondicionalmente. Ella estaba discapacitada y no podía cuidar de sí. Le ayudé y limpié sus desperdicios cada día durante varios días. Cociné para ella. Mi amabilidad le conmovió y fue testigo de la claridad de Dafa. Cuando se estaba muriendo, se arrepintió de no haber aprendido Dafa.

Además de tres hermanos, mi marido también tenía dos hermanas. Uno de sus muchos sobrinos pasaba por casa casi cada día. Un día, mi tía además llevó a sus invitados a mi casa y quería que yo los entretuviera. Incluso otras personas vieron que no era correcto y preguntaron: “¿Qué estás pasando aquí?”. No obstante, yo recibí a los invitados armoniosamente. Cuando alguien quería gachas, yo hacía gachas. Otros querían arroz, así que yo hacía arroz. Honraba los deseos de los invitados y hacía empanadillas. Cada mesa trajo varios invitados más . Los niños venían a la cocina a ayudar y yo aprovechaba la oportunidad para aclararles la verdad. De las 6 personas allí, cuatro renunciaron al PCCh y sus organizaciones afiliadas.

También, cooperaba con otros practicantes para validar Dafa. Ayudamos a agricultores que necesitaban mano de obra durante la primavera y la temporada de recolección. En invierno, nuestros practicantes les ayudaban a quitar la nieve. La gente local de nuestra área comentaba: “Hay tantos miembros del partido comunista aquí, y ninguna de ellos puede compararse con los practicantes de Falun Gong. ¿Quién dijo que Falun Gong no es bueno?”. Incluso la policía local expresó gratitud al pasar. Las noticias de los practicantes de Falun Gong de mi pueblo ayudando a quitar la nieve se extendieron hasta la capital provincial.

3)      Paciente de leucemia volvió a la normalidad

Debido a que seguimos el requisito de Shifu de aclarar la verdad y salvar seres conscientes, la gente cegada por las mentiras fue despertada una tanda detrás de otra y fueron testigos de los milagros de Dafa. A continuación relato un ejemplo:

Un aldeano apellidado Li fue diagnosticado de leucemia en 2005. Con más de 40 años, tenía que apoyar a sus padres y a sus hijos. Su familia estaba muy preocupada, como si un trueno se cerniera sobre ellos. Después de enterarnos de la situación, hicimos un viaje especial a su casa para aclararle la verdad. Dijimos a su familia que recitara sinceramente “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Nuestra sinceridad conmovió a toda su familia. Debido a que nuestra rutina de aclaración de la verdad ya había establecido una base, su familia se identificó fácilmente con Dafa. Durante su primera sesión de tratamiento en el hospital, había otros cuatro pacientes en la misma habitación con el mismo estado. En cada visita siguiente, él descubría que uno de esos pacientes había fallecido. En su cuarta visita, ya solo quedaba él.

Una vez, cuando los síntomas de Li estaban en el punto más grave, su padre estaba trabajando en el campo. Cuando se enteró de la noticia de que su hijo tenía fiebre y estaba entrando en shock, solo le quedaba un hilo de esperanza: solo podía gritar a Shifu de Dafa pidiendo ayuda. Éste gritó en alto hacia el valle: “¡Falun Dafa es bueno! ¡Shifu Li, por favor salve a mi hijo!”.

De esta manera, un grito lleno de fe tras otro se repitieron por todo el valle. En poco tiempo, el paciente de leucemia se recuperó y volvió a la normalidad, fuerte como un toro. Toda su familia estaba llena de gratitud y admiración hacia Dafa y Shifu. Cuando veían a alguien, decían: “¡Falun Dafa es tan bueno!”. Una vez, mientras su nuera hablaba a alguien en un tren sobre lo bueno que es Falun Dafa, cuatro oficiales de policía sentados frente a ella la amenazaron: “Si sigues hablando, serás arrestada”. Ella contestó: “¡Pero es bueno!”.