[Minghui Net] Solía sufrir de fiebre por causas desconocidas (FUO). La temperatura de mi cuerpo siempre estaba entre los 37.3 y 37.8 grados durante 21 años. Había estado en todos los hospitales de la provincia, incluyendo hospitales para tuberculosis, y había sido examinado y hospitalizado en un hospital nacional, sin embargo todos los resultados eran normales, y no había diagnóstico para la fiebre. También sufría de insomnio, dolores de cabeza y debilidad general.

En esa época, no sabía cómo era estar sin dolor de cabeza. Sentía como si tuviera un tendón en mi cerebro que me hacía doler todo el tiempo. Si mi cabeza me dolía sólo cuando la movía o la sacudía, consideraba que en ese momento no tenía dolor de cabeza.

Cuando tenía insomnio, éste era acompañado por escalofríos y calor alternadamente. Apenas me podía dormir luego de la medianoche o luego de la segunda mitad de la noche,  pero si tenía estas sensaciones, ya era imposible dormir. Intenté con medicina tradicional china y con la medicina occidental, incluyendo acupuntura, pero nada me hacía mucho efecto. Dependía de varios “Anshen” (para calmar el espíritu), píldoras y decocciones de hierbas durante todo el año. Cada noche, tomaba varias píldoras para dormir y una variedad de vitaminas, así podía dormir.

Así y todo, las desgracias nunca vienen solas. Cuando di a luz a mi hijo, mi suegra se enfermó y estaba hospitalizada, mi madre también estaba enferma y en reposo. En el mes de cuarentena, fui al hospital tres veces por la fiebre alta. Fue uno de los momentos más difíciles de mi vida. Sólo me acompañaban mis tristes lágrimas durante estos días penosos. Como resultado, mis ojos se enfermaron, y me causaban mucho dolor. Cuando me dolían, los sentía secos, hinchados, dolorosos e irritables. Estaban muy hinchados y enrojecidos. No podía ver TV, ni leer el diario, no podía mirar algo por mucho tiempo, ni escribir por más de unos pocos minutos, y tampoco podía llorar en absoluto. Me sentía verdaderamente miserable. Luego de eso, no pude abrir los ojos como una persona normal, sólo podía entornarlos.

El deseo de vivir y la dolorosa decisión de abandonar

En 1998 tuve un aborto espontáneo y estaba enferma luego de la recuperación. También fue un momento de profundo cambio en mi vida, un punto de inflexión. Luego de este aborto, estaba más débil físicamente como nunca antes, y sufría de insomnio absoluto, debilidad por la fiebre, no podía comer mucho, me volví tan débil que no podía estar parada sin apoyarme en mi esposo o mi hijo mientras caminaba. Cada día estaba peor, y un poco desorientada. Sentía miedo e impotencia.

Una noche, tomé tres pastillas para dormir, y todavía no podía dormirme en la cama. Tomé otras cuatro píldoras y sentía mi cuerpo tan duro como un pedazo de madera, y no podía moverme, aunque mi mente estaba muy clara. Me atemoricé mucho y pensaba que ya no podría ser salvada. Creía que delante de mí sólo se abría el camino hacia la muerte. Pensé en mi madre, mi marido, mi hijo. De cara a la muerte, estaba atemorizada. Tenía miedo de morir, y no quería morir. Experimenté un deseo indescriptible de vivir y un doloroso sentimiento de entrega. Le supliqué a los dioses y a los fo que si ellos me daban otra chance para vivir, yo verdaderamente lo apreciaría y trataría bien a las personas cercanas a mí. Comencé a exigirme comer y beber, sin embargo, sin importar si era agua o comida, era difícil para mi incluso tragar. Para tragar, tenía que intentarlo varias veces. Me di cuenta que todos los órganos de mi cuerpo estaban debilitándose. Tomé una lapicera y un papel para escribir mis sentimientos (una nota de despedida). Escribí dos, una a mi madre y otra a mi marido. A causa de mi insomnio crónico, mi mano temblaba cada vez que tomaba la lapicera, y sólo podía escribir algunas palabras.

Mi marido me llevó a un hospital provincial de medicina tradicional china y encontró a un profesor. El profesor trató de reconfortarme y dijo: “mi hermana tiene 60 años y ha sufrido de neurastenia la mitad de su vida. Ella se curó luego de tomar solamente una píldora de Angong (para fijar sus funciones físicas). Todavía eres joven (tenía 41 años en ese momento). Una píldora de Angong te haría bien”. Mi esposo estaba preocupado y le insistía para que me recetara dos píldoras. Yo no estaba muy consciente en ese momento y me sentía como en un sueño.

Tan pronto llegamos a casa, mi marido me hizo tomar una de las píldoras. Esperaba que la medicina hiciera algún efecto así podía dormir, aunque sea 10 minutos. Pero no funcionó. Mi esposo compró dos píldoras más de Angong, y tampoco me hicieron nada. Entonces compró tortugas y me dio sangre y sopa de tortuga, pero mi salud no mejoró. Estaba tan débil que no podía salir de la cama y estaba mareada todo el tiempo. Estaba desesperada.

Puse las dos notas de despedida en una libreta y le dije a mi hijo. No le dije a mi esposo –no quería que se desespara. Mi hijo es relativamente introvertido. Le dije: “Si mamá se va, no la extrañes, no importa qué. Si extrañas a mamá, ella sufrirá aún más. Todos estos años tu madre ha estado luchando con enfermedades para poder criarte. He vivido hasta hoy  para ti. Si no hubiera sido por ti, quizás ya habría perdido todo el coraje y la fe, y no hubiera vivido tanto”. Mi hijo lloraba, y decía: “Mami, no voy a extrañarte. Sólo pensaré en el hermoso lugar en el que estarás…” Traté de no hablar ni de abrir mis ojos, así podía conservar algo de energía. Quería conservar mi último aliento para mantenerme con fuerzas y mirar a mi hijo por última vez.

Falun Gong me dio una segunda vida

Durante esos momentos difíciles, una amiga vino a visitarme. Me trajo un libro de Falun Gong. Zhuan Falun, y un set de 12 audios de las lecturas del Fa. Ella me habló de algunos casos de practicantes que estaban mal de salud y que habían sido curados de sus enfermedades por practicar Falun Gong. También se sentaba junto a mí, y me leía Zhuan Falun. Mientras me leía, y yo escuchaba, sentía que era empujada sobre la cama como si me empujara el viento. Luego de un momento, toda la casa parecía estar flotando también. Tuve un sentimiento muy confortable. Lloré. Mi deseo por vivir me hizo creer que esta práctica salvaría mi vida y que había esperanzas.

Antes de que mi amiga se fuera, puso un audio en mi pequeño reproductor, cerca de mi almohada. Me dijo: “Escúchalo con una mente clara, y escucha de día y de noche, y estarás mejor”. Mi deseo por vivir me hizo escuchar todo el tiempo sin perderme un segundo. Era realmente milagroso. Como escuchaba, y escuchaba, me sentí adormecida por un momento. Podía sentir que tenía sueño, y no era que me estaba muriendo. En ese segundo me dormí, realmente. En ese momento, era como si me hubieran dado un píldora tranquilizante –¡yo podía ser salvada! Así, escuchaba todos los días.

Luego de eso, pude dormir un poco varias veces cada día, por períodos cada vez más largos. También podía dormir algo en la segunda mitad de la noche. Luego de 10 días, podía dormir casi una hora durante la segunda mitad de la noche. Luego de un mes, podía dormir en la segunda mitad de la noche, y también ir al sitio de práctica de Falun Gong con mi amiga para hacer los ejercicios. Luego de dos meses, podía dormir tan bien como nunca en mi vida. Algo también milagroso fue que la fiebre que había sufrido durante 20 años había desaparecido. La temperatura de mi cuerpo se volvió normal. La enfermedad que tuve durante el mes de internación –los ojos adoloridos– también fue curada, y era capaz de abrir los ojos. Los problemas de mi sistema digestivo habían desaparecido. Experimenté lo que es no tener enfermedades y tener un cuerpo saludable por primera vez en mi vida. Me sentía como si hubiera entrado en el reino de los cuentos de hadas, algo difícil de describir en palabras.

Mi viaje en la práctica de Falun Gong

A través del estudio y de la lectura de Zhuan Falun, me di cuenta que para mantener un cuerpo saludable, tenía que empezar siendo una buena persona. Necesitaba considerar a los demás primero, tratar a todos con benevolencia, y no devolver lo malo con lo malo. En casa, empecé a hacer las tareas domésticas. Había sido difícil para mi esposo ya que todas las tareas del hogar eran su responsabilidad durante todos estos años. Al comienzo, él estaba muy escéptico y preocupado de que volviera a caer enferma. No me dejaba hacer nada. Más tarde, vio por sí mismo que yo ya no estaba más enferma, y finalmente se relajó y me dejó hacer las tareas domésticas. Frecuentemente se quedaba a mi lado, me observaba cuando hacía esas tareas, con una gran sonrisa en su rostro.

Las personas en mi lugar de trabajo estaban impresionadas cuando regresé al trabajo con buena salud. Había sido transferida cuando mi hijo tenía cuatro años, y en ese momento tenía los ojos entrecerrados. Ahora estaban abiertos, y todos estaban curiosos, preguntándome sobre esto. También había estado de licencia por enfermedad en mi trabajo. Anteriormente, para cada período de vacaciones o el Año Nuevo Chino, la unidad de trabajo para la que trabajaba y la administración, contaban a los empleados que estaban hospitalizados, y entonces compraban regalos (frutas o frutas abrillantadas) y los visitaban en los hospitales con los supervisores departamentales. Recordé que una vez, el jefe de mi unidad me dijo: “La próxima vez no nos preguntaremos sobre ti, contamos contigo desde el principio”. Él quería decir que yo siempre estaba en la lista. Ahora que estaba saludable y que había vuelto al trabajo, muchas personas vinieron a preguntar. Todas estaban muy sorprendidas cuando conocieron que había recuperado mi salud por la práctica de Falun Gong. Algunos empezaron a practicar los ejercicios conmigo sin demora. Unos pocos también comenzaron a ver los videos de las lecturas del Fa conmigo. Una compañera de trabajo que se había divorciado recientemente, y había estado deprimida, también comenzó a ver los videos y a practicar los ejercicios con nosotros.

Cada mañana hacía los ejercicios con los demás en el sitio de práctica. Durante el día, me sentía realmente bien y no estaba cansada ni somnolienta. Un día, el asistente local nos llevó a un sitio de práctica más grande para hacer los ejercicios. Me dijeron que una estación de TV iría a filmarnos en la práctica. Luego de eso descubrí que las escenas de las prácticas matinales de Falun Gong se podían ver frecuentemente por la TV y en los periódicos. También había varias entrevistas a practicantes de Falun Gong compartiendo sus experiencias de recuperar su salud por la práctica de Falun Gong. Estaba tan feliz.

Una vez, la ciudad donde vivía estaba presentando un gran festival de deportes chinos, y Falun Gong fue invitado a participar. Todos fuimos a practicar mientras permanecíamos en una formación que representaba el emblema de Falun Gong. Desde que sentía que mi tiempo era escaso porque trabajaba todo el día, cuando el asistente me pidió que me uniera a la formación, le dije que no podía, pero luego me arrepentí. El día de la ceremonia de apertura, vi por la TV que el informe del noticiero sobre todo el festival estaba centrado en Falun Gong. Durante el desfile, Falun Gong estaba en todas las escenas y captaba las tomas más largas. El emblema que formaban los practicantes de Falun Gong fue repetidamente mostrado en la TV. Todas las autoridades y periodistas tenían en alta estima a Falun Gong.

Al día siguiente, todos los titulares de los diarios mostraban fotos de los practicantes entrando al desfile, y la representación del emblema de Falun Gong. También informes de más de media página con entrevistas a practicantes de Falun Gong, relatando cómo se habían curado de sus enfermedades a través de la práctica. Entre estos practicantes, estaba la asistente de nuestro sitio de práctica (ella era funcionaria del estado). Cuando empezó a practicar Falun Gong, estaba en una silla de ruedas, ya que sufría fractura conminuta de pelvis y fractura de piernas, con placas de metal para mantener los huesos unidos. El hospital le había diagnosticado que nunca más podría estar de pie o flexionar la pierna. Sin embargo, con la práctica de Falun Gong, no sólo podía estar de pie, también era capaz de sentarse en la posición de loto con ambas piernas cruzadas. Estaba tan exaltada cuando la vi, y también me lamentaba mucho porque había perdido esta extraordinaria oportunidad.

Durante la persecución a Falun Gong

En mayo, junio y julio de 1999, los oficiales de policía venían en sus motocicletas con sidecar para unirse a la práctica con nosotros en la mañana en el sitio de práctica. Había escuchado que ellos eran enviados por sus superiores para saber más sobre Falun Gong. Pensé: “¿Hay realmente una necesidad de saber más sobre Falun Gong? Serían muy beneficiados si también practicaran. No es nada, pero es bueno para la sociedad, la nación y la familia”. Recuerdo que un día, uno de los policías me dijo: “¡Falun Gong es realmente poderoso!”. Decía eso mientras se palmeaba en la nuca, “el problema con mi vértebra desapareció luego de unos pocos días”. Le conté sobre todo lo que yo había mejorado desde que practicaba Falun Gong, y le recordé de informar estos efectos milagrosos a sus superiores. Él asintió con la cabeza y lo prometió.

Nunca me había imaginado, en la mañana del 20 de julio de 1999, que los asistentes de Falun Gong de todas las regiones de la nación serían arrestados. Me enfrentaba al sitio de práctica vacío, estaba impresionada. Volví a casa infinitamente aturdida y deprimida. Tomé mis registros médicos y fui al comité provincial del partido comunista chino (PCCh) con un corazón firme y mi confianza en los oficiales del gobierno de todos los niveles. Esperaba encontrarme con funcionarios de jerarquía para contarles sobre mi propia experiencia y mis sinceros deseos como ciudadana común.

No imaginaba que los autos de la policía, los oficiales de policía, y buses de pasajeros harían semejante demostración. Formaron muros y rodearon a todos los practicantes. Nos ordenaron que subiéramos a los buses. Pensé que nos llevarían a encontrarnos con las autoridades, pero los buses nos llevaron a un lugar en los suburbios, muy lejos de la ciudad. Era como un gran campo alambrado por todos lados. Era la época más cálida del verano y nos dejaron allí, expuestos a la luz del sol y del calor durante todo el día.

Durante todo el día, les dijimos a los oficiales de policía sobre los efectos milagrosos de Falun Gong para eliminar las enfermedades y lograr un cuerpo saludable, y también sobre el principio de ser una buena persona con la práctica de Falun Gong. Todos estuvieron de acuerdo, y nos decían que tenían que hacer esto por orden de sus superiores y que aún podían dejarnos ir a casa, así que deberíamos irnos. Uno de los oficiales incluso dijo que su tía también practicaba Falun Gong y que su hepatitis se había curado. También me ofreció compartir un vehículo con él para regresar a la ciudad esa noche y que me dejaría ir al llegar a la ciudad. No hice como me dijo porque yo todavía quería encontrarme con las autoridades para aclarar la verdad sobre Falun Gong. Ya en el anochecer, fuimos enviados a cada distrito estatal, transferidos a cada calle, recogidos del trabajo, y puestos bajo estricta vigilancia. No estábamos autorizados para ir a casa. Cuando fui a mi trabajo, mi hijo vino a verme, así el jefe me dejó ir. Luego de que llegáramos a casa, sentía como si el cielo se hubiera caído y el mundo se hubiera venido abajo. No podía dejar de llorar, y mi hijo también lloraba. Nos abrazamos y lloramos juntos. Mi esposo estaba afuera por un viaje de negocios, y regresó a casa tan pronto como escuchó las noticias.

Yo verdaderamente desconocía la seriedad de esta situación, que se extendía a todas las estaciones de radio, estaciones de TV, periódicos, revistas y publicaciones, todos los medios masivos de comunicación, todos distorsionaban la verdad sobre Falun Gong. Fue algo tan abrumador, como una gran tormenta. Tenía el corazón destrozado. No entendía por qué el PCCh, por el que había trabajado duramente la mayor parte de mi vida, de repente se había vuelto tan absurdo, tan irracional, tan inhumano. El PCCh nos empujó, a nosotros, personas que practicaban Falun Gong para eliminar las enfermedades y mantenernos saludables, que sólo queríamos ser personas buenas y sanas; a ocupar el lugar de “enemigos” del gobierno.

La situación se volvía cada vez más tensa. Por eso era “famosa” en mi trabajo. Una vez, los policías de la comisaría del distrito, vinieron a mi trabajo a buscarme. El director de la fábrica y el director de mi área temían que me arrestaran y no verme más. Cuando el director de la fábrica y el director de mi área fueron a ver a los policías, el director de mi área caminó hacia mí y vi la ayuda en sus ojos. Me dijo: “No te vayas de esta habitación. No dejes que te vean”. Otros directores de otras fábricas también vinieron a visitarme. Estaban todos preocupados por mí. Yo era la inspectora a cargo de la calidad de la materia prima y de los productos semi manufacturados que comprábamos. Todos creían que mi puesto de trabajo proveía muchas oportunidades para recibir sobornos de los vendedores, pero como practicante de Falun Gong, me  exigía primero ser una buena persona, y eso suponía no seguir la corriente. Entonces, no aceptaba sus “regalos”, pero no lo comprendían y se preocupaban. Por eso les hablé sobre mi experiencia practicando Falun Gong y que los principios de Falun Gong requerían ser una buena persona. Ellos se conmovieron profundamente. El director oficial de la fábrica me dijo alguna vez que los vendedores me halagaban frecuentemente cuando conversaban o compartían almuerzos con él.

Un día durante el descanso del almuerzo, corrí hacia un empleado de ventas de la fábrica. Me saludó y señaló al director de ventas, y dijo: “Fuimos a Hong Kong. En Hong Kong, había practicantes de Falun Gong por todas partes. Nos dieron materiales de clarificación de la verdad y algunos CDs”.

Un día, recibí una llamada telefónica del guardia de la entrada, diciendo que alguien me estaba buscando en la puerta. Fui a ver. Era la persona a cargo de la seguridad en nuestra fábrica. Tenía material de Dafa de aclaración de la verdad y un folleto en su mano. Con los materiales en su mano, me decía que su familia los había recibido, y que también se los había mostrado a su cuñado. Su cuñado era oficial de policía. Todos me cuidaban, me entendían y me creían. Yo estaba muy conmovida.

Un día, la persona a cargo de los materiales en el taller mecánico, me dijo que ella y su esposo habían ido a almorzar con un amigo que era reportero. Durante la conversación, este amigo les dijo que su supervisor dio la orden de que todas las noticias debían enfocarse en Falun Gong. Cada día él iba a los hospitales para buscar internados que quisieran aparentar ser practicantes de Falun Gong. Si así lo hacían, debían declarar lo que se les indicaba para difamar a Falun Gong, y de este modo se les pagaban todos los gastos durante su internación en el hospital.

Otro día, la directora de la fábrica me dijo que había ido a la agencia gubernamental para una conferencia. El funcionario a cargo de la persecución a Falun Gong, dijo que cada lugar de trabajo debía “transformar” a todos los practicantes de Falun Gong y que debía prohibir la práctica a los trabajadores. Cualquier persona que no fuera “transformada” tenía que ser denunciada. La directora de la fábrica dijo: “¿Acaso no es razonable permitir que la gente elimine sus enfermedades y se mantenga saludable?”. El jefe de la agencia gubernamental golpeó la mesa, iba a arrestar a la directora de la fábrica en ese momento. La directora dijo en voz baja: “Hay varios formularios para que completen y prometan no practicar más Falun Gong. Nunca les di esos formularios, pero yo misma los he completado por ustedes”. Y ella también me dijo: “Tienes que practicar bien Falun Gong. Recuerda, yo he visto tus cambios. Cuando me retire, practicaré contigo. Somos como hermanas. Si podemos tener un cuerpo saludable a medida que envejecemos y no causar molestias a nuestros hijos, entonces eso no tiene precio”.

Cuando mi consciencia despertó

Un día, un compañero practicante me dio un folleto de Falun Gong. Era sobre practicantes que habían ido a Beijing para apelar por el derecho a practicar pero que habían sido arrestados, o enviados de regreso a donde provenían, para ser luego víctimas de la persecución.  Dos de los que habían sido arrestados eran de mi ciudad.

Uno de los casos de practicantes era sobre una joven practicante que había sido víctima de agresiones policiales con picanas eléctricas durante cuatro horas. Ella terminó con fiebre e inconsciente. El otro caso era sobre dos estudiantes que fueron golpeados severamente, y agredidos con picanas eléctricas. No podían caminar y tenían sus cuerpos cubiertos por moretones. El caso de una mujer de 56 años de edad, Chen Zixiu del distrito de Weicheng, en la ciudad de Weifang, murió en tres días por los golpes que sufrió. Cuando la familia vio el cuerpo, tenía sangre en su boca, los dientes rotos, hinchazón en el estómago, y sus piernas y nalgas estaban moradas. Otra practicante había sufrido la agresión de picanas eléctricas en su boca. Tenía grandes ampollas en toda su boca, sus labios estaban salidos hacia afuera y su cara estaba destrozada…No pude seguir leyendo.

Mi corazón estaba herido. ¿Cómo no podía existir la ley y el orden? Ayer, todos los periódicos y los programas de TV alababan y promovían Dafa, hoy la sangre estaba por todos los lados. Mi corazón estaba en un estado extremadamente doloroso y pesado. Mi consciencia me decía que no podía permitir que ellos [el régimen comunista chino] persiguieran a buena gente, yo no podía permitir que ellos persiguieran a mis compañeros practicantes, y no podía permitirles que despreciaran a los chinos de esa forma. Yo quería hacer que los chinos conocieran qué era lo que estaba pasando realmente en China.

Esa noche, tomé las llaves de  la oficina de mi esposo. En ese momento, era el gerente del departamento de ventas. Fui a su oficina e hice varias copias de folletos de clarificación de la verdad sobre Dafa. Lo metí en sobres y los envié. Juré en mi corazón que haría esto hasta el final de la persecución. Más tarde compré mi propia copiadora.

Sobre el incidente de la autoinmolación en Tiananmen

En 2001, justo antes de la víspera del Año Nuevo Chino, mi lugar de trabajo estaba sumergido en el miedo. Había muchos casos de policías y de autoridades que venían a arrestar a practicantes de Falun Gong a la luz del día. Nadie podía detenerlos. Arrestaban a aquellos que encontraban y no había ninguna negociación. Antes de que el día terminara, yo era la única que no había sido arrestada. El director de la división estaba en mi oficina todo el tiempo y sus ojos expresaban mucho miedo y preocupación. Una joven compañera de trabajo de mi oficina se sentó a mi derecha y estaba aferrada a mi brazo. La persona a cargo de la seguridad de nuestra fábrica también estaba. La directora de la fábrica lo llamaba frecuentemente y le preguntaba sobre mí. La tensión se sentía incluso en el aire. Cuando ya era hora de retirarme, el director de la división estaba preocupado y me dijo: “Si la policía va a tu casa e intenta arrestarte, escribe cualquier cosa que te pidan. No importa qué, no dejes que te arresten y evita pérdidas”. Mi compañera de trabajo y el encargado de la seguridad me observaron hasta que desaparecí en la distancia.

Fui directamente a la compañía de mi esposo, y fuimos a comprar petardos para el nuevo año. Tan pronto como llegamos a casa, vi a un policía que estaba esperando por mí (mi hijo estaba en casa). Cuando el policía me vio, me dijo alegremente: “No creo realmente que haya un miembro de Falun Gong en mi jurisdicción, escondido entre ustedes” (porque donde vivíamos no coincidía con los registros de nuestra familia). También nos amenazaba y nos decía: “Decídanse. ¿Dónde quieren pasar el Año Nuevo Chino, en casa, o en el campo de trabajo forzado de Masanjia? Si quieren pasar el Año Nuevo en casa, entonces firmen una declaración de garantía. Dos cosas: primero, tienes que prometer que no irás a Beijing a apelar por Falun Gong, durante el Año Nuevo o después. Segundo, tienes que garantizar que no practicarás Falun Gong nunca más y que cortarás completamente todos tus asuntos con Falun Gong”. Luego, él señaló a mi hijo y dijo: “Mira qué bueno es tu hijo. ¿Por qué practicas Falun Gong? Si continuas practicando, te diré que tu hijo no podrá asistir a la universidad en el futuro. ¿Acaso no estás arruinando las oportunidades de tu hijo?”.

Tan pronto como mi hijo escuchó esto, él respondió directamente: “Si mi madre puede tener una buena salud, no la culparé si no puedo ir a la universidad”. Le conté sobre mi pobre salud antes de empezar a practicar Falun Gong y de mi mejoramiento general. El hombre aún insistía para que escribiera la “declaración de garantía”. Me dijo que si yo no la escribía, él me arrestaría y me enviaría al campo de trabajo forzado de Masanjia. Dijo que obtendría una recompensa por hacer eso. Mi hijo se preocupaba verdaderamente, y le dijo al policía: “No puedes arrestar a mi mamá ni enviarla al campo de trabajo forzado de Masanjia. Ese es un lugar para las malas personas y los criminales. Mi mamá no es una mala persona, y no es una criminal. Además, ¿sabías que unas 18 practicantes mujeres en el campo de trabajo forzado de Masanjia fueron desvestidas a la fuerza y arrojadas a las celdas de hombres criminales que las violaron? Esto fue expuesto en todo el mundo. ¡No te permitiré que envíes a mi mamá a un lugar como ése!”. Luego de que el policía escuchara esto, junto a mi hijo, se mantuvo en silencio por un momento, y dijo: “No quiero enviar a tu madre a ese lugar, no quiero enviar a tu madre a ese lugar”. Abrió la puerta y se fue.

Ocho días después, era el séptimo día del Año Nuevo Chino, la estación de televisión informó sobre el incidente de autoinmolación en Tiananmen, shockeando a la nación entera. De repente me di cuenta que los arrestos de los practicantes de Falun Gong antes del Año Nuevo Chino y forzarlos a escribir las declaraciones de garantía  para prometer que no irían a apelar a Beijing, era todo orquestado para maquetar este incidente. Algo realmente despreciable. En nuestros libros de Dafa, el Maestro nos ha dicho, desde hace mucho tiempo atrás: “Por lo tanto, cometer suicidio es un pecado”(“Conferencia en Sydney”). ¿Cómo podría cualquier practicante de Falun Gong atreverse a cometer suicidio? Este tipo de engaño es inmoral. ¡Esto es engañar a la gente! Además, cuando el régimen chino informó el incidente al extranjero en el quinto día del Año Nuevo, fue informado que cinco practicantes se inmolaron en la plaza Tiananmen. Pero cuando fue informado en China, en el séptimo día, no eran cinco personas, eran siete. Las dos personas más eran niños. Las mentiras ya se habían convertido en un auto engaño.

Cualquier persona debe pensar sobre esto, si Falun Gong era verdaderamente como lo que decía la TV oficial y los periódicos, ¿quién seguiría practicando? ¿Acaso los practicantes de Falun Gong no piensan por sí mismos? La verdad no puede ser reprimida. Ahora Falun Dafa se ha difundido a más de 100 países y regiones y ha recibido reconocimientos y honores de cada país. ¿Acaso no es la gloria de la nación? ¿No es una demostración y una validación de cuán extraordinario y profundo es Falun Dafa? ¿Acaso no es algo bueno? Sería un honor para el régimen chino y el pueblo chino. ¿No es algo para estar orgulloso? Si realmente sería como lo informa el régimen chino, entonces los practicantes de Falun Gong habrían sido deportados de otros países hace mucho tiempo atrás. ¿Por qué no podemos aceptar este honor en vez de despreciarlo? Como chinos, hemos tenido toda clase de experiencias de movimientos políticos, uno detrás de otro. ¿Quién podría creer fácilmente y casualmente en algo o hacer algo que fuera riesgoso para su vida? ¿Esto no es algo de lo que verdaderamente deberíamos reflexionar?

Los practicantes de Dafa propician la estabilidad social y la armonía

Los practicantes de Dafa son personas rectas y amables, por los requerimientos de Dafa, y son muy beneficiosas para el país y la sociedad. Mi familia es un buen ejemplo, mi marido fue despedido en el año 2000 y empezó una compañía de ventas. En los últimos diez años, hemos apoyado a dos estudiantes graduados. Uno de ellos fue a Estados Unidos para continuar sus estudios.

Mi marido es el mayor de cuatro hermanos. Sus padres han muerto hace años. Su hermano menor ha estado enfermo por muchos años y no puede trabajar. Su segunda hermana está divorciada y perdió su trabajo muy joven. La hermana menor también perdió su trabajo muy joven. No ha ido bien financieramente. Desde la escuela media hasta la secundaria y la universidad, pagamos toda su alimentación y parte de sus gastos para vivir. También pagamos por todos los gastos médicos de su hermano y de sus hermanas. Incluso cuando sus casas fueron demolidas y ellos fueron trasladados, les dimos un lugar para vivir. Yo también les compraba ropa y otras cosas que necesitaban para. Desde que he estado cuidando a los hermanos de mi esposo, él también es muy cuidadoso y atento con mi familia. Nuestra vida juntos es muy feliz. Piensen sobre eso ¿acaso no es lo más armonioso, lo más sólido, y la base más estable para la sociedad, para el país? Si todos tuvieran buena salud, consideraran a otros primero, cuidaran de los demás, y siguieran los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, entonces, ¿esta no sería una sociedad y un país tan armonioso, tan cálido, tan feliz y tan maravilloso? ¿No sería algo que pudiera lograrse? ¿No sería algo que se pudiera promover? ¿Por qué los hechos tienen que ser distorsionados, invertidos, la gente engañada y el odio promovido?

Mis deseos

Una y otra vez, en China, la verdad sobre Falun Dafa es distorsionada, difamada, severa e inhumanamente perseguida. Esto me ha hecho ver más claramente la verdad y la oscuridad. Actué por mi conciencia, la gratitud que tengo porque Dafa me ha dado una segunda vida, y he ido a Beijing y Tiananmen para gritar mis profundos deseos, como una ciudadana china común y como una practicante de Falun Dafa. Pegué los cinco caracteres dorados chinos que son conocidos en todo el mundo: “¡Falun Dafa es bueno!”, sobre varios postes en muchos lugares alrededor de la entrada a Tiananmen.

Año tras año, día tras día, enviamos materiales de clarificación de la verdad, folletos, y CDs a miles y miles de familias, y le decimos a cada persona con una relación predestinada sobre la verdad de Falun Dafa. Les decimos que tienen que renunciar al partido comunista y a sus organizaciones para salvar sus vidas. Hacemos esto desde lo profundo de nuestros corazones y de nuestra consciencia. Nuestra meta es decirle a todo el pueblo chino que no crean las mentiras y los engaños. Esperamos sinceramente que cada chino que ha recibido materiales de clarificación de la verdad conozca la verdad sobre Dafa y conozca lo que está sucediendo a su alrededor. También, espero que tú atesores estos materiales de clarificación de la verdad porque éstos están hechos del trabajo duro de los practicantes de Dafa y son el resultado de la vida frugal que llevan para realizarlos; contienen los buenos y sinceros deseos de los practicantes para ti. No lo lamentarás. Espero sinceramente que cada chino tenga un brillante futuro.