[Minghui Net] El 13 de mayo de 2012 marcó el vigésimo aniversario de la introducción de Falun Dafa al mundo; también fue el Día Mundial de Falun Dafa. He practicado Falun Dafa por dieciséis años, y no puedo compensar la salvación misericordiosa de Shifu. Me gustaría compartir mi experiencia personal para decirles a los lectores cuán afortunada soy de practicar la cultivación en Falun Dafa.  

Tengo sesenta y dos años de edad, soy saludable físicamente, de buen carácter, optimista, alegre y bondadosa con otra gente. Antes de la práctica de cultivación, no era así. Sufría de síndrome de Méniere (sordera progresiva, repiqueteo en el oído y mareos), anemia, problemas estomacales, inflamación severa de la vejiga urinaria, proliferación de colágeno en cuatro o cinco vértebras lumbares y nervio ciático pinchado. Estaba parcialmente paralizada, no podía pararme, sentarme, dormir ni caminar. Lloraba todos los días y estaba al borde de una crisis nerviosa. Estaba postrada en cama y no pude trabajar por seis meses. Buscaba curas por todas partes, con pocos resultados. Desarrollé mal carácter por la enfermedad. Además, había perdido la visión en mi ojo izquierdo. Perdí todas las esperanzas. Solo porque no quería dejar a mi amada hija, soporté el sufrimiento y esperaba que alguien pudiera salvarme y cambiar mi vida.

Finalmente, el 8 de enero de 1996, me topé con la oportunidad que salvaría mi vida, la que había esperado por toda la vida. Con la ayuda de un familiar, leí el libro del Maestro Li Hongzhi “Zhuan Falun”. Entendí que todo el sufrimiento y la felicidad son el resultado de la retribución del yeli; que “Zhen-Shan-Ren” es la característica del universo, el único criterio para discernir la gente buena de la mala.

Shifu dijo:

“Siendo un humano, al poder conformarse a esta característica del universo Zhen-Shan-Ren, recién entonces se es una persona buena…”.  (Zhuan Falun)

Quería ser una buena persona, una cultivadora genuina. A partir de ese momento, empecé a practicar Falun Dafa y comencé una nueva vida. Poco después, empecé a ir al sitio de práctica y los dolores producidos por mis enfermedades se aliviaron y luego desaparecieron. Desde entonces, he gozado de un cuerpo y una mente saludable. A todos los que me encuentro les digo: “Falun Dafa me salvó, el Maestro Li Hongzhi me salvó”. Milagrosamente recobré la visión del ojo izquierdo dos años y tres meses después de haber comenzado la práctica.   

Esta historia se remonta al tiempo cuando tenía diecisiete años. Alrededor de las 3:00 p.m. del 30 de septiembre de 1967, mi madre estaba por coser con una aguja grande varias piezas tejidas para confeccionar un suéter o pulóver. Por curiosidad, me senté junto a ella ya que quería aprender a coser. Justo en el momento en que mi madre jalaba la aguja, me incliné para ver. La aguja penetró mi ojo izquierdo. Grité del dolor, y me lagrimeaba el ojo. Mi madre estaba asustadísima y mi padre dijo: “Apúrense – vamos al hospital”. Sin embargo, eran los tiempos de la Revolución Cultural y la gente en toda China estaba involucrada en eso. Nadie trabajaba en los   hospitales, y todos los médicos se habían escondido; por eso no pudimos encontrar uno. Mi madre y yo regresamos a casa descorazonadas. Lágrimas continuaron vertiendo de mi ojo izquierdo hasta la siguiente mañana. Fuimos esa mañana al único hospital en operación – el hospital Xinan en Chongqing. Luego de examinar mi ojo, el médico dijo: “El ojo es como una bolsa de agua. Cuando se pierde el agua, se pierde la vista”. Básicamente, nos dijo que no había medio de curar el ojo.

Fue un golpe muy duro para mi madre y empezó a llorar. No podía hacer nada salvo aceptarlo. Entonces, me dijo acerca de una predicción proveniente de un monje Taoísta. Cuando tenía dos o tres años de edad, un monje Taoísta que pasaba por allí le dijo: “Señora, ¡sáquele un palito de la fortuna para su hija! Mi madre le contestó: “¿Por qué para una niñita?” Bajo la insistencia del monje, mi madre pidió que eligiera un palito. Sacudí la vasija de bambú y salió un palito de la suerte.  El monje lo leyó y le explicó: “No importa qué edad tenga tu hija, deberá desfigurarse, sino, no se casará”. Desde entonces, mi madre era muy cuidadosa y temía que algo me sucediera. Nunca pensó que la predicción se hubiese hecho realidad ya que estaba por cumplir los diecisiete años. Después de contarme la historia, me miró sin poder hacer nada: “Hija, parece que tienes que sufrir esta tribulación en tu vida”. ¡Efectivamente! Si una tribulación está predestinada, ¿quién puede escapar de ella? Desde que perdí la vista en el ojo izquierdo, tuve que usar mi ojo derecho para todo. Así terminé con este impedimento a esa temprana edad. No es difícil imaginar que tuviera mas penas que felicidad en mi vida. No fue hasta en 1996 que todo cambió completamente cuando empecé a practicar Falun Dafa.

El 22 de abril de 1998, mi esposo estaba tan molesto en la mesa del comedor que casi probó bocado. Estaba preocupada,  le pregunté qué había pasado. Me dijo: “Delante de mí, el director de la empresa invitó a varias personas a cenar con él (pagado por la empresa), y no me invitó. Obviamente, lo hizo para avergonzarme. Quizás me guarda rencor por no haberlo invitado al matrimonio de nuestra hija”. Le dije: “Tu estómago no está bien. Si fueras, comerías y beberías cosas no saludables, no es bueno para ti. ¿Para qué molestarse? Es mas, cuando los otros trabajadores se enteren que tu grupo utilizó su dinero para comer y beber, también se resentirán. ¿No crees que es bueno que no te haya invitado?” Sin embargo, mis palabras no fueron efectivas. En vez, me golpeó en el ojo izquierdo cegado.

Mi esposo conoce las artes marciales, y me golpeó bien duro. Todo el resentimiento que sentía por el director lo tomó conmigo. Mi ojo izquierdo inmediatamente se hinchó, luego un círculo morado salió, como un panda. Pensé: “No se cultiva, no es practicante. Esto es realmente difícil para él, ¿cómo lo podría tolerar?” No le tuve resentimiento. Me paré delante de la foto de Shifu y dije: “Shifu, soy tu discípula. Estoy siguiendo el estándar de Dafa de no devolver el golpe cuando se me golpea o se me insulta. Seguiré los requerimientos de un cultivador”. No pensé que hubiese algún problema. Calmadamente regresé a la mesa del comedor y le dije a mi esposo: “No te sientas tan mal. No te odio. ¡Comamos!” Si esto hubiese ocurrido antes de que comenzara la cultivación, no pudiera mantenerme calmada ni ser tolerante. Le aconsejé bondadosamente pero en vez me golpeó. Hubiese devuelto el golpe o divorciado. Sin embargo, porque empecé a practicar Falun Dafa, sabía que un cultivador no puede tratar a la gente con el razonamiento típico – ojo por ojo, diente por diente; necesitamos utilizar “Zhen-Shan-Ren” como nuestra guía, actuando virtuosamente cuando encaramos odio y resolviendo resentimiento con bondad. Podemos realmente ser calmados y tolerantes, aun cuando estamos lastimados. Lo traté como siempre. Cuando cenamos juntos, tomé la iniciativa de hablar con él, aunque era yo la que estaba pasando la tribulación. Todavía le tengo afecto y lo consolaba. Lo más extraño fue que tenía lágrimas como hace treinta años atrás. Sabía que Shifu me estaba probando para ver si realmente podía descartar el apego cuando me lastimaban y me maltrataban.   

La tolerancia sin descontento ni odio mostrada después del incidente hace contraste claro con lo que era anteriormente, impaciente y que no perdonaba fácilmente. Mi esposo estaba profundamente conmovido y se sintió culpable. Cuatro días después, en la noche, me despertó y me preguntó: “¿Qué has pensado estos últimos días?” Le dije: “No pensé en nada”. Volvió a preguntarme: “¿No pensaste en divorciarte de mí?” (En el pasado, cuando me ofendía, lo amenazaba con divorcio). Le contesté: “No, ¿por qué?” – estaba confuso.

Le recité las enseñanzas de Shifu y Falun Dafa:

“Una persona virtuosa siempre mantiene un corazón de compasión. Sin ninguna queja ni odio, toma la dificultad como alegría”. (“Grado de conciencia” de Escrituras Esenciales para Mayor Avance) 

Se sentó tranquilamente en la cama y escuchó. Pude ver que estaba conmovido por el Fa de Shifu. Sus ojos enrojecieron y trataba de contener sus lágrimas. Me dijo: “Recítalo de nuevo”. Lo recité nuevamente. Dijo: "No sé cómo compensarte. Compraré un tratamiento médico para ti”. Lo consolé: “No es necesario, estaré bien dentro de poco”.

En la sexta noche después del incidente, me encaminaba al sitio de práctica. Inconscientemente me tape el ojo derecho, y me di cuenta inmediatamente que mi ojo izquierdo podía ver – una casa, luego un árbol. Saqué el libro Zhuan Falun, y los tres caracteres del título se mostraban claramente ante mí. Pensé: “¡Shifu! ¡Mi ojo puede ver ahora, luego de haber perdido la vista treinta y un años! Simplemente porque mi xinxing mejoró un poquito y seguí tus requerimientos, removiste esta tribulación y cambiaste mi vida; ¿cómo podré algún día pagar tu bondad?” Expreso mi más profunda gratitud a Shifu. ¡Gracias Shifu por tu salvación misericordiosa!

Justo en ese momento, tuve un entendimiento mas profundo del Fa:

“Por eso, cuando algunas personas tienen una tribulación o les pasa algo desagradable, en realidad, están todos pagando su ye en la retribución del yeli”.

“…debes prestar atención a la cultivación-refinamiento del xinxing, debes cultivarte y refinarte de acuerdo con la característica del universo Zhen-Shan-Ren y quitar los deseos, los corazones que no son buenos y las ideas de hacer maldades entre la gente común. Con apenas una pequeña elevación del reino de conciencia, algunas de las cosas malas propias ya son eliminadas”.

“La cultivación depende de uno mismo, el gong depende del shifu”. (de Zhuan Falun)

He quedado maravillada con el milagro de Dafa. Recobrando la visión luego de treinta y un años de ceguera es imposible con la medicina moderna, pero me ocurrió porque seguí los requerimientos de un cultivador.

Shifu también dijo:

“Siendo una persona que se cultiva y refina, el camino de tu vida humana puede ser cambiado para ti; sólo el xiulian puede cambiarlo”. (Zhuan Falun)

No pude contener mi entusiasmo. Me apuré para llegar al sitio de práctica para compartir mi alegría por la recuperación de mi vista con los compañeros practicantes. Todos reconocimos que el Fa es absolutamente verdadero.

Shifu dijo:

 “Fo Fa” es lo más preciso y profundo. Él es la ciencia más prodigiosa, insondable y sobrenatural entre todas las exposiciones académicas del mundo. (“Lunyu” de Zhuan Falun)

Hoy, Falun Dafa se ha difundido a más de cien países y regiones. Hay varios miles de practicantes que se han beneficiado con Dafa y han mejorado su carácter moral. Contribuimos grandemente a la sociedad y a nuestras familias. No perseguimos dinero o poder; solo queremos ayudar a que más personas se beneficien de Dafa, tal como lo hemos hecho. Deseamos decirles a más personas acerca de este Fa verdadero.