[Minghui Net] No hace mucho tiempo tenía con frecuencia, opiniones sobre algunos compañeros  practicantes. Siempre pensaba en lo que hacían mal o cómo tenían que mejorar. Me preocupaba mucho por ellos. Sentía que tenía que ayudarlos, así que dediqué varios días reuniéndome y hablando con estos practicantes. Estaba tan ocupada haciendo esto que no podía estudiar bien el Fa. Sentía como que existía una gruesa barrera en mi cerebro. Mis ojos podían leer las palabras y mi boca podía pronunciarlas, pero realmente yo no estudiaba el Fa ni entendía los principios del Fa.

Sabía que algo estaba mal, así que envié pensamientos rectos varias veces pero esta situación no mejoró. Todavía seguía ocupada con esa clase de cosas todo el día.  Estaba estudiando el Fa como si fuera un trabajo. A medida que pasaba el tiempo el sentimiento de que había una barrera en mi cabeza se hacía más y más fuerte. 

Por ese entonces el Maestro nos dijo:

“Cuando tus pensamientos encajan con el estado de cualquier tipo de vida, ese tipo de vida inmediatamente genera un efecto”.

“De hecho, son tus apegos los que causan que esos generen un efecto, y que de esta manera fortalezcan tus apegos”. (Los Dafa dizi deben estudiar el Fa)

¡Es verdad! ¿Cómo podía obtener el Fa con tantos apegos? ¿Cómo no podían interferir estos apegos? ¿Cómo podría mandar pensamientos rectos en tal estado?

Cuando miré hacia dentro, encontré muchos apegos. Descubrí que siempre culpaba a los demás cuando me enfrentaba a cualquier problema. Me preguntaba: “¿Por qué él era así?”. Sin embargo no pensaba en lo que yo hacía. Ya se había hecho normal en mí culpar a otros y quejarme de ellos. Yo no consideraba primero a los demás. No me comportaba de acuerdo al principio de “mirar hacia dentro”. Mirar hacia dentro se convirtió meramente en palabras vacías y me hice egocéntrica. Quería oír cosas agradables y buscar mi conveniencia.

Me pregunté por qué solo veía los defectos de los demás. ¿Por qué no veía sus virtudes? Los defectos que yo veía eran para ayudarme a mejorar. Eran espejos de mí misma y no valoraba las oportunidades para superarme.

Dediqué tres días a mirar hacia dentro. Puse el estudio del Fa como mi prioridad de cada día. Al estudiar el Fa crucé mis piernas y me concentré. Eliminé interferencias externas y malos pensamientos y estudié el Fa con todo mi corazón. La barrera desapareció muy pronto y sentí a mi verdadero ser comenzar a estudiar el Fa.

Estudié “Los Dafa dizi deben estudiar el Fa” del Maestro, una y otra vez. Me  exigí a comportarme de acuerdo con el Fa y medir cada uno de mis pensamientos con el Fa.

Hace unos cuantos días invitamos a un compañero practicante que hace trabajos técnicos para que reparara nuestras impresoras. Durante varios días estuvo muy ocupado reparándolas, pero algunas impresoras dejaron de funcionar nuevamente. Él decidió entrenarnos para que, posteriormente, pudiéramos resolver los problemas de las impresoras nosotros mismos. Con el objetivo de ahorrar tiempo conseguimos una impresora descompuesta que tenía que repararse e invitamos a otros practicantes a incorporarse con nosotros al entrenamiento. 

La practicante que facilitó su casa se molestó cuando vio llegar a tantas personas al entrenamiento. Ella gritó: “¿Qué están haciendo aquí? Ustedes dijeron que solo necesitaban un lugar para reparar las máquinas, ¿por qué están todas estas personas aquí? Tienen que irse inmediatamente”. Yo le dije, “Vinieron aquí desde muy lejos y solo podrán regresar a su casa más tarde, cuando mucho por la noche”. 

Pensé: “Ella es tan egoísta y no considera a los demás. Su impresora fue reparada, así que no le importan los demás”. Mientras me quejaba, se me ocurrió que debería mirar hacia dentro. Entonces me di cuenta que no estaba pensando en esta compañera practicante en lo más mínimo. Estaba estresada y más allá de su límite de tolerancia. Además me di cuenta que no me había comportado con respeto hacia ella porque no le había informado de mis planes de antemano. Me calmé inmediatamente y el problema fue resuelto al final de cuentas.

Además, en esta ocasión escribí este artículo, para compartir, yo misma. Esta era la primera vez que escribí. Anteriormente le pedía a esta compañera practicante, que se había molestado tanto, que lo escribiera por mí. Ella tiene un trabajo muy pesado y se queda trabajando hasta muy tarde por la noche. Nunca pensé en esto cuando le pedía que escribiera por mí. Siempre le pedía que escribiera cuando tenía que presentar un artículo. Después yo me iba a descansar y me iba a la cama enseguida, pero ella tenía que quedarse despierta  hasta muy tarde para terminar otras cosas. Ahora me siento avergonzada y quiero disculparme con los otros practicantes. Así que esta vez me dije que tenía que terminar el artículo yo misma para que los otros compañeros practicantes puedan tener más tiempo para estudiar el Fa.     

Aprendí a dejar mis apegos y considerar primero a los demás. Aunque este es el comienzo, continuaré siendo diligente hasta que se convierta en un hábito para mí.