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Me sentí muy bendecida al haber obtenido el Fa, el 2 de abril de 1999. Antes de cultivarme, tenía cirrosis, nefritis y otras enfermedades. Todo mi cuerpo estaba hinchado, y estaba tan mareada que no podía mantenerme de pie. Incluso los médicos no me recetaban nada, porque los medicamentos no sólo no me ayudaban, sino que me hacían sentir peor. Estaba tan enferma que el personal del hospital estaba seguro de que iba a morir. Los médicos le dijeron a mi familia que me dieran una buena comida ¡antes que muriera! Sin embargo, en el fondo de mi corazón, nunca perdí la esperanza. Rogué a los dioses y fo todos los días. Me sentí como si estuviera esperando que sucediera algo milagroso.

Antes de obtener el Fa, siempre soñaba con una grúa y un niño celestial que sosteniendo un libro me decía: "¡El Fa Celestial ha llegado!". Yo no sabía lo que quería decir. Cuando era niña, vi caballos blancos, dragones, aves fénix, y doncellas celestiales volando por los cielos, ¡y pensaba en lo maravilloso que debía ser volar allá arriba con ellos! Cuando les dije a los demás lo que vi, nadie me creyó. Siempre he creído que los dioses y fo existen, y siempre los he adorado desde muy pequeña.

Un día, estaba sentada en las gradas de mi puerta y vi a la tía Wang con un libro en la mano. La flor de loto en la parte posterior del libro se asemejaba a la flor de loto que vi en mi sueño. Y le dije: "Quisiera echar un vistazo a tu libro. Me preguntaba por qué la flor de loto del libro lucía exactamente al de mi sueño". Cuando abrí el libro (Zhuan Falun), la foto del Maestro del libro era exactamente igual al fo que vi en mi sueño. "¡Es el Maestro!". Sostuve el libro en mi pecho, las lágrimas corrían por mi cara: "¡Te he encontrado! ¡He encontrado al salvador!". No quería soltar el libro. La tía Wang estaba muy sorprendida, y me dijo: "Nadie cree lo que trato de decirles. Pero tú me paraste por el libro. ¡Qué gran predestinación la que tienes con Dafa!

Sentí una corriente de calor atravesando todo mi cuerpo. Entonces, experimenté una especie de confort que nunca había sentido antes. Fui al baño, incluso antes de que terminara de leer el libro. Yo sabía que el Maestro estaba limpiando mi cuerpo. Después de eso, me convertí en una persona nueva. Mi rostro pálido y enfermizo se volvió rosado. Estaba completamente libre de enfermedades. Hasta la enfermedad de mi marido desapareció. El Maestro me dio una segunda oportunidad de vida. Maestro le doy las gracias por su compasiva salvación. ¡No tengo palabras para describir lo agradecida que estaba al Maestro!

Debido a que me beneficié enormemente de Dafa, le hablo a la gente acerca de las bondades de Dafa donde sea que vaya. Al ver los grandes cambios en mi persona, mucha gente también comenzó la práctica.

Cuando la persecución de Dafa comenzó el 20 de julio de 1999, me puse a llorar, pensando que había tanta gente que aún no había obtenido el Fa y no sabían de su bondad. Me dije que tenía que dejar de lado mi ego y salir a las calles a aclarar la verdad y decirle a la gente que nuestro Maestro era inocente. Poco tiempo después fui detenida por la policía, que me puso en un centro de detención durante 49 días. Durante ese tiempo, aclaré la verdad a la policía y les dije que los practicantes de Dafa somos buenas personas. Algunos de ellos simpatizaron con nosotros. Me dijeron que no querían perseguirnos, pero tenían órdenes de arriba.

Después que salí del centro de detención, seguí aclarando la verdad a la gente. Un día, dos practicantes jóvenes y yo fuimos a otro pueblo para esclarecer la verdad. Cuando llegamos estaba nevando y comenzaba a oscurecer. Habíamos llevado material informativo y le aclaramos la verdad a una persona en el autobús. No sabíamos que era un policía encubierto. Después de que se bajó, empezó a llamar por teléfono. Sabíamos que algo andaba mal. Inmediatamente nos quitamos los abrigos. Pronto, varios coches de la policía llegaron y la policía comenzó a buscar personas que usaran abrigos. No pudieron encontrarnos. Con la ayuda del Maestro, escapamos del peligro. No queríamos tomar la carretera principal, así que tomamos una vía menor. Estaba oscuro y la carretera estaba resbaladiza. No podíamos ver los agujeros en la carretera. Pedimos ayuda al Maestro. De repente, un hombre mayor con una linterna salió en busca de su hijo. Nos llevó hasta una autopista. Debido a que todavía estaba muy oscuro, no se podía ver nada. De repente, una linterna encendida apareció a unos tres o cuatro pasos delante nuestro. Después de aproximadamente una hora, llegamos a casa. Entonces la linterna desapareció. Sabíamos que el Maestro nos había ayudado a llegar a casa a salvo.

Un día, el Maestro en un sueño me dio una pista para que fuera a ver a una persona mayor en un templo. Fui allí a la mañana siguiente. Un anciano se me acercó y dijo: "Estoy buscando a una señora con 'Yu' en su nombre". Le dije que era yo. Y añadió: "Vi a lo lejos un halo en la parte superior de tu cabeza. No es fácil para mi venir aquí (él era un distinguido taoísta de más de 90 años de edad en aquella montaña). Si no te hubiera visto en esta ocasión, me hubiera arrepentido por el resto de mi vida. Para verte, tuve que esperar siete vidas". Le di una copia de un folleto de aclaración de la verdad. Él dijo que eso era lo que quería. Las lágrimas rodaban por su rostro. Dijo que había encontrado el "verdadero oro". Yo estaba muy conmovida por él. Antes de irme, le di varios libros escritos por el Maestro. Derramamos muchas lágrimas juntos.

Después que Dafa fue perseguido, mis amigos y familiares trataron de impedir que siga practicando, ellos creyeron las mentiras venenosas inculcadas por el perverso partido. Sin embargo, a través de mi esclarecimiento de la verdad y viendo mi experiencia personal, ahora me apoyan. Algunos incluso ahora practican Dafa. Todos saben que Dafa es recto, y han renunciado al perverso partido.

Me cultivo con el gong semi abierto. Sé que estoy cultivándome de ese modo, porque el Maestro quiere que salve más seres. Estoy ocupada todo el día aprovechando cada oportunidad de salvar más seres. El Maestro me ha dado mucha sabiduría. Diga lo que diga por lo general fácilmente penetra en los corazones de la gente. Muchas de esas personas a las que salvo aclarando la verdad, quieren que me quede más tiempo con ellos y que les diga más sobre la cultivación.

Me gustaría que toda la gente de la tierra, pudiera saber acerca de la verdad y la belleza de Dafa y que muchos seres pudieran ser salvados. También doy las gracias al Maestro por su gran labor de compasiva salvación. Yo voy a volver a casa con el Maestro.

Heshi.