Las últimas noticias sobre Wang Lijun, ex líder del departamento de policía de Chongqing y del departamento de policía de la ciudad de Jinzhou, una vez más corrobora el principio cósmico de que actuar mal trae malos resultados. Aunque Wang era muy arrogante durante la época en que estaba siendo usado por el partido comunista chino (PCCh), ahora está llegando a un vergonzoso final.

Escribo el siguiente relato para exponer uno de los peores crímenes de Wang Lijun contra los practicantes de Falun Gong en 2002. En aquella época, Wang era el líder del departamento de policía de la ciudad de Tieling. Con el fin de ser ascendido, participó activamente en la persecución a los practicantes de Falun Gong y cometió muchos crímenes graves. 

Ese año, algunos practicantes entrevistaron a aquellos practicantes que habían sido gravemente torturados. Filmaron las entrevistas, las volcaron a discos y planearon enviarlas al extranjero para exponer las fechorías del PCCh. Sin embargo, oficiales del grupo de la policía criminal del distrito de Yinzhou espiaron y vigilaron a estos practicantes de varias formas, como por ejemplo interviniendo sus llamadas telefónicas.

En octubre de 2002 arrestaron ilegalmente a más de 10 practicantes, incluyendo a Yi Liping, Wang Hongshu, Zhang Bo y Zhang Weiji. También se llevaron a parientes de los practicantes bajo custodia, así como a otros que estaban en los registros de llamadas de los practicantes. Al menos 4 casas de practicantes fueron saqueadas. Se confiscaron 15 discos que contenían entrevistas grabadas. Estas entrevistas contenían relatos de primera mano sobre la dura persecución, como por ejemplo practicantes que fueron torturados hasta quedar inválidos estando detenidos en el campo de trabajos forzados de Masanjia, el campo de trabajos forzados de Longshan, el campo de trabajos forzados de Fushun, el campo de trabajos forzados de Shenxin y el centro de detención de Dalian.

Con el fin de crear “pruebas”, lo oficiales del grupo de policía criminal torturaron gravemente a los practicantes detenidos. Los golpearon con tubos de gomas y los torturaron con “el gran colgado”, amenazándolos con sentenciarlos a cadena perpetua. Los practicantes fueron torturados sin descanso, día y noche. Incluso a media noche, se podían oír los sonidos de los practicantes siendo golpeados y sus gritos.

Tres practicantes, incluyendo a Wang Jie, estuvieron colgados durante dos días. Todo el peso de su cuerpo era soportado por sus muñecas y brazos, y era extremadamente doloroso. La grave torturá causó a Wang Jie perder la sensibilidad en sus pulgares durante 6 meses. Tampoco ha podido levantar su brazo derecho en 8 años.

 

Reconstrucción de tortura: el gran colgado

 

Durante ese tiempo, Wang Lijun visitó al grupo de policía criminal. Después de la visita de Wang, el líder del grupo rió a carcajadas frente a los practicantes: “Nuestro jefe a venido a vernos. Dijo que este es un caso principal y que quien participe recibirá buenas notas. ¡Seremos recompensados con un bono!”. La visita de Wang hizo que los oficiales se alegraran y elevaran la intensidad de la persecución.

Al final, los practicantes fueron sentenciados a entre 7 y 8 años de encarcelamiento y trabajos forzados. Fueron objeto de una larga detención y tortura, provocándoles graves daños tanto en su cuerpo como en su mente.

Versión en inglés: http://clearwisdom.net/html/articles/2012/2/25/131744.html