[Minghui Net] El 26 de junio de 2012, el artículo “Un excelente maestro de Lingyuan, provincia de Liaoning, arrestado” se publicó en Minghui. Dong Xiaoming aún está detenido después de cuatro meses de detención. Además, su caso fue presentado a la fiscalía solicitando una sentencia de prisión. 

Dong Xiaoming tiene 36 años de edad. Después de graduarse del colegio nacional (para maestros), tenía la opción de quedarse en la ciudad, donde tenía mejores oportunidades de carrera y vivienda. Sin embargo, decidió regresar y trabajar en su pueblo en la escuela elemental de Dongzhanzhi, en la aldea de Beilu, distrito de Lingyuan.

El Sr. Dong es un hombre alto, apuesto y con determinación noble. Pasó diez años en su escuela rural. Es amable, con los pies sobre la tierra, humilde, y ansioso por aprender, con lo cual se ha ganado el respeto de sus colegas y funcionarios de la escuela. A principios de este año, le asignaron una clase con estudiantes complicados. En un corto periodo de tiempo bajo su liderazgo, su clase se convirtió en la más disciplinada e hizo progresos académicos excelentes. Hay una historia interesante detrás de esto. En su clase, había un niño grande, que molestaba a un niño más pequeño. A menudo le quitaba su dinero, lo maldecía o lo golpeaba. Como resultado, el niño más pequeño lloraba. Sus compañeros denunciaban al niño grande, pero Dong tenía otros métodos. No lo reprendía o reportaba a sus padres, sino que hablaba con él en privado, explicándole los principios para ser una buena persona, y que el dolor y los sentimientos negativos eran lo que causaban su comportamiento. Le dijo que se pusiera en los zapatos de los otros niños. Eventualmente, este niño reconoció sus errores. Se disculpó sinceramente con el niño pequeño. Los dos estudiantes se hicieron amigos y nunca más tuvieron problemas entre ellos. Fue una suerte que estos niños tuvieran este gran maestro como el Sr. Dong. Sus padres estaban muy agradecidos con él. Hay muchos ejemplos como estos. 

Según sus colegas, las clases del Sr. Dong eran las que más asistencia tenían. Rara vez se tomaba tiempo libre. Su esposa lo apoyaba mucho. A menudo decía, “Si trabajo un poco más duro no hace mucha diferencia para mí, pero sí la hace para los niños de mi clase”.   

Después de su arresto, sus estudiantes pedían por él todos los días. Lloraban al teléfono: “Todos extrañamos al maestro Dong. ¿Qué crimen ha cometido? ¡Queremos que lo liberen para que nos enseñe de nuevo!”. Sus padres también solicitaron al rector que pidiera su liberación. 

Después de que el maestro Dong estuviera detenido durante dos semanas, más de diez personas fueron al buró de seguridad pública para pedir su liberación. Entre ellos había estudiantes, padres, aldeanos, maestros, e instructores escolares. El director del buró Wang Guillin se reunió con ellos. Ellos solicitaron la liberación incondicional del Sr. Dong, explicando que era una muy buena persona. Un instructor asistente salió y los amenazó: “¿Cómo se atreven a venir a aquí? Si siguen peticionando, perderán sus trabajos”.

Wang Guilin luego extorsionó dinero a la familia del Sr. Dong. Sus padres, esposa y parientes repetidamente solicitaron su liberación. Sabiendo cuán ansiosos estaban, Wang Guilin fingió tener simpatía hacia ellos y dijo: “Hoy en día, nadie se atreve a estar a cargo de Falun Gong. Soy el único que se atreve a hacerse cargo de estas cosas. Sin embargo, necesitan pagar 50.000 yuanes (más de 8000 USD) para su liberación. Además, tienen que mantener esto en secreto y nunca mencionárselo a nadie, sino, no puedo hacer nada”. Una familia rural no tiene esta cantidad de dinero. Wang Guilin conoce su situación, pero su naturaleza codiciosa es más fuerte que su bondad básica. La familia del Sr. Dong le creyó y pidió ese dinero prestado de donde pudo. Finalmente consiguieron el dinero y se lo dieron a Wang Guilin. Pero el Sr. Dong no fue liberado como se lo prometieron. Ahora, fue sentenciado a prisión, ya que su caso fue presentado a la fiscalía. 

El arresto de este excelente maestro ha tenido un impacto mayor en la gente local y en su sistema educativo, y muchas personas reconocen que el Sr. Dong está siendo tratado injustamente. Ciudadanos comentaron enojados: “Hoy día, el partido comunista chino solo hace cosas malas. No hay derechos humanos. La gente mala tiene un buena vida mientras que las buenas personas son perseguidas”.