Nombre: Ren Shuxian (任淑贤)

Género: Femenino

Edad: Más de cuarenta

Dirección: Desconocida

Profesión: Profesora de música

Fecha del arresto más reciente: 10 de septiembre de 2012

Lugar más reciente de detención: Centro de rehabilitación de drogadicción de Harbin (哈尔滨戒毒劳教所)

Ciudad: Jiamusi

Provincia: Heilongjiang

Persecución sufrida: Electrocutada, alimentada a la fuerza, privada del sueño, negado el uso del baño, trabajo forzado, palizas, estar colgada de esposas, esposada, encarcelamiento, aislamiento, saqueo de su casa.

Perseguidores clave: Zhu Tiehong (祝铁红 ), Chen Guohong (陈国红 ), Xu Meng (豏萌 ), Sang Zimei (桑子梅 )

[Minghui Net] La practicante de Falun Gong Ren Shuxian, de la ciudad de Jiamusi, provincia de Heilongjiang, fue sentenciada ilegalmente a siete años de prisión y estuvo encarcelada dos veces en campos de trabajo forzado por un total de tres años. Durante los diez años de encarcelamiento fue perversamente torturada. Dos años después de su liberación, fue arrestada de nuevo la noche del 10 de septiembre de 2012.

Ren era profesora de música en la sexta escuela secundaria del distrito de Nancha, ciudad de Yichun. Se graduó en el Departamento de Música de la Universidad Normal de Harbin y fue reconocida como uno de los “profesores excelentes” durante cinco años consecutivos. Participó en un programa de TV grabado por CCTV y la TV provincial. Fue admitida en un grupo artístico donde tocaba el tambor. Sin embargo, estuvo encarcelada durante diez años simplemente por creer en Verdad-Benevolencia-Tolerancia y ser una buena persona.

 

任淑贤一家

La familia de Ren Shuxian

Dos años de trabajo forzado

Ren, como le sucedió a muchos practicantes de Falun Gong, fue a Beijing para defender a Dafa cuando el partido comunista chino (PCCh) empezó a perseguir a Falun Gong el 20 de julio de 1999. Fue interceptada por oficiales del departamento de policía de Nancha, incluyendo a Wang Yakun, en la estación de ferrocarril de Harbin, fue llevada de regreso esposada y estuvo encarcelada diez días. A finales de septiembre de 1999, cuando se aproximaba la fecha sensible del 1 de octubre, ella y unos veinte practicantes de Falun Gong estuvieron detenidos durante más de veinte días en la división de rescate del fuego del departamento de policía.

Cuando una practicante fue arrestada en octubre de 1999, Ren acompañó a su hijo a la comisaría en búsqueda de su madre. Estuvo detenida en la comisaría de Minzhu y fue sentenciada a dos años de trabajos forzados porque persistió en su creencia. Fue llevada al campo de trabajos forzados de Xigemu, en la ciudad de Jiamusi, en noviembre de 1999.

En el campo de trabajo las practicantes soportaban condiciones intolerables. Eran forzadas a hacer trabajo duro cada día, incluyendo recoger guisantes y cargar y descargar camiones llevando bolsas que pesaban el doble que ellas. Trabajaban de 13 a 16 horas todos los días y a menudo eran golpeadas y castigadas. Su comida era lo que se utilizaba para alimentar a los pollos, incluyendo sopas viscosas con una gota de aceite.

En los días más fríos de invierno, tenían que lavarse y limpiarse los dientes con agua fría en el exterior. Tenían los dedos congelados, y mucha gente lloraba por la brutal temperatura. Cuando Ren superaba el tiempo concedido para lavarse, la guardia Zhu Tiehong le obligaba a quedarse en el exterior durante más de media hora. Su pelo mojado se congelaba y se le quedaba el cuello frígido. Casi perdió sensibilidad en las orejas debido a esto. Para resistirse a la persecución, los practicantes iniciaron una huelga de hambre.

Una noche, los guardias alimentaron a la fuerza brutalmente a los practicantes. Primero sacaron a Huang Shaobo y los guardias intentaron sujetarlo y alimentarlo a la fuerza. Ren gritó: “¡No persigan a los cultivadores!”. Los guardias dejaron ir a Huang y sujetaron a Ren contra el suelo de hormigón, la patearon y golpearon, y le insertaron por la nariz un tubo de goma morado gordo, que se utiliza solamente para el ganado. Incluso lo sacaron y metieron varias veces para aumentar el dolor. Le salía sangre por la nariz y la boca.

El guardia Zhu Tiehong ordenó a la reclusa Zhang Yan que continuara golpeando a Ren. Cuando Zhang no se movía, Zhu le abofeteaba la cara ferozmente. Zhu le dijo a la reclusa Wang Li que golpeara a Ren. Viendo que Zhang Yan le había abofeteado, Wang Li no se atrevió a desobedecer. Wang Li preguntaba a Ren mientras la golpeaba: “¿Seguirás practicando?”. Ren contestaba: “Aún practicaré”. Wang Li entonces continuaba golpeando a Ren. La cara de Ren estaba hinchada y se volvió morada. Zhu de repente se acercó y dio un puñetazo con rabia a Ren, causándole que casi se ahogara. Ren no podía levantarse y se derrumbó.

La comida con la que alimentaban a la fuerza a los practicantes era polvo de maíz crudo mezclado con agua fría con gran cantidad de sal. Si el practicante lo vomitaba, era alimentado a la fuerza otra vez. También abrían el cuello de la camisa del practicante para forzarle a vomitar dentro de su ropa. Afirmaban que Ren y Zhao Juan eran líderes de los practicantes, así que ambas fueron alimentadas a la fuerza con seis grandes tubos más. Casi cada practicante estaba ensangrentado por las alimentaciones. Tenían sangre y sal en la ropa. Una reclusa apellidada Zhou confirmó que se añadía una vasija de agua con dos bolsas de sal y que la policía les obligaba a añadir sal al agua.

Al día siguiente, Ren no podía levantarse. Cada paso le causaba un gran dolor y no se atrevía a respirar profundamente. Incluso en este estado, el guardia Mu Zhenjuan la obligaba a llevar bolsas de arroz para la cocina. Ella descubrió que las bolsas tenían letras rojas que decían “Concentrado Nº125 para gallinas ponedoras” Esta es la razón por la cual los pasteles de maíz que daban a los practicantes se rompían cuando los recogían.

 

酷刑演示:野蛮灌食(绘画)

Reconstrucción de tortura: alimentación forzada brutal

Ren se resistió a la alimentación forzada una vez, y dos fuertes guardias vinieron. Uno le agarró de las piernas y el otro de los brazos, y luego la echaron sobre un somier. Cuando golpeó el somier, sintió como si todos sus órganos estuvieran dañados. El jefe de sección, apellidado Xu, también utilizó picanas eléctricas para electrocutarle los muslos, estómago, manos y boca. Ren terminó con ampollas por todo el cuerpo.

En otra ocasión, Ren y Wang Junhua fueron esposadas a una cama de muerte. Un guardia dijo: “Ve por un tubo gordo para Ren”. Un doctor luego insertó un tubo de goma de mucho mayor diámetro por la nariz de Ren, causándole que sangrara profusamente. Después estos dijeron: “No es necesario que saques el tubo, así no tenemos que insertarlo de nuevo la próxima vez”.

Debido a que estaba tumbada sobre la espalda, se le llenaba la garganta de sangre. Si no tragaba la sangre, no podía respirar. Antes de las alimentaciones, el guardia sacaba el tubo, causándole mucho dolor. Diez días después, cuando le quitaron finalmente el tubo, su color original rojo había cambiado a verde oscuro. Incluso a los guardias les repugnaba verlo.

Cuando salieron noticias de que los practicantes estaban siendo alimentados con comida para gallinas, los guardias se enfadaron mucho y encerraron a varios practicantes, incluyendo a Ren, en celdas de aislamiento. Asignaron a una prostituta, Chen Guohong, que vigilara a los practicantes. Le autorizaron entrar en las celdas y golpear a los practicantes a voluntad. Era una sádica y tenía una cicatriz de 7,5 cm en la cara.

Durante los dos años de trabajo forzado ilegal, Ren estaba frecuentemente esposada, colgada de las barras de hierro de la ventana y era golpeada por el jefe Gong, Jiang Jianan, Sun Yumin y otros.

Ilegalmente sentenciada a siete años de prisión

El 22 de abril de 2002 por la noche, seis meses después de que Ren fuera liberada del campo de trabajo, más de diez oficiales del departamento de policía de Nancha y de la comisaría de Minzhu, incluyendo a Liu Junjie y Wang Yongkun, irrumpieron en casa de Ren y la saquearon. Cuando se la llevaron, engañaron a su marido diciendo: “No pasa nada, solo queremos hablar con ella”. Ignoraron los lloros de la hija de Ren.

Cuando Ren fue trasladada a la sala de interrogatorio del departamento de Nancha esa noche, se dio cuenta de que había sido una acción organizada y planeada, puesto que unos treinta practicantes ya estaban allí encerrados. Un policía apellidado Shi entró en las habitaciones una a una y golpeó a todo practicante que veía. Ren también fue golpeada y atada a una silla de hierro durante cinco días y cinco noches.

 

中共迫害法轮功学员的刑具:铁椅子

Silla de hierro que el PCCh usaba para perseguir a los practicantes de Falun Gong

Ren fue trasladada al centro de detención de Nancha el 27 de abril, donde le dieron trozos de pan contaminados con heces de rata y sopa de verdura con moscas, bichos y barro. Un guardia apellidado Yang causó problemas intencionadamente a los practicantes negándose a dejarles vaciar sus orinales, haciendo que la habitación apestara y que los practicantes no hicieran sus necesidades. Algunos practicantes se derrumbaban y lloraban.

Un día de julio, el guardia puso unos grilletes a Ren que pesaban unos 15 kilos. Estos no se usaban ni siquiera para los reclusos condenados a muerte. Los tobillos de Ren estaban amoratados y sangraban.

En agosto, el tribunal de Nancha juzgó a los practicantes. Cuando la policía ordenó a los practicantes llevar ropa de prisión, estos se negaron. La policía entonces los vistió a la fuerza y les puso esposas y grilletes. Ren fue arrastrada por dos policías por el pasillo, con uno tirando de las esposas y el otro de los grilletes. Metieron a golpes a Ren en un coche policial, y tenía las muñecas y los tobillos sangrando.

Había una gran multitud frente al juzgado y la policía llevaba armas cargadas. Formaron un círculo con los vehículos armados para separar a la multitud. Sacaron del vehículo policial a más de 20 practicantes. Caminaron lentamente más allá de la multitud, pero sus gritos de “Falun Dafa es bueno” hicieron temblar el suelo. Más de diez practicantes fueron sentenciados a entre tres y ocho años de prisión. Otros fueron llevados a campos de trabajos forzados y Ren fue condenada a siete años de prisión.

Nueve practicantes, incluyendo a Ren, fueron llevadas a la prisión para mujeres de Harbin en septiembre por el departamento de policía de Nancha. Al día siguiente, Wang Yali y Zheng Jie esposaron las manos de Re detrás de la espalda. Wang Yali le abofeteó la cara primero y luego continuó Zheng Jie. Luego llamaron al guarda Xiao Lin, que era muy intimidatorio. Este pateó a Ren hasta tirarla al suelo y luego continuó pateándola con sus zapatos de cuero de punta afilada. Rápidamente todo el cuerpo de Ren se volvió negro y morado. Continuaron golpeándola, turnándose sin parar, durante todo el día. Ren tenía heridas por todas partes y mucho dolor. Esa noche fue encerrada en una pequeña celda y atada a una silla de hierro.

Ren fue trasladada al llamado “equipo lobo” de la zona 18 de prisión. Esta zona era para los criminales violentos. Más de 300 reclusos, todos asesinos y ladrones que habían sido condenados a cadena perpetua o muerte. Más de 40 practicantes de Falun Gong era vigilados por cuatro o cinco reclusos cada uno. Ren era vigilada por tres asesinos y un cómplice de asesinato. No le permitían hablar. Le gritaban incluso si sonreía a otro practicante.

Un día, ordenada por los guardias, la reclusa Wang Fengchun quería estampar la palabra “reclusa” en la ropa de todos. Las practicantes de Falun Gong se negaron, diciendo “no somos criminales”. Wang Fengchun sujetaba a las practicantes y les estampaba la ropa de todos modos. Los caracteres estampados luego se lavaron. Ella entonces se llevó la ropa extra de los practicantes y la quemó, dejando a muchas practicantes sin una muda para cambiarse de ropa.

En la primavera de 2003, la prisión forzaba a las reclusas a hacer trabajo forzado, normalmente hasta medianoche. Permitían hablar a las reclusas criminales, pero no a las practicantes. Las practicantes tenían que trabajar en silencio, sin parar. Esto les hacía estar realmente deprimidas, casi hasta el punto de la desesperación. Las practicantes no habían cometido crímenes y no deberían ser tratadas peor que las reclusas criminales, así que comenzaron a negarse a trabajar.

La prisión comenzó a maltratar a los practicantes. El guardia Zhang Xiuli incitaba a la reclusa Wang Fengchun para que atara las manos de Ren con una cuerda fina, y la colgaban del marco de la cama. El guardia Zhang Xiuli entonces usaba toda su fuerza para golpear la cara de Ren con una cadena de metal con llaves. La cara de Ren estaba cubierta de trazos de sangre. La cuerda era tan fina y apretada que cuando desataron a Ren, esta se había hundido en su carne y no se podía cortar ni con tijeras. Ren estuvo colgada durante varios días y noches sin descanso posterior. Sus pies estaban tan hinchados que no podía quitarse los zapatos. Sus tobillos eran incluso más anchos que sus muslos y estaban morado oscuro. Su tobillos y manos tenían muchas rajas ensangrentadas. Le dolían terriblemente los pies.

Wang Fengchun preguntó a Ren una noche: “¿Estas dispuesta a trabajar desde ahora?” Ren dijo: “Practicar Falun Gong no es un crimen y no tengo que hacer el trabajo”. Wang Fengchun le gritó y tomó el mango de una laya para golpearla. Ren aún estaba colgada y no podía zafarse de los golpes. Muchos reclusos estaban tan asustados que se cubrían la cara con la colcha y lloraban en silencio.

En el 22º día, Zhang Xiuli accedió sin reservas a que a las practicantes que eran golpeadas por no hacer el trabajo esclavo se les permitiera volver a sus celdas y no hacer el trabajo. Cada día, las practicantes se sentaban en cojines que traían para hacer los ejercicios y estudiar el Fa. Habían creado un nuevo y mejor ambiente de cultivación a través de su sufrimiento.

En el invierno de 2003, el guardia Zhang Chunhua lideró a un grupo de reclusas matonas dentro de las celdas para golpear a las practicantes que estaban haciendo los ejercicios. Ataron a parejas de practicantes espalda con espalda con esposas y les forzaron a sentarse sobre el suelo de cemento en los días más fríos del invierno. Incluso abrían las ventanas. Si una practicante cerraba los ojos, las matonas le obligaban a mantenerlos abiertos poniéndole palillos entre los párpados. Si un practicante recitaba el Fa le metían una plantilla de zapato sucia en la boca.

酷刑演示:用扫帚棒支起眼皮不让睡觉

Reconstrucción de tortura: privación del sueño poniendo palillos entre los párpados

Las practicantes comenzaron una huelga de hambre. Un día, el guardia Xu Meng lideró a las reclusas más crueles, Sang Zimei y Zhao Yanhua, para que esposaran a Ren y otros practicantes con las manos a la espalda y forzaron a Ren en una gran silla. Zhao Yanhua tiraba hacia atrás de la cabeza de Ren por el pelo. El cuello de Ren estaba contra la parte superior de la silla así que tenía la cabeza inmovilizada. Sang Zimei usaba un aparato para abrir la dentadura haciendo palanca y lo ajustaba a la máxima apertura. Sang insertaba un gran tubo de goma morado en el tabique nasal de Ren. La sangre salía a chorros. Zhao Yanghua lo presenciaba anonadado. Incluso Sang también dudó un momento, pero continuó insertándolo, preparándose para la alimentación forzada.

Ren se dio cuenta de que el tubo se insertó en la traquea y que se estaba ahogando. Quería gritar pero su boca estaba fija por el aparato, y quería mover la cabeza pero estaba apretada duramente contra la silla. Quería luchar pero sus brazos estaban fuertemente atados con esposas. Sentía que se le hinchaba la cabeza, sus globos oculares se salían, le tronaban los oídos y casi le estallaba el corazón en el pecho. Ren usaba su último resquicio de energía para patear el suelo una y otra vez. Sintiendo algo, Sang Zimei sacó el tubo y murmuró: “Parece que el tubo llegó a la traquea”. Ren finalmente fue capaz de respirar, pero entonces Sang Ximei comenzó a insertar el tubo otra vez. Xu Meng estaba vigilando todo el proceso a un lado pero no dijo una palabra.

Después de cada alimentación por la nariz, las practicantes de Falun Gong tenían sangre por toda la cara y el cuerpo. Caían al suelo casi sin aliento y sus manos seguían esposadas a su espalda. Sentían que sus vidas pendían de un hilo y que podían morir en cualquier momento. No les permitían dormir día y noche. Tal persecución duró un mes.

En agosto de 2004, algunas practicantes, incluyendo a Ren, declararon que no responderían cuando pasaran lista, no llevarían uniformes de prisión ni comerían la comida de prisión. Estaban esposadas a la espalda y les obligaban a sentarse en el suelo de cemento por el día y dormir en él durante la noche. No podían quedarse dormidas debido al frío y tenían dolores por todo el cuerpo. Ren tenía síntomas de fallo renal, incluyendo sangre en las heces y edema en todo el cuerpo. Tenía la cara tan hinchada que estaba casi al nivel de la nariz. Le alimentaron a la fuerza dos veces al día durante cuatro meses hasta diciembre de 2004.

Debido a que estuvo esposada durante mucho tiempo, Ren no podía mover los brazos y sentía que casi no existían, como si se hubiera quedado discapacitada. Sus brazos no podían soportar ningún peso y le dolían todo el día. No podía moverlos. La prisión para mujeres de Harbin es un infierno en vida.

Tercera vez, otro año de trabajos forzados

El 18 de septiembre de 2009, poco después de su liberación de prisión, Ren fue arrestada en la casa de un practicante por oficiales del departamento de policía de Nangang de la ciudad de Jiamusi. La policía no sabía su nombre, así que la llamaron B y la llevaron al campo de trabajos forzados de Xigemu, en Jiamusi, el 22 de octubre, para un año de trabajos forzados. En el campo de trabajo fue forzada a empaquetar palillos de un solo uso. Las virutas de madera saltaban a sus ojos, causándole que sus ojos se enrojecieran y se hincharan. Le dolía mucho y su vista empeoró. Dos meses más tarde, fue llevada al centro de rehabilitación de drogadicción de Harbin.

Reconstrucción de tortura: Forzada a sentarse en una pequeña banqueta durante largos periodos de tiempo

En el centro de rehabilitación de drogadicción, Ren fue forzada a sentarse quieta en una pequeña banqueta desde las 4:00 de la mañana hasta medianoche sin descanso. Era frecuentemente reprendida y golpeada, así como torturada. Las practicantes eran humilladas afeitándoles la mitad de la cabeza. Ren estuvo atada a una silla de hierro durante cinco días y noches. La practicante Liu Shuling fue torturada hasta la muerte aquí.

La policía redujo la raciones y el tiempo para comer de las reclusas. Las raciones puestas en la pared de la cocina eran solo para inspección. Cuando los inspectores venían, había cuatro o cinco platos, pero normalmente solo se daba sopa de rábano y col. Ocasionalmente, cuando había tallarines, los reclusos comían tanto que se les llenaba completamente el estómago.

Otras formas de tortura incluían prohibir a las practicantes a usar el lavabo. Muchas practicantes lloraban y tenían que hacerse encima. A menudo la policía desnudaba a las practicantes para hacer registros y se reían mientras lo hacían. También extendían las condenas de las practicantes a voluntad. Por ejemplo, Ren estuvo encarcelada siete días más pasada su condena.

Conclusión

Ren había cambiado considerablemente debido a la práctica de Falun Dafa. Anteriormente había sido caprichosa, cabezota, no hacía las tareas del hogar y no quería interactuar con la familia de su marido. Después de comenzar a practicar, era cariñosa con su marido, hacía todo el trabajo de la casa y era respetuosa hacia sus suegros. En el trabajo, era ampliamente reconocida como una profesora excelente. En otoño de 1998, su escuela estaba despidiendo empleados. Un profesor mayor que había trabajado en la escuela toda su vida estaba a punto de ser despedido por no tener un título universitario. Sin embargo, estaba a un año de la jubilación, así que imploró al director que le diera un año más. El director sintió que esta situación era muy difícil de manejar. Por su propia iniciativa, Ren propuso ser despedida en lugar del profesor. Su altruismo recibió elogios en la comunidad educativa local. La escuela y la oficina de educación hicieron repetidas promesas de que le devolverían el trabajo un año después.

Sin embargo, cuando Ren fue liberada del campo de trabajo y pidió volver al trabajo en 2001, la oficina de educación de Nancha se negó a cumplir su promesa, y el director de la escuela, Wang Jincheng, solo le dio 200 yuanes para gastos. Después de que Ren fuera ingresada en la prisión para mujeres de Harbin en 2003, la escuela la despidió.

A través de más de diez años de cultivación, Ren ha sido objeto de todo tipo de tortura brutal y ha perdido todo. Su familia también ha tenido que lidiar con mucho miedo y la amargura de la separación. Su anciano padre fue a prisión a visitarla muchas veces, pero le rechazaban y volvía a casa llorando. La hija de Ren había sido testigo de sus arrestos muchas veces y tenía mucho miedo. Como consecuencia, contrajo una grave enfermedad de corazón y quedó indigente y sin hogar. El marido de Ren la abandonó y se fue a lugares remotos. Los ancianos padres de Ren ahora están plagados de enfermedades. Toda su familia ha sufrido tremendamente.

Ren ha sido arrestada ahora nuevamente. La persecución del PCCh a Falun Gong ha destruido a muchas familias de buena gente como la familia de Ren.