[Minghui Net] Empecé a practicar Falun Gong en 2001. Al principio, pasé como cinco o seis meses familiarizándome con lo que la cultivación significaba. Recuerdo que me sentí transportado por las palabras de Shifu en “Escrituras esenciales para mayor avance” mientras estaba sentado en un tren. Me di cuenta de que entendía las enseñanzas de Shifu y que no podía seguir fingiendo que no. La verdadera cultivación empieza con tomar conciencia de que la vida fue creada solamente para eso, la cultivación.

A principios de 2002, cuando decidí enfrentar la realidad de que debía cultivarme en todo sentido, empecé a ir con otros practicantes a la embajada china. Había generalmente alrededor de diez practicantes allí. Enviar pensamientos rectos era una nueva experiencia para mí, y estaba sorprendido de cómo esta actividad me dio un sentido de propósito y claridad.

Yo pensaba anteriormente que los ejercicios eran poderosos, y que Zhuan Falun había abierto tantas cosas en mí. Sin embargo, luego de enviar pensamientos rectos frente a la embajada, y en varias otras actividades, un mundo diferente se abrió ante mí. Poco después de enviar pensamientos rectos por primera vez, perdí la timidez que siempre había estado presente en mí. Me sentí una nueva persona, más honesta de lo que había sido antes. Esto fue una gran realización para mí, y por esta razón, me aseguré de ir regularmente a la embajada.

Con el correr de los años tuve muchos altibajos, muchas tribulaciones, e incluso conflictos con otros practicantes, pero una parte de mí siempre supo que podía permanecer clara y en mi camino de cultivación aclarando la verdad y enviando pensamientos rectos frente a la embajada.

Muchas veces envié pensamientos rectos sin sentarme, o incluso sin hacer las señales de manos. Sin embargo, me di cuenta de que debíamos hacer las señales de manos, especialmente frente a la embajada por varias razones, entre ellas mostrarle a la gente, incluido al personal de la embajada que Falun Gong es bueno. Muchas veces cuando llegaba a cubrir mi turno frente a la embajada, estaba cansado al punto que me sentía enfermo o tenía pensamientos negativos. Sin embargo, tan pronto como enviaba pensamientos rectos o hacía los ejercicios, experimentaba una transformación y me sentía renovado. Después de hablar con al menos una persona que tomaba un volante, recordaba claramente por qué estaba allí y que Falun Gong es una escalera al cielo.

Siempre pensé que aclarando la verdad frente a la embajada, soy responsable de cómo montones de gente perciben a Falun Gong, así como de informar al mundo acerca de la persecución en China.

Algunas veces mi egoísmo se manifiesta de pequeñas maneras, pero yo creo que sin la concientización que me dan los turnos en la embajada, probablemente sería mucho más egoísta. Muchas veces me siento indigno de estar ahí mandando pensamientos rectos, pero últimamente fui obligado a reflexionar sobre el hecho de que yo estaba ahí por una razón y por eso tenía que dar lo mejor de mí para mejorar mis pensamientos.

Luego de muchas tribulaciones recientes quería volver al primer casillero para empezar de cero, como si fuera mi primer día de cultivación y volver a la embajada a enviar pensamientos rectos. Sé que Shifu me salvó de caer en un mundo vacío, donde siempre estaba perdiendo mi camino y olvidándome cuál era la razón principal de esta vida.

Últimamente pude ver claramente que todavía necesitaba mejorar muchos malos pensamientos y hábitos que habían permanecido después de tanto tiempo de cultivación. En momentos de claridad y honestidad personal, siento una inmensa gratitud de que Shifu me haya permitido continuar en este camino.

Estando en frente de la Embajada China me ha posibilitado verme y mirar mis intenciones reales. También me ha recordado no alejarme de mi camino de cultivación.

Gracias.