[Minghui Net] Me gustaría compartir el milagro que sucedió en la práctica de cultivación de mi familia. Atestiguamos estos sucesos extraordinarios a través de Falun Dafa.

Curar a mi hijo de una enfermedad incurable

Mi hijo se enfermó gravemente en 1997. Gastamos mucho dinero en varios tratamientos, pero el hospital lo llamaba síndrome de Behcet, al cual pocas personas sobrevivían. No había medicamentos que pudieran ayudarle. Tenía podrida la garganta y la boca, el esófago deteriorado y no podía comer. Estaba escuálido, pesaba solo 31 Kg. Lloraba todo el día. Mi madre, hermanos y hermanas lloraban conmigo, pero no había salida.
Un día, desesperada, le dije a mi hijo: “No estés en la cama todo el tiempo, anda a visitar a tu tío y diviértete un poco”. Su tío, cuyo hijo es practicante de Falun Dafa, le dijo a mi hijo: “¡Practica Falun Dafa! Tu primo tenía una hernia de disco lumbar, pero después de estudiar Dafa se curó”. Mi obediente hijo compró con respeto un ejemplar de Zhuan Falun y lo leyó en cuanto llegó a casa. Después, esa misma noche pudo comer un bol de arroz y dos piezas de pescado. Todo el mundo lloraba de alegría.

¡Estaba maravillada! Esa noche, mi hijo leyó el libro de principio a fin. Cada día estaba mejor y uno a uno, todos los familiares empezaron a practicar Dafa. Mi familia y yo hacíamos  los ejercicios y leíamos Zhuan Falun juntos todos los dias.
Luego, en julio de 1999, la abrumadora persecución comenzó. Mis hijos, hijas, hermanos, sobrinos y yo fuimos a apelar a Beijing buscando justicia para Dafa. Incluso después de estar dos veces en la cárcel, nunca aflojábamos en nuestra creencia en Dafa, no importa cuán difícil, amargo y peligroso se vuelva para nosotros, nuestra creencia en Shifu y Dafa no podía debilitarse.

A través de nuestra continuada práctica y rectitud, volvimos a casa. El personal respaldado por el partido comunista chino a menudo nos acosaba y nos pedía que renunciáramos a practicar Falun Gong. Les dije que Dafa salvó a mi familia y que no renunciaría. ¿Dónde estaban ellos cuando mi hijo estaba enfermo? ¿Por qué no vinieron a ayudarnos? Mis hermanos estaban enfadados por el repetido acoso y les dije: “Si vienen de nuevo, los consideraremos ladrones y atracadores. Será bajo vuestra responsabilidad”. Ya no se atrevieron a venir.

Mi hijo, de nuevo saludable gracias a Falun Dafa, tiene ahora su propia familia. Su hija cumple diez años.

Despertando a mi sobrina de un coma

Déjenme hablar sobre mi pequeña sobrina. Para su graduación de sexto año, fue con su compañera de clase a escalar una montaña en un viaje de vacaciones. Tuvo una mala caída por la ladera de la montaña y entró en coma con daños hepáticos y cerebrales.

Fue hospitalizada por un mes en la ciudad de Dalian con señales de recuperar la conciencia. Gastamos setenta u ochenta miles de yuanes en tratamientos, aunque no se despertaba del estado vegetativo en el que se encontraba. Estaba viva pero inerte.

La vigilaba en el hospital y le ponía las lecciones de Shifu cada día. El personal del hospital decía que en coma, no podía escuchar las conferencias. Les dije que su alma podía escucharlas y día tras día nunca dejé de ponérselas.

Después mi hermano mayor me dijo: “Hermana ya no queda dinero y no hay de donde sacarlo. ¿Qué podemos hacer?”. Contesté: “Si me escuchas, hay una manera”. Dijo: “Lo que digas”. Le comenté que tendríamos que sacarla del hospital, que volviera a casa y empezara a leerle Dafa”. Contestó: “Bueno, pero está en coma. ¿Cómo podrá aprender así?”, le dije: “Todo saldrá bien. Siempre que no abandonemos, se pondrá mejor”. La sacamos de inmediato.

Al volver a casa, estudiamos el Fa del universo sin interrupción y nunca lo dejamos. Mi hijo comentó: “Mamá, vamos a ponerle el DVD de Shifu para que lo vea”. Mi hermano dijo: “Todavía no abrió los ojos, ¿Cómo podrá verlo?”. Mi hijo contestó: “No te preocupes, ¡sí puede ver!”. Después de tres días, sucedió el milagro: Mi pequeña sobrina abrió los ojos. Todo el mundo se quedó impactado. Todos gritamos de alegría: “¡Está despierta! “¡Está despierta! ¡Vengan a ver!”.

La primera cosa que nos dijo mi sobrina después de despertar del coma era que Shifu le había dado una segunda vida. Dijo que se volvería una estudiante de Dafa desde ese momento y que ya podía cuidarse sola.

De un estado vegetativo y sin poder articular palabra se recuperó de sus heridas y ahora puede leer Zhuan Falun muy bien.
Justo el último verano, otra sobrina mía tuvo de repente una hernia de disco lumbar. Se tumbó en la cama, sin poder moverse, solo podía llorar de dolor. Mi sobrina (su marido y un practicante de Dafa) llamó a sus once familiares, desde el más anciano al más joven para que fueran a su casa. Se reunieron alrededor de mi sobrina, leímos Zhuan Falun. En menos de tres días, pudo levantarse de la cama  y moverse. Aprendió Dafa de nosotros inmediatamente y se volvió un practicante. Su cuerpo está completamente curado.