[Minghui Net] ¡Saludos Shifu, saludos compañeros practicantes! Me gustaría compartir con ustedes mi experiencia al mudarme al Barrio Chino de San Francisco, clarificando la verdad y cultivando allí. 

Cerca de un mes atrás, me mudé al barrio chino. Shifu dijo en “Exponiendo el Fa en San Francisco, 2005”: 

“Pero me he dado cuenta de que el área del barrio chino es un punto en blanco en sus esfuerzos por esclarecer la verdad y validar el Fa. Y sin embargo, es el lugar más, más importante en vuestra Región Oeste”.  

Si Shifu dice que algo es importante, no importa si comprendo completamente el por qué, entonces como discípulo debo solo hacerlo.  

Shifu dijo en “Exponiendo el Fa en San Francisco, 2005”:

 “La persecución que ha sido perpetrada contra los Dafa dizi y contra el pueblo de China fue lanzada por el perverso Partido en China continental, y esto significa que ustedes necesitan apuntar a China continental, precisamente apuntar a la gente de China continental. El barrio chino es precisamente el lugar donde los chinos del continente se concentran y el lugar que más frecuentan, así que ustedes no pueden aflojar allí y no pueden perder ese pedazo, un lugar donde los Dafa dizi tienen un efecto tremendo”.   

En “Enseñando el Fa en el Fahui de Nueva York de 2007” , Shifu dijo acerca del bario chino:

“Si no pudieron persistir y había pocas personas, ¡por supuesto que las cosas no cambiarán!”


He ido casi todos los días a entregar volantes en el Barrio Chino, en el sitio bajo el parasol que maneja El Sonido de la Esperanza en la esquina de las calles California y Grand, donde se detiene el tranvía, o ayudando a sostener la pancarta de renunciar al partido comunista chino en la calle Stockton. Haciendo este trabajo de clarificación de la verdad ha ayudado mucho a mi cultivación. Empecé este trabajo el día que nos mudamos a la oficina. Cuando nos mudamos, el presidente de El Sonido de la Esperanza me presentó a la coordinadora del sitio que manejan. Inmediatamente, esta practicante me preguntó: “¿Qué hora podrías ayudar mañana? ¿Podrías ayudar todos los días?”. No estaba seguro si realmente tendría el tiempo para hacerlo y si era el mejor uso de mi tiempo ya que manejo varios proyectos, pero de todos modos fui y fijé una hora, sabiendo que era algo bueno.

Así que fui todos los días donde nuestra coordinadora indicara. Usualmente, había cambios de último minuto en la localidad o en lo que debía hacer, como entregar volantes, sostener la pancarta o hacer los ejercicios. No me molestaba, porque recordaba las palabras de Shifu en “Sean más diligentes”:


“Entonces, el primer responsable de un proyecto -sin importar cuál proyecto- y los responsables de las Asociaciones de Dafa de diferentes regiones, lo que sea que él haga, todos necesitan seguirlo y hacer lo mismo”.  

Sin embargo, aunque aceptaba todos los cambios, entregar volantes era un desafío para mí. Al principio, poca gente tomaba las volantes. Sabía que era algo bueno de hacer, pero debía haber otra mejor manera de hacerlo. De ahí, muchos pensamientos acudieron a mi mente, tales como: “¿Será esta la mejor manera de hacerlo? ¿Estaré perdiendo mi tiempo? ¿No deberíamos tener diferentes volantes?”, etc.  A veces, solo practicaba los ejercicios y dejaba que alguien mas entregara las volantes. 

De hecho, pienso que la situación se iba en picada, tal como Shifu había descrito en “Los Dafa dizi tienen que estudiar el FA” (2011 Washington DC), cuando no enviamos pensamientos rectos apropiadamente:

“¿Pero cómo envían pensamientos algunos de nosotros? Están sentados allí con la mano erecta pero los pensamientos no son rectos: “Por qué este año lo hacemos de esta manera, el año pasado vendí bien las entradas, ah, ¿por qué me dicen que envíe pensamientos rectos acá, por qué no me dejan vender entradas? ¿Por qué hay que apuntar sí o sí a la sociedad principal? La entrada es tan cara, ¿podrá comprarla la gente?”. (Risas) Escuchando esto ahora suena muy chistoso, pero esto es algo muy común. Saben ustedes, lo que enviaron, forma en todo el mundo cosas viscosas; ya muy poca maldad puede interferir con ustedes, pero ustedes no son capaces de limpiarla, esto impide directamente el empuje de las ventas e impide que los Dafa dizi que realmente envían pensamientos rectos la eliminen” 

Un par de fines de semanas pasados, tuve un logro. Después de terminar de enseñar los ejercicios a un turista en la Plaza Portsmouth, fui a nuestro sitio para ver si necesitaban de mi ayuda. Fui un poco renuente porque mientras disfrutaba enseñando los ejercicios, no tenía muchas ganas de que la gente me rechazara al ofrecerles los volantes.

Vi que nuestra coordinadora estaba parada sola con los volantes. Ella no habla bien el inglés como yo, que soy un angloparlante, y la mayoría de la gente que viene al lugar habla inglés, en vez de chino.

Decidí que la ayudaría por veinte minutos. Nuestro sitio está localizado en una buena localidad en la cima de la colina que entra al barrio chino y muchos turistas entran al barrio chino por la calle Pine y la del tranvía, por ambas. Además, está en frente de la Vieja Catedral de Santa María. Como era domingo, la gente acudía a los servicios, y aún más, había un casamiento, así que mucha gente entraba a la iglesia. Era un día particularmente importante. En vez, cerca del ochenta al noventa por ciento de la gente tomó los volantes de mí. Estaba asombrado. Sentí que podía. Todavía sentía el fulgor de haber hecho los ejercicios, y estaba lleno de energía. Podía sentir la energía pulsando a través de mis brazos y fuera de mis dedos, y cuando hablaba, mis palabras estaban llenas de autoridad y entusiasmo. Cuando entregaba los volantes, les decía: “Bienvenidos al barrio chino.  Esto es un ejercicio gratuito tradicional de China. Es maravilloso”. A los chinos, les decía un par de palabras que me enseñaron en chino.

Casi todos tomaron un volante, ya sea hablantes en inglés o chino. Algunos turistas se detuvieron para hacer preguntas acerca de la práctica o para pedir direcciones. Mientras les daba las direcciones o cuando daba la vuelta, otro turista pedía un volante. En vez de quedarme solo veinte minutos, me quedé todo el tiempo, por otras tres horas, hasta que finalmente cerramos el parasol en el sitio. La coordinadora estaba también asombrada, me dijo que nadie había entregado volantes tan rápido. 

Quiso saber mi estrategia. Le expliqué mi entendimiento que cuando nuestra energía es fuerte y nuestras mentas rectas, penetramos el campo de una persona común y reprimimos o eliminamos cualquier pensamiento negativo que los bloquea de conocer la verdad. Creo que nuestros elementos rectos nos ayudan a hacer esto. Shifu dijo en “Los Dafa dizi tienen que estudiar el Fa” (2011 Washington DC): 

 “…cuando un pensamiento de un Dafa dizi es más recto, hay un dios recto o elementos generando efecto, fortaleciendo sus pensamientos rectos”.

Esto es el potencial positivo cuando tenemos pensamientos rectos. Cuando nuestras mentes están realmente claras, tienen un efecto tremendo.

También le expliqué a la coordinadora acerca de mi estrategia de hablar con mucho entusiasmo y alegría, porque pienso que la gente puede sentir la energía positiva. El día siguiente ella lo probó y reportó que también le había funcionado y que había entregado más volantes que nunca. A partir de ese día, otros practicantes me han preguntado acerca de mi estrategia y lo han adaptado para ellos y para su propio entendimiento, obteniendo mejores resultados.

Esa noche, cuando estudiamos la Lección Sexta  (El corazón definitivamente debe ser recto) de Zhuan Falun, las palabras saltaban hacia mí: “Una persona común es muy débil; sus mensajes existentes son todos inestables y es muy factible que les ocurran algunos cambios”.

Me di cuenta de cuán fácil es dirigir a la gente común a tomar los volantes cuando nuestras mentes son rectas.

Basado en eso, el día siguiente tomé las cosas a un nivel más alto. Envié pensamientos rectos cuando empecé. Mi mente se puso como agua tranquila y la paz burbujeaba fuera de mí. Algunas personas tomaron los volantes sin tener que decir nada. Algunas veces, cuando la gente se acercaba, enviaba pensamientos rectos directamente a las personas. Algunas de ellas venían a mí directamente a tomar un volante. Por ejemplo, envié pensamientos rectos a un hombre de negocios en un traje caro mientras cruzaba la calle cuesta abajo hacia mí. Usualmente los hombres de negocios que caminan en ese lugar lo hacen apresuradamente y no paran para nada. Al principio, este hombre era uno de ellos. Dije lo que usualmente digo: “Práctica de ejercicios chinos gratuitos”. Contestó: “Muchas gracias” y pasó apresuradamente. Seguí enviando pensamientos rectos. Cerca de diez pies colina abajo, se detuvo y se devolvió, preguntando: “¿Qúe clase de ejercicios chinos? Es Tai Chi?”. “No, es qigong”, clarifiqué. “Está bien, tomaré un volante”, dijo mientras caminaba cuesta arriba hacia mí. Sonreí. 

En resumen, hay muchas oportunidades extraordinarias ahora mismo en el Barrio Chino y les animo a todos a que vengan a ayudar.

Terminaré con las palabras de Shifu acerca del Barrio Chino en “Enseñando el Fa en el Fahui de Nueva York de 2007”:

“¿Cuántas personas fueron verdaderamente al barrio chino de San Francisco a aclarar la verdad? Si no pudieron persistir y había pocas personas, ¡por supuesto que las cosas no cambiarán! Hay tantos dizi en el Área de la Bahía, ¿por qué no hacen de ese lugar una prioridad y ponen un poco de esfuerzo allí?”.