[Minghui Net] En la antigüedad, un sabio que dirigía un grupo teatral se fue vagando por el mundo con sus talentosos discípulos para encontrar personas con relación predestinada, usando el canto y el baile. Un día, llegaron a un pueblo en las llanuras centrales de China y decidieron quedarse ahí por un tiempo.

Un día, la esposa de este profesor fue al mercado a comprar unos armazones baratos de alambre en la tienda de comestibles. Compró más de estos alambres de lo que podía llevar con ambas manos. Así el tendero y su ayudante pretendieron ayudar a esta señora juntando los alambres en sus brazos y contra su pecho, pero mientras tanto le robaron el monedero. Había un muchacho en el grupo llamado Lian, tenía unos veinte años y mucho talento. Llegó tarde al pueblo por alguna razón y pasó a ver a la esposa de su maestro. Fue a toda prisa para ayudarla con los armazones.

Cuando el dependiente de la tienda vio a este muchacho cansado, vio otra oportunidad para robar. Cuando amontonó los armazones en los brazos de Lian, también puso su mano en su bolsa. Sin embargo, Lian rápidamente usó la otra mano para tomar la mano del ayudante y le preguntó en voz baja si también había robado el monedero de la señora de la misma manera. El dependiente se asustó. No sabía qué hacer y le dijo al tendero: “Él lo sabe. ¿Qué debemos hacer?”.

Lian dijo: “Como comerciante, tienes que ganar el dinero decentemente. Esta señora tiene dos padres y niños que necesitan que los atiendan, y necesita ese dinero. Tu forma de ganar dinero es muy sucia. Si quieres algo de dinero, te puedo dar el mío, pero tienes que devolverle el monedero a la señora.

El tendero comenzó a reír insidiosamente. Abrió la bolsa de Lian y encontró que había mil Wen (antigua moneda china) en el interior. Él dijo: “Fuiste tú el que le robó el dinero a la señora, debes devolvérselo”. Entonces, exclamó en voz alta: “¡Agarren a este ladrón, atrapen a este ladrón!”.

Frente a este tendero avaro y mezquino, Lian no sabía qué decir. La gente se reunió alrededor y golpearon a Lian gravemente. El comerciante pidió a sus cómplices que lo ataran bien. Lo obligaron a beber tres ollas de tintura. Luego lo llevaron ante el director del grupo teatral, lo obligaron a arrodillarse y pidieron a la gente que lo observara. La gente se burló, lo ridiculizó y maldijo.

Los compañeros aprendices del grupo no sabían la verdad y junto con la esposa del profesor le echaron la culpa a Lian. Él guardó silencio y estuvo arrodillado durante varios días. Durante ese tiempo su profesor pasó muchas veces junto a él sin mirarlo ni decir nada.

Sin saber cuántos días pasaban, Lian permaneció arrodillado al aire libre y soportó el viento, la lluvia, el sol quemante y los chismes. Sin embargo, no tenía quejas ni odio, se mantuvo en silencio, sin importar lo que oía. Un día por la noche, el maestro vino a su lado, desató la cuerda, sonrió y le dijo: “Lo sé todo, pasaste la prueba”, en ese momento Lian irrumpió en un mar de lágrimas y le dio las gracias por su tutela.

Cuando vi que yo solía ser Lian, no pude dejar de llorar. Durante muchos años hemos sufrido mucho con el fin de obtener el Fa. ¿Qué está esperando Shifu?  ¿Está esperando corregir un error de Lian?, o ¿espera que se convierta en un noble y eterno ser divino? ¿Cuán duro tiene que trabajar Shifu para educar a Lian? ¿Cómo podemos entender el pensamiento de los seres divinos de alto nivel sin elevar nuestro pensamiento al de las vidas de ese nivel? En la actualidad, nos cultivamos en este Fa del universo. ¿Qué es lo que no podemos abandonar? ¿Qué vamos a conseguir después de renunciar a todos nuestros apegos? Resplandor eterno y magnificencia.

 Versión en inglés: http://www.pureinsight.org/node/5513

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