[Minghui Net]La Sra. Liu Hong era una empleada en el servicio de autobuses de la ciudad de Laixi, en la provincia de Shandong. En 2008 fue ilegalmente encarcelada por practicar Falun Dafa. Mientras estaba encarcelada en la prisión para mujeres de Wangcun, la torturaron brutalmente y durante siete días y noches la colgaron por las esposas, y tan solo los dedos de los pies tocaban el suelo. Como resultado casi pierde el uso de sus manos. A continuación nos da su testimonio.

El 31 de julio de 2008, diecisiete practicantes de Falun Dafa de Laixi, nos reunimos para compartir experiencias de cultivación en la casa de un compañero practicante. Fuimos arrestados por policías vestidos de paisano y nos llevaron a la comisaría de Qingdaolu. El 3 de agosto, a las practicantes Wu Jianfang, Dai Guoyu y a mi nos enviaron al centro de lavado de cerebro en Laixi. Los policías Sui Guoqin y Li Weike de la jefatura de policía intentaron engañarme para que les dijera quién había organizado nuestra reunión. Me dijeron que solo podría conservar mi trabajo si se lo decía. Todas rechazamos sus exigencias. El 5 de agosto por la mañana, la Sra. Wu Jinfang y yo fuimos enviadas al centro de detención de Dashan, en Qingdao.

El 31 de agosto por la tarde nos enviaron a la prisión para mujeres de Wangcun.

Colgada en el aire

El guardia de policía Cui Hongwne de la brigada Nº 3, me llevó escaleras arriba donde una ex-practicante y colaboradora Zhou Caixia, junto con la policía, intentaron transformarme. Me negué a hablar con ella, así que el guardia Song Hong me castigó forzándome a estar de pie día y noche y me privaba del sueño.

Los guardias y colaboradores no me dejaron sentarme de piernas cruzadas. Me forzaron a sentarme con mis piernas estiradas. Cuando me negaba, me arrastraban y me forzaban a no moverme. Cuando grité Falun Dafa es bueno los guardias me esposaron a las barras de una ventana y me taparon la boca con cinta adhesiva. Rodearon mi cabeza con una cinta varias veces. Cuando llegó la hora de comer usaron tijeras para cortar la cinta y arrancarla junto con bastante pelo.

Al cabo de un rato los guardias me colgaron de mis muñecas, con dos pares de esposas, a las barras de una ventana en sus lavabos. Tiraron de mis brazos en dirección opuesta hasta que no podía moverme más. Unicamente mis dedos de los pies tocaban el suelo.

Estuve esposada de esta manera día y noche. Incluso con toallas gruesas envueltas alrededor de mis muñecas, se formaron ampollas. A la hora de comer otros me alimentaban. Cuando necesitaba usar el baño, me soltaban una mano y me daban un pequeño cubo de plástico. Debido a que estuve esposada por tanto tiempo mi mano estaba entumecida y no podía controlarla. No podía ni siquiera quitarme los pantalones y necesitaba ayuda para hacerlo. Por la mañana la gente que estaba conmigo usaba simplemente un trapo para secarme la cara un par de veces.

Hacia mucho calor en septiembre y yo sudaba copiosamente. Después de varios días estaba maloliente y húmeda. Mi pelo estaba pegado a mi cabeza pero no me permitían cambiarme de ropa ni ducharme.

El 10 de septiembre, los guardias de la prisión, Song Hong y Li Aiwen, intensificaron la persecución porque me negué a ser transformada. Apretaban las esposas de mis muñecas. En un momento mis dedos se hincharon y parecía que estaban a punto de explotar. Sentía como si decenas de miles de agujas estaba apretándolas. Era extremadamente doloroso y no me atrevía a tocarlos. Además no dormí durante varios días. Estaba mareada y pensaba que ya no podría aguantar más y tendría que rendirme contra mi voluntad. El guardia Hui Hongwen intencionalmente me agarró de la mano y grité de dolor. Cui Hongwen me soltó una esposa para que escribiera las llamadas tres declaraciones. Mi otra mano seguía esposada a la ventana. Finalmente me dejaron bajar la noche del 12 de septiembre, después de siete días y siete noches.

La tortura casi me dejó lisiada las manos. Perdí el tacto, y mi mano izquierda se sentía muy pesada y no tenía fuerza ni sensación. No podía ni abrocharme la ropa.

Trabajo de esclavo

El 24 de septiembre de 2008, más de cuarenta practicantes de Falun Dafa fueron trasladadas a la prisión para mujeres Nº 1 de Jinan.

Entre mayo y diciembre de 2009, había mucho trabajo forzado para hacer en esa prisión. Venía una tanda detrás de otra. Volvíamos del taller a nuestro dormitorio a las 20:30 h pero todavía teníamos que trabajar en el dormitorio, a menudo hasta las 22:30 h ó 23:00 h. Justo antes de que yo dejara la prisión, teníamos que trabajar incluso, hasta la 1:00 h y levantarnos a las 6:30 h para trabajar más. De media trabajábamos entre 16 y 17 horas al día. Hacíamos bolsas de papel para el mareo que se usan en los aviones. También hacíamos cajas de papel y otras cosas.

Escrito el 29 de marzo de 2010.

Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/html/articles/2010/4/12/116055.html