Mi hijo a menudo me contradecía delante de su esposa preguntándome si yo no encontraba mi vida "agotadora". "Te preocupas por todo. No puedes soltar nada" decía. Sentí dolor y sentía un resentimiento hacia él. Mientras que me rompía la cabeza para planificar su boda, mi hijo me contradijo de nuevo. Le respondí: "Hago esto por tu propio bien". Él dijo: "No lo haces por mi propio bien. Lo haces por tí misma. Valoras tus nociones limitadas y no quieres abandonarlas. Te contradigo porque tú nunca te corriges a tí".

Mientras estaba ocupada preparando la boda, se sentía efectivamente afectada por mis emociones. Desde el fondo de mi corazón, quería que la ceremonia fuera perfecta y  estaba aterrada ante la idea de ofender a alguien o de ser criticada por negligencia. Me sentí abrumada por las preocupaciones de la gente común y se me olvidó de las tres cosas que los discípulos de Dafa deben hacer.

Pero nuestro Maestro benévolo utilizaba las palabras de mi hijo para darme un indicio y para que me ilumine y abandone las nociones humanas y otros apegos humanos. Sin embargo, no lo había hecho y continuaba alimentando el rencor. Me pregunté ¿Qué tipo de cultivación estoy practicando?, había cultivado durante más de 10 años sin embargo, todavía estaba muy apegada a las emociones y no podía abandonarlas. Además, temía ser criticada y solo quería oír palabras agradables. ¿Cómo podría mejorar si no me deshacía de estos apegos? Las palabras de mi hijo me incitaron a querer quitarme de raíz todo esto.

Mirando hacia atrás en mi vida, me di cuenta de que los apegos a la emoción habían sido formados en el mundo humano. De niña, yo tenía miedo de ser criticada, por ello mis padres nunca me culparon, ni me amenazaron con un castigo físico. Mi madre solía decir que yo era tan sensible que no se atrevía a regañarme porque sabía que no iba a poder soportarlo.

Profesionalmente, he trabajado muy duro y administraba todo muy cuidadosamente, porque tenía miedo a ser criticada por mis jefes y por mis colegas. Este tipo de pensamiento se había arraigado profundamente en mi ser y yo no podía darme cuenta de ello. Incluso en la cultivación, yo todavía estaba con ese pensamiento. Sin importar lo que hiciera, me esforzaba por hacer todo perfectamente, simplemente para evitar las críticas. Cuando otros afirmaban que había hecho un buen trabajo, me sentía muy contenta. Por el contrario, cuando los demás me decían palabras desagradables, yo no podía soportarlo.

Todavía recuerdo, tres años antes, cuando varios practicantes locales fueron detenidos por la pandilla de matones del partido comunista. Todos estos practicantes miraron en su interior. Más tarde, como yo era la coordinadora local, me dijeron que nuestro grupo había caminado por un camino arreglado por las viejas fuerzas. En esa época, no aprovechaba las ocasiones para mirar en mi interior. En su lugar, lo tamizada por un largo tiempo y culpaba a mis compañeros práctica por haberme juzgado tan mal. Ahora, mirando atrás, me doy cuenta que había mezclado mis nociones humanas en la forma en que realicé las cosas y llevé la cultura del partido en mi cultivación. En consecuencia, el mal se aprovechó y me interfirió.

Nada en la cultivación es accidental. Todo tiene como objetivo los apegos humanos de los practicantes y ofrece oportunidades para mejorar nuestro xinxing. Depende de nosotros decidir. Si podemos mirar en nuestrol interior y descubrir nuestros apegos escondidos bajo la superficie, podremos mejorarnos pasando cualquier prueba. Sin embargo, si no podemos hacerlo y continuamos valorando nuestras nociones, no podremos mejorar.

Me iluminé al hecho que el Maestro nos enseña los principios del Fa una y otra vez para ayudarnos a que abandonemos nuestros conceptos humanos, pero no lo hemos hecho bien. Es hora de resolver este problema. Debemos mirar dentro de nosotros para sacar nuestros apegos fundamentales, descubrir los conceptos que hay detrás y eliminarlos por completo. Este es el requisito más básico para un practicante de Dafa.

Por favor, dígame si hay algo que no está de acuerdo al Fa.

 

Fuente: http://www.zhengjian.org/zj/articles/2010/10/11/69004.html