Durante mucho tiempo he sido interferido no pudiendo levantarme temprano para hacer los ejercicios. He tratado con varios métodos para despertarse. Puse hasta cuatro despertadores en diferentes lugares, en el salón y en el dormitorio, para que cuando sonaran tuviera que levantarme para apagarlos.

Los primeros días, logré levantarme para hacer los ejercicios. Pero no podía terminarlos, y cuando había más tareas domésticas para hacer en casa, no podía levantarme. Finalmente, casi ni oía la alarma. Cuando me despertaba después de que había sonado, veía que el despertador estaba a mi lado pero no podía recordar cómo lo había apagado.

Mirando dentro supe que esta situación fue debido a no tener firmes pensamientos rectos y por no ser persistente. Como resultado, cuando la alarma sonaba, estaba medio despierta y la apagaba. Me sentía mareada y pensaba que era porque me levantaba demasiado rápido, desde entonces, cuando me levantaba de golpe antes de hacer la practica de Falun Gong, me sentía mareada. Mis nociones viejas habían creado esta ilusión. Tenía que sentarme y esperar hasta que el mareo pasaba, pero entonces me volvía a dormir. Estuve en esta situación por un tiempo largo. Incluso si no me dormía durante los ejercicios de pie, tendía a dormirme al hacer la meditación. A veces, también me acostaba a dormir durante los ejercicios.

Cada noche me decía que debía levantarme al día siguiente. Pero incluso, si lograba levantarme a la mañana siguiente, todavía seguía luchando con mi pensamiento. Siempre tuve muchas excusas para seguir durmiendo. Por ejemplo, me preocupaba tener sueño en el trabajo o si el tiempo sería demasiado frío o demasiado caluroso. Si continuaba haciendo los ejercicios durante unos días, advertía un cambio grande en la piel: llegó a ser delicada y resplandeciente. Las personas me felicitaban "¿cómo se ha vuelto tan hermosa? Su piel luce muy bonita". Entonces mis apegos a presumir y agradar salieron inconscientemente.

Después de leer el nuevo Jingwen de Shifu me di cuenta de que no debía continuar así. Supe que debía abrirme camino. Pedí ayuda a Shifu. Cuando me senté en la meditación, este Fa de Shifu entró en mi cabeza:

"En el pasado, la gente de la antigüedad hacía las cosas muy rápidamente. Ellos podían caminar cien li por día. Los caballos podían viajar mil li por día. Ellos no mentían. Sus pensamientos eran relativamente simples y concentrados. Ellos seguían un camino cuando hacían algo y lo daban todo para hacerlo bien. Decían las cosas con credibilidad. Si prometían hacer algo, lo cumplían; esto es seguro. Así es como los seres humanos deberían ser”. ("Exponiendo el Fa en el Fahui para asistentes en Changchun - 26 de julio de 1998")

Entonces comprendí de repente. Me di cuenta de que cuando volvía a dormirme después de levantarme era porque mis pensamientos no estaban limpios y así el yeli de pensamiento aprovechó la ocasión. En tiempos antiguos, las personas tenían pensamientos puros. Cuando andaban, ellos sólo pensaban en andar y nada más. Cuando sus energías estaban enfocadas, podían andar cien li (1 li = 500 metros) en un día. Hoy, las personas no pueden hacer esto porque, aunque los pies andan, sus mentes divagan. Piensan en otras cosas y se olvidan de andar. Entonces sus energías son malgastadas en cosas que no tienen que hacer.

Si quiero hacer los ejercicios durante la mañana, debo pensar sólo en hacer los ejercicios por la mañana. Tener ese pensamiento es suficiente. Por lo que, si tendría sueño en el trabajo, lo que sucedería después de hacer los ejercicios o cuán significativa sería la pérdida si no hiciera los ejercicios, todos éstos eran mi yeli de pensamiento que reflejaban mi egoísmo y fueron una desviación del Fa. Eso fue debido a la falta de fe completa en Dafa. Shifu dijo: "practicar la cultivación es la mejor forma de descanso" y "puede obtener la clase de descanso que no puede ser obtenido durmiendo". ("Primera Conferencia en Norteamérica"). Transformar un cuerpo es el resultado natural de hacer los ejercicios, así que nosotros no debemos pensar en esto. Lo más importante es poder hacerlo. No tiene sentido si yo no los hago. Si me mantengo pensando en esto, lo estoy persiguiendo. Entonces invito al demonio de la persecución, que me hace perder el espíritu de los ejercicios y malgasto un tiempo precioso. Eso es porque, cuando me desperté, mis pensamientos no eran hacer los ejercicios, sino preocuparme por lo que ganaría o perdería. Eso disminuyó mi determinación para hacer los ejercicios y favoreció mi pereza. Este pensamiento impuro causó que no fuera diligente durante mucho tiempo.

Después de darme cuenta de esto, me propuse hacerlo bien. Antes de acostarme me dije: "cuando suene la alarma me levantaré inmediatamente. Sólo pienso en hacer los ejercicios y nada más. No tengo ningún otro pensamiento". Cuando la alarma sonó, abrí los ojos y no tuve sueño. Estuve muy alerta. El problema que me había molestado por varios años se abrió camino bastante fácil. Realmente, fue porque tenía demasiados pensamientos no rectos que hice de un asunto sencillo algo complicado. Creé un demonio para atraparme yo misma.

Ahora me doy cuenta de que mi problema era no tener pensamientos puros al hacer las cosas, tenía demasiados pensamientos hacia mí. Al hacer las tres cosas, todos y cada uno de los pensamientos deben estar libres de apegos humanos. Cuanto más puro el pensamiento, menos interferencia. Cuando tenemos solo pensamientos rectos, ningún factor malo nos puede detener.

 

Versión en inglés en: http://www.clearwisdom.net/html/articles/2010/10/20/120908.html