[Minghui Net]En la tarde del 31 de marzo de 2005, dos empleados varones que habían sido contratados de forma temporal por la comisaría de la carretera doce en el distrito de Tiexi, ciudad de Shenyang , y varios policías secretos llevaron a la Sra. Yuan Shuazhe, una practicante de Falun Gong que había estado detenida durante cuarenta días en el centro de detención de la ciudad de Shenyang, al campo de trabajo forzado de Masanjia. La policía instigó a uno de los hombres desempleados a que tirara a la Sra. Yuan al suelo. Ella gritaba, "¡Falun Dafa es bueno!" y "¡Detener la persecución a Falun Gong!". Él le metió a la fuerza un calcetín sucio en la boca y le pisó la cabeza.

Un ruido fuerte sorprendió a la policía arriba. Tres policías secretos grandes y fuertes se abalanzaron y, sin ninguna vacilación, arrastraron a la Sra. Yuan hacia arriba. La levantaban y la dejaban caer al suelo mientras caminaban. Yendo escaleras arriba, intencionalmente ocasionaban que su cuerpo golpeara las escaleras a lo largo de todo el camino desde el primer piso hasta el cuarto. Luego la encerraron en una habitación pequeña.

En la habitación pequeña, la Sra. Yuan vio a una mujer con sus manos estiradas completamente separadas y esposadas en esa posición. La mujer era la Sra. Shi Jinling, practicante de Falun Gong de Fushun. El lugar era un compartimento de aislamiento que el campo de trabajo forzado había montado en la cuarta planta. Cuando la Sra. Shi vio a la Sra. Yuan, vio que su espalda estaba completamente descolorada por los moretones. La Sra. Yuan estuvo tendida en la cama durante dos semanas antes de que empezara a encontrarse mejor.

Aislamiento

En la celda de aislamiento, se oían ruidos altos las 24 horas del día. Cuando los guardias alimentaban a la fuerza a los practicantes, ellos hacían ruidos de tonos altos para ocultar los gritos de los practicantes.

Había un vigilante en cada celda de aislamiento. Si las practicantes empezaban a practicar los ejercicios de Falun Gong, ellos las esposaban o engrillaban a una silla de hierro.

La Sra. Yuan estuvo retenida en aislamiento durante 85 días. Luego se la llevaron a la habitación de abajo en la tercera planta y la retuvieron durante varios días porque los guardias querían intentar transformarla. Cuando vieron que no había esperanza en la "transformación", se la volvieron a llevar a la celda de aislamiento. Siempre que otros practicantes eran alimentados a la fuerza, la Sra. Yuan los defendía y les daba su apoyo. Como resultado, a menudo era esposada.

Cuando hacía calor, los guardias en el área de aislamiento daban a cada persona un único cuenco que tenía que ser usado tanto para lavarse como para hacer sus necesidades. Todo el mundo protestaba. Los guardias decían: "Si creen que no se está bien aquí, deberían admitir que están equivocadas [por practicar Falun Gong]. Si se quedan aquí, esto es lo que hay".

Debido al tiempo extremadamente caluroso, ellos cerraban las celdas de aislamiento. En la mañana del 23 de junio de 2005, la Sra. Yuan Shuzhe fue trasladada del sexto equipo a la primera división.

Arrastrada, pateada, y colgada

En la mañana del 1 de agosto, Gao Yuntian, un guardia varón de unos cincuenta años, entró en la habitación insultando a las practicantes verbalmente. Se llevó a la Sra. Yuan y la empujó fuera de la habitación. Golpeó su cabeza con la puerta de los lavabos al otro lado del recibidor. Luego el guardia la llevó arrastras a su oficina, la levantó boca abajo, y la tiró de cabeza al suelo. Luego la pateó y golpeó. Cuando la Sra. Yuan se levantó, sintió un gran chichón en su cabeza. Gao Yuntian la esposó al radiador. Él murmuró para sí: "No creo que puedes ser arreglada".

Un día, cuando los practicantes estaban recitando el Fa, los guardias irrumpieron. Yuan Shuzhe, Chen Guilan, del distrito de Chaoyan, y Sun Shuxiang, de la ciudad de Dalian, no pararon de recitar. Los guardias se las llevaron a un almacén sellado. El guardia Xie Chengdong siguió golpeándolas en la cara hasta quedar exhausto. Los guardias colgaron a las practicantes y las esposaron durante tres días y tres noches. Las obligaban a escuchar grabaciones que calumniaban a Dafa.

Persecución desenfrenada

El 24 de febrero de 2006, oficiales del departamento de trabajo forzado empezaron a ir al campo de trabajo forzado para perseguir severamente a los practicantes. Hacían que las practicantes se sentaran en pequeños taburetes durante largos periodos de tiempo y las obligaban a hacer trabajos duros. Cuando Xie Dewen, de Dalian, se negó a sentarse en el taburete pequeño, el guardia Liu Yong le pegó en la cara hasta que sangró por la boca. Obligaban a las practicantes a llevar uniformes del campo de trabajo. Muchas practicantes eran golpeadas ya que se negaban a llevar los uniformes [Nota: Debido a que los practicantes de Falun Gong no son criminales y no deberían ser encarcelados, a veces protestan por su detención ilegal, negándose a llevar el uniforme del campo de trabajo forzado].

La guardia Fan Yakui golpeó a la Sra. Yaun de forma tan brutal que se sintió mareada y no podía levantarse. Al día siguiente, Liu Yong golpeó su cara más de veinte veces. Los guardias les pusieron a la fuerza los uniformes a las practicantes y engrillaron sus manos detrás de sus espaldas. No les quitaban los grilletes ni cuando las practicantes dormían. Cuando nadie se resistía a llevar los uniformes del campo de trabajo forzado, el guardia les permitía ir al comedor a comer.

En la mañana del 26 de marzo de 2006, en el camino al comedor, la Sra. Yuan se encontró con una practicante detenida en la segunda división (era muy difícil para las practicantes reunirse). Se salió de la cola y desgarró el uniforme del campo. Le dijo a la practicante que no debería llevarlo ya que no había cometido ningún crimen. El guardia a cargo, Chen Jingmin, arrastró escaleras arriba a Yuan Shuzhe, la esposó, y luego la golpeó en la cara. Al día siguiente el oficial Li Mingyu dijo de manera triunfal: "Puede que Yuan Shuzhe haya desgarrado el uniforme, pero su hermana entregó 300 yuanes en compensación por ello. Quienquiera imitar a Yuan será multado".

En abril los guardias obligaron a los practicantes a llevar una placa de identificación. La Sra. Yuan se negó a llevar una, así que la golpearon. El 10 de abril, la encerraron en aislamiento y la colgaron. El 16 de mayo extendieron sus brazos y la esposaron a un lado de la cama. El guardia a cargo, Fan Yakui, fue incapaz de liberarla ya que no podía insertar la llave en la cerradura. Fan Yakui entonces golpeó a la Sra. Yuan hasta que su boca y su nariz sangraron. Él pateó su zona lumbar hasta que se cayó. Ella gritó: "¡Shifu ayúdame!"Solo entonces Fan Yakui paró. Yuan Shuzhe no pudo cuidar de sí durante dos semanas debido a las heridas de la paliza.

Esta vez la Sra. Yuan estuvo esposada durante 60 días, desde el 10 de abril hasta el 9 de junio. Esposaron una mano a la litera de arriba y la otra mano a la litera de abajo. Sus brazos estaban extendidos separados todo lo posible, y su cabeza estaba atrapada entre las dos literas. No podía levantarse ni agacharse. Fan Yakui dijo una vez que si una persona estaba sometida a este tipo de tortura durante mucho tiempo, su espalda quedaría herida.

La primera sección de Masanjia

En junio de 2006, la segunda sección de Masanjia envió a practicantes de Falun Gong "rebeldes" a la primera sección, la cual normalmente detiene a criminales. Debido a que la Sra. Yuan se negó a hacer trabajos duros, una mujer policía del departamento de trabajo forzado, Zheng Xiaofeng, la llamó a su oficina y le pegó en la cara y le pateó la cabeza. Debido a que la pared de su oficina tenía ventanas, Zheng Xiaofeng estaba asustando a las demás que podían ver lo que estaba ocurriendo, así que golpeó a la Sra. Yuan hasta que se cayó y luego le pateó la cabeza. Sin embargo, todo el taller todavía estaba viendo lo que estaba pasando.

Incluso después de que la Sra. Li Meihua, practicante de Dandong, completó su sentencia, el campo de trabajo forzado no la liberó. Ella en protesta hizo una huelga de hambre. La Sra. Yuan la apoyó. Los guardias fueron a la primera sección y alimentaron a ambas a la fuerza. Estaban atadas a una "cama de la muerte" y con la boca abierta a la fuerza por un metal. Sus bocas estaban heridas y ulceradas. Un criminal fue enviado a limpiar las camas de la muerte y dijo, "Era horripilante verlas".