[Minghui Net] La practicante de Falun Gong la Sra. Shen Yueping, doctora del centro de cuidados de niños y madres en la ciudad de Yuxi, provincia de Yunnan, falleció el 16 de julio de 2009 a las 23.00h. Tenía tan solo 49 años. La Sra. Shen fue sentenciada a cinco años de cárcel y sufrió malos tratos en la segunda cárcel para mujeres en la provincia de Yunnan. En junio de 2009, su familia recibió una notificación de libertad condicional médica para la Sra. Shen. Para ese entonces, ya estaba muriéndose.

Shen Yueping era doctora a cargo del centro de cuidados de niños y madres en la ciudad de Yuxi. Era amable y sincera, muy cuidadosa y responsable en su trabajo. En 2000, fue a pedir justicia para Falun Gong, para contar a la gente que Falun Dafa es bueno y que es malo perseguir a Falun Gong. Por ello fue ilegalmente sentenciada a tres años en un campo de trabajo para ser reeducada por el partido comunista chino (PCCh).

En diciembre de 2004, los policías He Xiaopei, Zhang Xiangyu y otros de la jefatura de policía del distrito de Hongta, ciudad de Yuxi, arrestaron a Shen Yueping junto con el Sr. y la Sra. Pu Zhiming y otros dos practicantes. Bajo la dirección del comité político y judicial y la oficina 610, el tribunal del distrito de Hongta sentenció a cuatro practicantes de uno a cinco años de reeducación a través de trabajo. La Sra. Shen fue sentenciada a cuatro años de condena. Debido a que expuso el hecho de que su hijo había sido detenido y amenazado durante tres días, agentes del PCCh ampliaron su condena un año más. Durante los cinco años de encarcelamiento, por su creencia en Verdad-Benevolencia-Tolerancia, Shen Yueping estuvo detenida durante unos dos años en una cámara vigilada donde sufría torturas inhumanas.

En la segunda prisión para mujeres en Yunnan, Shen Yueping fue maltratada gravemente tanto física como mentalmente, pero ella se negó a transformarse. Estuvo detenida en la cámara vigilada hasta marzo de 2007. Las practicantes retenidas en la cámara vigilada tenían que enfrentase cada día con lavados de cerebro por parte de los guardias. Eran atacadas verbalmente y forzadas a escuchar grabaciones de discursos difamatorios de Falun Gong. Mientras estaban detenidas allí, no les permitían estar de pie, sentadas o hasta pensar. Durante su menstruación, no les permitían utilizar toallas sanitarias. Frecuentemente las golpeaban, pellizcaban, o apuñalaban con agujas, y a veces les dañaban los nervios con drogas que les metían en la comida.

En la segunda prisión para mujeres, cada practicante es vigilada por dos reclusas asignadas para vigilar y abusar de practicantes en un intento de forzarlas a renunciar a sus creencias en Falun Gong. Cada reclusa que vigila a las practicantes en el área de entrenamiento especial donde estaba retenida la Sra. Shen puede conseguir cada mes una cierta cantidad de puntos. Si pueden lograr 90 puntos cada seis meses, ganan favores que incluyen reducciones de condenas. Para conseguir más puntos y reducir sus condenas, las reclusas intentan perseguir a las practicantes de todas las maneras posibles. Las vigilan 24 horas al día. Si una reclusa disminuye la presión sobre una practicante, será regañada por los guardias y perderá puntos. La prisión está localizada en un bosque frondoso, en un área montañosa, y durante el periodo estival hay muchos mosquitos y moscas. A las practicantes en la cámara vigilada no les permiten utilizar mosquiteros, así que los insectos las pican gravemente, y les crecen sarpullidos que son muy picajosos y dolorosos.

A principios de octubre de 2006, a la familia de la Sra. Shen no le estaba permitido comunicarse con ella vía carta, teléfono o visitas. En junio de 2009, su familia recibió una notificación de libertad condicional médica. En ese momento, la Sra. Shen tenía un pulmón perforado y vomitaba frecuentemente. Después de su liberación, fue admitida en el Tercer Hospital en Kunming, donde permaneció hasta que murió la noche del 16 de julio.

Fecha de edición: 02/08/2009
Fecha del artículo original: 27/07/2009
Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2009/7/27/109535.html