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La Sra. Meng Fanli empezó a practicar Falun Gong en 1996. En esa época era pesimista y estaba infeliz con su vida. Pero pronto hubo un significado verdadero en su vida, y se benefició en gran medida de las enseñanzas de Dafa.

Pero el 20 de julio de 1999, la dictadura del régimen comunista empezó a calumniar a Falun Gong y a arrestar practicantes. La policía engañó a la Sra. Meng para que vaya a la estación de policía de Xiangyang, donde fue arrestada. Luego fue mantenida en el centro de detención de Jiamusi porque temían que fuese a Beijing a protestar por la persecución. Le daban de comer pan de maíz enmohecido y una sopa rala casi sin vegetales. Pasó medio año antes que el departamento de policía de Xiangyang le extorsionara 2.000 yuanes y luego la liberara.

En noviembre de 2000, la Sra. Meng y otras dos practicantes fueron a Beijing a apelar a favor de Dafa. Cerca del puente de Jinshui en la plaza Tiananmen, fueron arrestadas por la policía que estaba escondida entre la multitud. Fueron llevadas al centro de detención del distrito de Xicheng en Beijing, donde fueron desnudadas y revisadas por una oficial de policía. La policía les robó todo el dinero que llevaban y sus pertenencias.

En esa época, practicantes de Falun Gong de todas partes de China iban a Beijing para apelar, y muchos se rehusaron a decirle sus nombres a la policía. Todos los grandes centros de detención de Beijing estaban llenos de practicantes, y muchos otros practicantes fueron interceptados en el camino y detenidos en las afueras de Beijing. Meng Fanli y otros nueve practicantes fueron detenidos en el centro de detención de la ciudad de Shahe en la provincia de Hebei. El centro de detención no tenía calefacción ni suficientes camas, así que los practicantes detenidos tuvieron que apretujarse unos contra otros y sentarse en el frío piso de cemento durante toda la noche. El segundo día, la policía del centro de detención les arrojó varias colchas que estaban sucias y húmedas. Los practicantes durmieron con la ropa puesta y se taparon con las malolientes colchas.

La policía de un departamento público local interrogó a Meng Fanli. Se rehúso a decirles su nombre o dirección. La policía la esposó a un radiador en una posición en la que le era imposible sentarse o estar de pie. Tuvo que permanecer doblada durante todo un día y una noche. Los oficiales del departamento de policía de la ciudad de Shahe no golpeaban a los practicantes directamente, porque tenían miedo de dejar signos visibles de maltratos y obtener represalias por eso. En cambio usaban un método de tortura llamado "Cocinar al águila." Si los practicantes no decían sus nombres eran forzados a permanecer de pie. Tan pronto como el practicante cerraba sus ojos, la policía empezaba a hablarle o gritarle. Los policías estaban divididos en pequeños grupos para torturar a los practicantes durante todo el día y la noche. Después de unos días, los practicantes estaban muy exhaustos. Les dolía todo el cuerpo y se sentían como si fuesen a explotar.

Meng Fanli persistió en decirle a la policía sobre Falun Gong y esclareció los malos entendidos. Les dijo a los policías que deberían tratar a los practicantes bien. Un oficial que se veía como un miembro del PCCh perdió la paciencia e hizo un movimiento para golpear a la practicante en el pecho con sus pesadas botas, pero se detuvo justo antes de tocarla, quizás su consciencia hizo que se detenga. Unos pocos días después, un director del departamento de policía vino y se acercó actuando como una persona amable, le pidió a la Sra. Meng que se sentase e hizo que le traigan algo de agua para beber. Al final la engañó para que revelase su nombre y dirección.

La policía de su ciudad natal fue luego a recogerla y llevarla al centro de detención de la ciudad de Jiamusi. Luego supo que todos los gastos de transporte y detención eran deducidos de su salario.

Fue sentenciada a un año de trabajo forzado. En el campo de trabajos forzados, el guardia Liu Yadong presionó inmensamente a la Sra. Meng para que fuera "transformada" y escriba las así llamadas tres declaraciones. Todos los practicantes que se negaban a renunciar a sus creencias eran encerrados en una habitación oscura, fría y húmeda. Se les entregaba sólo una colcha muy delgada y tenían que usar un balde que había en el cuarto como inodoro.

Se les encargó a dos criminales que estaban en la prisión la vigilancia de la Sra. Meng. Estuvo encarcelada durante ocho meses en el campo de trabajos forzados antes de ser liberada.

En octubre de 2004, Meng Fanli fue denunciada a las autoridades mientras aclaraba la verdad al público y la policía de la estación de Xiangyang la llevó a un centro de detención. Ella inició una huelga de hambre para protestar en contra de la persecución. En el tercer día de su huelga de hambre, el jefe adjunto de la estación de policía, Li Xin, la llevó a un cuarto oscuro y pequeño. Dos hombres la forzaron a echarse en una cama de cemento que estaba casi a medio metro del suelo. Tenía cuatro anillos de metal a los cuales sus manos y pies fueron esposados. Esta cama es conocida como la "cama del hombre muerto." Un médico de la prisión de apellido Zhang, trajo consigo implementos para forzarla a comer, y entre siete y ocho hombres fueron a sujetar a la Sra. Meng. Ella luchó con toda su fuerza. Los guardias trataron de alimentarla a la fuerza sin poder lograrlo durante toda una mañana. En la tarde trajeron algunos implementos metálicos para mantener su boca abierta con una palanca. Usaron tanta fuerza que hicieron que pierda y se le astillen los dientes. También su cara y su boca estaban muy heridas. Luego insertaron un tubo grueso de plástico hacia su estómago, y el doctor Zhang de la prisión, vertió la comida dentro del tubo y lo extrajo en varias ocasiones. Meng Fanli comenzó a vomitar y a escupir muchísima sangre. La sangre y la comida empaparon su ropa.

La comida era una sopa de maíz que contenía una droga desconocida, cuando entraba a su estómago, todo su cuerpo se sentía como si estuviese quemándose, y su boca y lengua estaban secas. Tenía dificultad para mover sus brazos y piernas. Sentía que sin fuertes pensamientos rectos, colapsaría en ese mismo instante. Sufrió durante la noche un dolor extremo.

El segundo día los guardias y el médico de la prisión querían forzarla a comer nuevamente, pero cuando le midieron la presión arterial y su corazón, estaban tan altos que tenían miedo de que se muriese. En cambio usaron una infusión intravenosa, durante cinco días, después de los cuales la Sra. Meng tenía un estado de salud muy pobre.

El régimen la sentenció luego a tres años de trabajos forzados. En el campo de trabajos forzados, el guardia Hing Wei la encerró en un depósito oscuro y frío. Sólo le dieron una colcha delgada. Los policías no le permitían dejar el depósito y la mantuvieron separada de los otros practicantes. La pusieron bajo "transformación" y la presionaron para que escriba las tres declaraciones. Fue forzada a realizar trabajo esclavo, cosiendo rellenos para asientos de automóvil. Le dijeron que su sentencia sería extendida si no terminaba su trabajo a tiempo.

La Sra. Meng y otros practicantes escribieron una Declaración Solemne, declarando que sus tres declaraciones eran nulas y no válidas. Los oficiales Hong Wei y Li Xiujin llamaron a los guardias para que golpeen a los practicantes que habían escrito esa declaración. La Sra. Wang Qi fue golpeada tan brutalmente que quedó paralizada. Eventualmente fue liberada del campo. Los practicantes cuya salud estaba en crisis fueron arrastrados a los talleres para trabajar y se les quitaron los cojines para sentarse. Fueron arrojados al piso, maldecidos e insultados por los guardias.

La Sra. Meng Fanli fue liberada en septiembre de 2007.

11 de abril de 2009

Fecha de edición: 03/05/2009
Fecha del artículo original: 25/04/2009
Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2009/4/25/106789.html