[Minghui Net] Muchos practicantes saben que deben dejar ir el ego, pero no saben cómo lograr esto. Ofrezco aquí mi limitado entendimiento sobre este problema de cultivación que es muy amplio y profundo.

Cuando tenemos apegos fuertes de querer algo y de perseguir, estamos frecuentemente pensando: "¡debo obtener esto! ¿Cómo puedo obtenerlo?" Sin embargo, si dejamos ir nuestros apegos, las cosas que perseguimos y nuestros deseos, nuestros corazones estarán mucho más relajados y nuestras vidas serían mucho más simples. Por lo tanto, no debo sentirme excesivamente feliz cuando obtengo lo que me pertenece, o muy preocupado y triste cuando pierdo lo que no me pertenece. En la práctica de cultivación, todas las cosas materiales deben venir e irse naturalmente sin perseguirlas y sin lamentarlo.

Cuando juzgamos y observamos el mundo con nociones humanas muy intensas, estamos en realidad cayendo en una manera de pensar muy estrecha. Es como si quisiéramos ver el cielo desde el fondo de un pozo de agua. Cuando dejamos ir nuestro ego, sólo ahí nos daremos cuenta de que lo que vemos ni siquiera merece la pena ser mencionado. Entonces seremos capaces de respetar verdaderamente toda la vida y encarar todo con una naturaleza calmada y benevolente. Como seres iluminados, no debemos sentirnos conmovidos por cosas que están a nuestro alrededor en este mundo humano.

Si tenemos odio, maldad, y rencor en nuestros corazones, dondequiera que vayamos estas cosas se pueden encontrar alrededor de nosotros. Algunas veces nos quejamos con lágrimas en los ojos: "soy tan buena con él, y mira como me grita" o "he hecho tanto, pero he ganado tan poco". Si un practicante no tiene una mente calmada y un corazón en paz, va a tener muchas quejas sobre su vida. En realidad no es que otros nos traigan problemas, sino que tenemos ye que pagar. La situación no es simplemente que hayamos ganado muy poco, sino que estamos persiguiendo demasiado.

Cuando miramos los errores y faltas de los otros, no podemos ver sus talentos y lados positivos. Cuando consideramos las cosas desde la perspectiva del Fa, nos damos cuenta que la gente común no tiene el Fa ni practica cultivación. También debemos entender que los compañeros practicantes también son humanos y pueden cometer errores durante su cultivación. Un ser iluminado tiene la habilidad de ser tolerante y de perdonar cualquier cosa.

Cuando llenamos nuestros corazones con el apego de competir, quizá nos encontremos en peleas y conflictos con otros. Durante esos momentos las palabras pueden ser duras y herir a otros. Si somos crueles con otros, van a tratarnos de la misma manera. Un practicante puede continuar con la lucha de la gente común de quién está "en lo cierto o errado" y disputar por la supremacía. Pero cuando el apego a competir se abandona, nos damos cuenta que las cosas en la sociedad común no merecen disputa. Cuando tenemos un entendimiento más elevado de los principios universales, las batallas de la gente común se ven bastante lamentables.

Cuando tenemos un apego muy fuerte al tiempo, nuestros corazones tienen miedo y hacemos lo que podemos para atesorar el tiempo. Hacemos tantos esfuerzos para "ahorrar tiempo" y "hacer las cosas", lo que indica un gran apego al mejoramiento personal y a llegar a la perfección. Tratamos de hacer todas las cosas, pero la familia y otros quizá van a seguir quejándose de nosotros. ¿Por qué esto ocurre aún cuando hacemos grandes esfuerzos? La razón puede ser que no hemos abandonado nuestro apego al tiempo. Cuando tenemos pensamientos como: "tengo que leer" y "quiero mejorar" estamos dejando ir el egoísmo. Sólo al dejar el egoísmo de lado podremos considerar a los demás primero. Cuando nos vemos a nosotros mismos como practicantes tenemos la calma de los seres iluminados y sin importar qué es lo que hagamos, lo hacemos bien con una mente estable y seria.

Un corazón lleno de temor nos guía a temer la pérdida de beneficios, felicidad y comodidad y todo lo que poseemos se convierte en una carga para nuestro avance en la cultivación. Cuando tenemos temor nos volvemos tímidos, perdemos valor y fuerza y nos falta pensamientos rectos. Los practicantes ven completar sus misiones como una responsabilidad sagrada y naturalmente van a abandonar el miedo para proteger las vidas y salvar a la gente. Realmente ¿qué importancia pueden tener nuestras pequeñas comodidades y beneficios comparados con la vida o muerte del universo y de todos los seres vivientes?

Cuando pensamos que poseemos la verdad podemos ser arrogantes, darle lecciones a la gente, y mirar a otros por encima del hombro y con desprecio. Cuando decimos: "él es muy estúpido", "su cualidad innata no es buena" y "él no es nadie" estamos viéndonos a nosotros mismos como si fuéramos mejor que los demás. Uno que parece ser muy inteligente superficialmente, quizá no tiene un nivel muy alto. De la misma manera, uno que parece no ser muy inteligente quizá no sea de un nivel bajo. Verse a uno mismo como infalible no es algo bueno ya que esto puede acarrear interferencia demoníaca. Por lo tanto, los practicantes no deben ser arrogantes ni complacientes y no deben dejar que el éxito se les suba a la cabeza. Es mejor ser modesto y respetar a todas las vidas.

Fecha de publicación del artículo: 23/4/2009
Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2009/4/23/106732.html