[Minghui Net] Una de mis ex compañeras me invitó a su boda. Pensé que era una gran oportunidad para clarificar la verdad a los demás invitados, y que no debía dejarla pasar. Pero estaba preocupada, porque recientemente me había salido una especie de hongos en la cara, y no quería que esto afectase la impresión de ellas sobre Dafa. Luego me entere que una, con la cual no me veía desde hacía cinco años y que también asistiría a la ceremonia, era oficial de policía. Me dije a mí misma que no debía perder la oportunidad de aclararle la verdad. Antes de asistir a la fiesta comencé a enviar pensamientos rectos cada hora, no podía permitir que mi pobre estado de cultivación afectara la salvación de seres conscientes. Quería reforzar mis pensamientos rectos, para que mi ex compañera oficial de policía pudiese ser salvada. Mis demás ex compañeras que también estarían en la boda, ya habían aprendido la verdad sobre la persecución y renunciado al partido comunista. Esta vez quise enfocarme en clarificarle la verdad específicamente a esta ex compañera oficial de policía.

El día de la ceremonia estaba aún un poco preocupada por los hongos. Al ver a una de mis ex compañeras, giré la cara hacia otra dirección para que no los viera, e inmediatamente advertí mi apego a la apariencia. Mientras conversaba con ellas me fui olvidando de los hongos y en ninguna de mis conversaciones me preguntaron sobre ellos. Cuando la fiesta estaba por terminar, una se me acercó para decirme: "Tienes una piel muy clara y saludable". De hecho los hongos en mi cara eran bastante evidentes, lucían rojos. Entonces comprendi que el Maestro me había ayudado porque vio que tenía un corazón puro.

Después de hablar, la que había sido oficial de policía durante un tiempo, descubrí que no había participado en la persecución a los practicantes, pero que era bastante hostil hacia Dafa. Así que comencé contándole sobre el poder curativo de Dafa, y de cómo mis seres queridos se habían beneficiado por practicarlo. Inmediatamente se irritó y me interrumpió diciéndome que yo creía eso porque me habían obligado. Aspiré profundamente y con calma continué contándole las cosas maravillosas que me habían pasado desde que comencé a practicar Falun Gong. Inmediatamente me interrumpió nuevamente diciendo: "Eso tan solo son tus propias ideas y no tiene nada que ver con Falun Gong" y me acusó también de estar haciendo publicidad. Cuando quise contarle más acerca de la práctica, se enfadó mucho y me dijo: "Lo que me estás diciendo va en contra de la moral de mi trabajo, si continúas con esta conversación, realmente me voy a molestar contigo". Inmediatamente traté de mirar hacia dentro para ver qué estaba mal conmigo. ¡Yo sólo estaba tratando de ayudarla! Pero observé que estaba siendo demasiado invasiva. Me calmé, envié pensamientos rectos y le pedí ayuda a Shifu. Después hablamos de asuntos de su interés, e inteligentemente introduje en nuestra conversación temas relacionados con la clarificación de la verdad.

Cuando salimos del hotel no parecía haber cambiado mucho, pero yo continuaba enviando pensamientos rectos y le dije a Shifu: "El tiempo está por acabarse, puede perderse esta oportunidad y la posibilidad de ser salvada para siempre. Shifu, por favor ayúdame. ¡Quiero salvarla!". Justo después de enviar este pensamiento, me dijo que antes de irse a su casa, quería pasar por otro sitio para resolver asuntos personales. Le dije que yo también me dirigía hacia allí y que podíamos ir juntas, lo que la puso muy feliz. Entonces quiso tomar un taxi, pero pensé que eso no me daría tiempo suficiente para hablarle, así que propuse tomar un autobús, y aceptó. Durante el trayecto, y sin prestar atención a la gente que se encontraba a nuestro alrededor, comencé a contarle historias acerca de la gente indígena, que por sus corazones de bondad fue salvada durante el tsunami. También le hablé acerca de noticias y temas de interés que sucedieron en la ciudad. Aunque a veces me decía que yo era anticomunista, o trataba de cambiar de tema, o cerraba sus ojos pretendiendo no oír nada, vi algunos cambios en su rostro, y continué clarificándole la verdad sin sentirme movida por su actitud.

Bajamos del autobús y se despidió amistosamente, me le acerqué y le dije sinceramente: "Una última cosa. ¡Renuncia al partido! Puedes usar un seudónimo. Estarás a salvo y tendrás un futuro prometedor, y yo estaré aliviada". De repente le cambió la expresión y me dijo: "Tú toma tu camino, que yo tomaré el mío, adiós". Me sentí muy decepcionada y desalentada, pero inmediatamente recordé las enseñanzas de Shifu y pensé: "Sentirme herida es un sentimiento humano, no puedo dejarme llevar por sentimentalismos. Hoy no vine en vano, al menos ella entiende más que antes la verdad. Espero que en el futuro pueda conocer más la verdad. No debo renunciar, es tan solo que aún no me entiende, y puede salvada. Continuaré usando mis pensamientos rectos para ayudarla".

Terminé de enviar pensamientos rectos cuando llegué a casa. Tenía una llamada perdida en el teléfono. Por lo general no devuelvo las llamadas a alguien que no conozco, pero esta vez lo hice. Era mi ex compañera, y me preguntó: "¿Qué me dijiste cuando nos bajamos del autobús?" Te dije que renunciaras al partido usando un seudónimo, y tendrías un futuro prometedor. No tienes que usar tu verdadero nombre, ¿estás de acuerdo con renunciar? Es por tu propio bien. Dijo: "Si, renunciaré, sé que me acompañaste para que lo haga, lo supe desde hace mucho". Continué diciéndole: "Por favor, trata bien a los practicantes de Dafa y escucha lo que tengan que decirte". Me respondió muy feliz: "¡Está bien!" Nos dijimos adiós y colgamos.

Gracias a esta experiencia me iluminé a que, cuando aclaramos la verdad, por lo general nos encontramos con toda clase de personas que no nos entienden. Ellos pueden ser muy tercos o muy malvados, lo que dicen puede ser difícil de escuchar, y algunas veces nos tratan de manera poco amistosa. Pero como cultivadores, especialmente en este momento crítico de salvar seres conscientes, no debemos permitir que su comportamiento superficial nos mueva. Debemos permanecer calmados, racionales y actuar con sabiduría, porque lo que vemos podrían ser tan solo alucinaciones, y si estamos decepcionados o desalentados, éstas se podrían volver reales. Pero si mantenemos siempre la mentalidad de un cultivador y somos rectos, la gente común será muy fácil de influenciar. Y, sin perseguir, los resultados se pueden volver sorprendentemente muy buenos. Por supuesto, la condición previa es que debemos enviar pensamientos rectos para eliminar la interferencia, tener fe en Shifu y en el Fa.

Asimismo, mientras clarificamos la verdad a los seres conscientes, nuestros pensamientos deben ser sinceros, altruistas y puros. Cuando estemos frente a situaciones específicas, debemos tratar de clarificar la verdad de tal forma que los seres concientes puedan aceptarla. Sólo cuando estamos en un estado de no egoísmo, podemos realmente tocar el corazón de las personas y salvarlos.

Fecha de edición: 08/02/2009

Fecha del artículo original: 01/02/2009

Versión en inglés en: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2009/2/1/104449.html