[Minghui Net] La Srta. Han Ming era empleada de la Fábrica de Maquinaria de Pingshui, una gran fábrica de maquinaria militar que es el principal empleador de la ciudad, situada en el condado de Pingba, provincia de Guizhou. Fue detenida en dos ocasiones por persistir en cultivar Falun Dafa y el 28 de febrero de 2001 fue finalmente sentenciada a dos años de trabajos forzados. Mientras estuvo detenida en el Campo de Trabajos Forzados para Mujeres de la provincia de Guizhou, fue inyectada con una droga desconocida, lo que le causó una atrofia muscular en todo el cuerpo. Murió el 20 de Marzo de 2003 a la prematura edad de 30 años.

Ver: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2003/4/18/34663.html)

Han Ming


En agosto de 2000 y por orden del Departamento de Policía del condado de Pingba, la Administración de la Vecindad de la Fábrica de Maquinaria impartió una sesión de lavado de cerebro en el Hotel Pingshuishanzhuang. Todos los practicantes de Falun Gong conocidos fueron obligados a asistir a la sesión. La Srta. Han solía hacer los ejercicios de Falun Gong cada mañana y los guardias la descubrieron. La policía le preguntó si continuaría practicando Falun Gong y ella dijo que sí. Inmediatamente la detuvieron (así como a la Srta. Ji Yuanfang, que murió en 2002). Una mama se le infectó gravemente durante la detención y fue puesta en libertad condicional por razones médicas.

Tan pronto regresó a casa, rápidamente se recuperó de su dolencia porque siguió haciendo los ejercicios.

Una mañana a principios de febrero de 2001, la policía irrumpió en su domicilio. Saquearon el lugar y confiscaron todos los materiales de Falun Dafa, deteniéndola por segunda vez en quince días. Sólo unos pocos días después de su liberación el 28 de febrero, fue condenada a dos años de trabajos forzados, despedida de su trabajo, y enviada al Campo de Trabajos Forzados para Mujeres de la provincia de Guizhou.

La Srta. Han soportó torturas físicas y mentales muy crueles mientras estuvo en el campo. La guardia Gu Xinying intentó con todas sus fuerzas lavarle el cerebro. Ordenó a un prisionero drogadicto escribir tres declaraciones para que las firmara. La Srta. Ella rompió los documentos en pedazos lo que enfureció a Gu que la abofeteó en la cara repetidamente. Después ordenó a ocho guardias que la sujetaran mientras le inyectaban cuatro dosis de una droga desconocida. Estas inyecciones hicieron que perdiera la memoria, sus músculos quedaron atrofiados, y sus piernas ya no soportaban su peso. La administración del campo estaba temerosa de que el caso se hiciera público y no permitía a la familia visitarla. La Srta. Han ya no podía valerse por sí misma.

En junio de 2002, una amiga suya recibió una llamada de un guardia del campo llamado Chen, diciendo que la Srta. Han estaba muy enferma y que necesitaba que la recogieran del campo. Su amiga se apresuró a ir al campo al día siguiente, pero el guardia Chen dijo que no sabía nada de ninguna llamada y tuvo que volver a casa sola. En agosto de 2002, la Administración de la Vecindad llamó a esta amiga otra vez para que fuera a recogerla, pero señalaron que no tenía permitido acogerla en su casa, argumentando que la Srta. Han padecía de tuberculosis. Su amiga preguntó si era posible llevarla a una casa individual fuera de la zona residencial de la fábrica. Accedieron, pero pronto cambiaron de opinión y dijeron que tenía que ser ingresada directamente en un hospital.

El 3 de septiembre de 2002, fue trasladada al Hospital del Condado de Pingba, con un guardia vigilándola en todo momento. Estaba muy débil y no se sostenía en pie. Tres días después su madre la llevó a casa. Casi no podía ponerse de pie, pero se obligaba a estudiar el Fa y a hacer los ejercicios a pesar de que se cayó al suelo en numerosas ocasiones. Debido a la gravedad de su condición, parecía tener dificultad para respirar y estaba muy desorientada y confundida. Murió de un fallo del sistema respiratorio el 20 de marzo de 2003.

Fecha de edición: 30/11/2008
Fecha del artículo original: 14/11/2008
Versión en inglés en: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2008/11/14/102275.html