Controlemos nuestras propias emociones

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En tu vida, cuando eres lastimado, criticado o humillado por las palabras de otros, ¿cómo reaccionas? ¿Pierdes el genio y maldices a los demás o tragas tu cólera a la fuerza? ¿Después de eso, te enojas aún más mientras piensas sobre eso y causa que estés de mal humor? Para una persona común, es muy difícil controlar bien las emociones bajo esta clase de situación. Sin embargo, como persona bien cultivada, uno podrá enfrentar la tribulación con un corazón tranquilo y comportarse con gran calma delante de una crisis.

Hay una historia que va así: Un día, cuando el Fo (Buda) pasaba por una aldea, alguna gente que salió a hablar con él lo hizo de una manera muy descortés, y algunos incluso escupían palabras sucias. El Fo se quedó allí parado escuchando silenciosamente, y entonces dijo: "Gracias por venir a verme. Tengo que seguir en el camino porque la gente en la aldea siguiente me está esperando. Pero cuando vuelva mañana, tendré más tiempo. Si tienen más cosas que decirme, vengan por favor otra vez.

Esa gente no podía creer lo que oyeron con sus oídos y lo que vieron con sus ojos. ¿Qué pasa con esta persona? Uno de ellos preguntó al Fo: "¿Oyó usted realmente nuestras palabras? ¡Hablamos de usted como si usted no fuera nada, sin embargo usted no tuvo ninguna reacción!"

El Fo (Buda) contestó: "Si lo que ustedes desean es mi reacción, entonces ustedes vinieron demasiado tarde. Deberían haber venido a verme hace diez años. Entonces habría reaccionado. Sin embargo, durante los últimos diez años, me he liberado del control de la gente. Ya no soy un esclavo y soy mi propio amo. Hago las cosas basadas en mí mismo, no reaccionando según otros."

He oído otra historia: Una persona siempre compra su periódico en un mismo quiosco de periódicos. Aunque el vendedor de periódicos constantemente tiene una cara fría y antipática, esta persona siempre le dice cortésmente "gracias". Un día, su colega vio la situación y le preguntó:"¿Él siempre es así cuando está vendiendo cosas?"

"Sí."

"¿Por qué lo sigues tratando tan cortésmente?"

La persona contestó: ¿"Por qué tengo que dejar que él tome las decisiones sobre cómo yo reacciono?"

¡Es tan cierto! ¿Por qué tenemos que dejar que las acciones y las palabras de la gente tomen decisiones sobre nuestros sentimientos? No podemos controlar la manera en que la gente nos trata, pero podemos controlar nuestras propias emociones y no dejar que sean influenciadas por los demás. Por supuesto, requiere un proceso de cultivación del xinxing para alcanzar esto. Empecemos por cambiar nuestro estado interno y dejar que nuestras propias emociones sean gobernadas por nosotros mismos.

Fuente: http://www.xinsheng.net/xs/articles/gb/2007/12/5/42002.htm