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No hace mucho empecé a trabajar en una compañía privada. Al principio, nadie sabía que practicaba Falun Gong. Seguí estrictamente las enseñanzas de Falun Gong en todo momento y todos mis colegas empezaron a notar lo concienzudamente que trabajaba y mi comportamiento amable. Ya que mis colegas tenían un gran respeto por mí, empecé a explicarles los hechos importantes sobre Falun Gong y a tratar de persuadirlos para que dejen cualquier lazo con el Partido Comunista Chino (PCCh) y sus organizaciones afiliadas con las que hubieron podido asociarse cuando eran jóvenes. Mi jefe, sin embargo, continuaba teniendo dudas sobre Falun Gong.
Un día mi jefe y yo cenamos juntos. Me dijo que me iba a dar una nueva tarea que iba a beneficiarlos tanto a la compañía como a él. "¿Qué es?", pregunté. Me dijo que quería que saque el medidor de agua cada noche y que llene el tanque de agua. En la mañana, instalaría el medidor otra vez, de esa manera la compañía ahorraría mucho dinero en nuestra cuenta de agua. ¡Y me iba a dar un premio por ello! ¿No me estaba pidiendo mi jefe algo ilegal? Entonces pensé que era una buena oportunidad para explicarle acerca de Falun Gong.
Primeramente me negué a hacer lo que me pedía. Luego empecé a explicarle cómo Shifu nos pide que empecemos por ser las mejores personas del mundo y que nos elevemos al nivel de un cultivador. También le expliqué la ley celestial de que sin pérdida no hay ganancia. Mi jefe no dijo nada, ni tampoco me volvió a pedir que saque el medidor de agua en la noche.
Al día siguiente no me habló para nada. En ese momento pensé que se había ofendido porque no acepté su propuesta. Esa noche volvimos a cenar juntos. Esta vez me dijo "no pude dormir la noche anterior, ¿sabes por qué?" le dije que no.
Me dijo que se había quedado pensando sobre lo que le dije la noche anterior. Me dijo "me di cuenta que tu Shifu y el Fa es muy recto. No te preocupes que vas a estar a salvo en mi compañía". Los que quieren causar problemas a nuestra compañía necesitan mucha agua para sus operaciones de negocios, mi jefe me dio una palmada en la espalda y me dijo "nosotros, la gente buena, nunca vamos a hacer trampa con nuestra cuenta de agua".
Durante este tiempo más del 90% de la gente en la compañía ha decidido renunciar del PCCh y a sus organizaciones afiliadas. Pienso que los pensamientos rectos y las acciones rectas validan el Fa y salvan a seres conscientes.
Fecha de publicación: 13/9/2007
Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2007/9/13/89511.html
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