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Terra Actualidad - EFE

Las violaciones de los derechos humanos en China continúan empeorando, según un informe de Amnistía Internacional (AI) presentado hoy en Londres, dos semanas después de que el país asiático accediera al Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

'Las limitadas reformas legales y judiciales apenas mejoraron la protección de los derechos humanos. Continuó la detención de decenas de miles de personas' que padecieron riesgo de 'sufrir tortura', señala AI.

Según la ONG, en el interior del país se dan situaciones de tortura mediante golpes, patadas, descargas eléctricas y grilletes en instituciones oficiales muy diversas, donde los retenidos no tienen acceso a abogados ni a familiares, a pesar de haberse iniciado una prueba piloto en tres provincias para filmar interrogatorios este año.

Las víctimas de muchas de estas detenciones son activistas, abogados, expropiados y 'peticionarios' que son acusados de forma imprecisa de delitos 'contra la seguridad nacional' o filtración de 'secretos de Estado'.

La situación de los 'peticionarios', ciudadanos que se acogen al tradicional sistema de presentación de demandas para conseguir resarcimiento por distintos abusos (corrupción, expropiaciones ilegales y otras injusticias) es destacada en el informe de AI.

La organización cree que deficiencias básicas del sistema de peticiones impiden que se haga justicia y 'contribuyen a un aumento de las protestas sociales', unas 84.000 en 2005 según el gobierno chino.

La censura es cada vez 'más intolerante' cuando se trata de cuestiones que molestan al gobierno comunista. Los periodistas que informan sobre estos asuntos son 'despedidos, detenidos arbitrariamente o encarcelados' acusados de filtrar 'secretos de Estado', asegura AI.

En internet la censura es también estricta en un país donde el número de internautas sigue creciendo (111 millones, segundo mayor del mundo tras EEUU con 198 millones).

Las mujeres continúan siendo objeto de violencia a través de la 'esterilización y abortos forzados por parte de las autoridades locales que intentan cumplir con las estrictas normas de planificación familiar', que desde 1980 limitan el número de hijos por familia a uno.

Además, las mujeres encarceladas siguen corriendo 'peligro de sufrir abusos sexuales y otras formas de tortura y malos tratos'.

Los desalojos forzosos en zonas urbanas y la requisa de tierra en las rurales produjeron cada vez más protestas y malestar social, con disturbios que fueron reprimidos por la policía con 'medios violentos, en ocasiones mediante bandas de delincuentes respaldadas por empresas y autoridades locales'.

El informe destaca la represión sobre prácticas religiosas al margen de canales oficiales y critica la nueva Normativa sobre Asuntos Religiosos, la reanudación de la represión contra el movimiento religioso Falun Gong en abril, y la persecución de grupos no autorizados de católicos y protestantes.

AI calcula que en el último año fueron ejecutadas 1.770 personas y al menos 3.900 fueron condenadas a muerte.

La represión contra los 'uigures' en la región occidental de Xinjiang con el pretexto de frenar el 'terrorismo' se endureció en mayo, una represión que continúa en Tíbet con la detención arbitraria de monjes y monjas budistas.

En el ámbito internacional, AI denunció las exportaciones no controladas de armas chinas a Sudán, 'que contribuyen a violaciones masivas de derechos humanos' y la 'resistencia' de Europa a levantar el embargo de venta de armas impuesto a China tras la matanza de estudiantes en Tiananmen (1989).

22-05-2006

Fuente: http://actualidad.terra.es/sociedad/articulo/china_ai_violaciones_derechos_humanos_892367.htm

Fecha de edición: 28/5/2006Fecha del artículo original: 22/5/2006

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