[Minghui Net] Nuestro Shifu varias veces y en diferentes formas nos ha dicho que la cultivación no es difícil, lo que la hace difícil es el no querer abandonar nuestros apegos. Entonces, ¿por qué es tan difícil dejar nuestros apegos?, definitivamente si estos apegos fuesen algo desagradable, repugnante y doloroso sería muy fácil abandonarlos ya que nadie mantiene o guarda y mucho menos tolera algo que nos produce dolor, por lo tanto, ¿no será que nuestros apegos son agradables, placenteros, graciosos, confortables, emocionantes y estimulantes? Si no es así, me pregunto otra vez, ¿por qué no son fáciles de eliminar? Por lo tanto, será por esto que cuando nos disponemos a eliminar un apego de tantos, como son tan gratificantes, nuestras nociones proyectan en nuestra mente un rechazo inmediato, un dolor y un sufrimiento, porque de acuerdo a mi mente, ¿cómo voy a deshacerme de algo tan agradable? Si somos conscientes de esto y si al menos queremos eliminarlos, lo que continúa es una preocupación personal seguida de una angustia y finalmente una lucha entre el dolor y el gozo, si nuestra voluntad es muy fuerte, si nuestros pensamientos rectos son fuertes entonces no nos importa el dolor pero si son débiles preferimos la autocomplacencia.

Todos nuestros pensamientos se detienen aquí en esta lucha interminable, aunque demos por concluida nuestra decisión por ahora, en otro momento y ante otra circunstancia volveremos a confrontarnos otra vez, ¿no es fatigoso esto? Por esta lucha somos incapaces de percibir y entender algo más, no damos un paso adelante para entender que ese apego que nos produce placer realmente es algo que verdaderamente nos daña, porque al sostener ese apego estamos sosteniendo ciertas actitudes, y comportamientos que venimos arrastrando desde hace mucho tiempo como son nuestra soberbia, orgullo, vanidad, ostentación (prestigio y fama), exultación, lujuria, gula, odio, rencor, miedo, temor, duda, incredulidad, avaricia, competencia, etc. Un ejemplo de un apego en particular que me vino a la mente es cuando alguien nos "ofende", sentimos un fuerte dolor y una fuerte injusticia, nos sentimos agredidos y esto es así porque además esta sensación se refuerza debido a nuestras experiencias pasadas (nociones adquiridas) de lo buenos que somos, porque los demás son los que están mal, son los injustos..., por lo tanto seguimos atrapados en nuestra ilusión y entonces respondemos a esta ofensa bajo una sombra que nos dice, ¡tú estás bien el otro es el que está mal, tú tienes la razón el otro no, por lo tanto no te dejes, responde a esa ofensa,. defiéndete! Todo esto en una fracción de segundo y se da entonces la confrontación. Todo lo vemos tan normal que esto se vuelve una forma de vida. El Shifu nos ha dicho que el ser humano es como un recipiente, es lo que contiene. Por lo tanto pienso que si continúo manteniendo mis apegos ante una situación en particular voy a seguir teniendo comportamientos y actitudes similares ante la misma persona o con personas diferentes. También recuerdo que nuestro Shifu ha mencionado que; ante un conflicto o problema demos un paso atrás y entonces todo será más claro (no es literal).

Heshi

Fecha de publicación 18/11/2001

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