[Minghui Net] Hacer actos buenos sin buscar nada a cambio es una manifestación de moralidad y virtud. Una persona benevolente trata a menudo las dificultades y la felicidad que experimente en el curso de su vida con un corazón tranquilo. Las personas que tienen un carácter noble y se hacen respetar por otros a menudo hacen muchas cosas para ayudar a otras personas sin esperar nada a cambio. Aquellos que se benefician de su generosidad tienden a comenzar a hacer las mismas cosas que ellos. Debido a esto, las personas benevolentes a veces reciben beneficios inesperados a cambio de sus actos buenos. Es una regla natural que gira alrededor del ciclo de la causa y del efecto.

A finales del siglo diecinueve en América, dos niños de familias pobres fueron admitidos en la universidad. Para ganar algo de dinero para pagar sus cuotas escolares y gastos de vida, pensaron en un plan para hacer dinero. Decidieron organizar un concierto para un famoso pianista y esperaban ganar algo de dinero de la comisión. Encontraron un famoso pianista de esa era, el Sr. Ignace Paderewski. El manager del Sr. Paderewski y los dos jóvenes discutieron los términos y acordaron que el maestro debería recibir 2000 $ US por la interpretación en el concierto. El maestro estaba de acuerdo con la propuesta y pensó que el pago era suficientemente atractivo. Pero para los dos jóvenes, 2000 $ US era una suma enorme. Si los ingresos de la interpretación no alcanzaban dos mil dólares, perderían dinero.

Los jóvenes firmaron el contrato y comenzaron a trabajar de corazón para poner en escena un exitoso concierto. Al final del concierto, después de sumar el dinero que habían recaudado del concierto, descubrieron que habían recaudado solamente 1600 $. Dieron todos los mil seiscientos dólares al Sr. Paderewski y le dieron un cheque por cuatrocientos dólares, prometiendo hacer honor al cheque tan rápidamente como pudieran. El Sr. Paderewski fue conmovido por los dos pobres jóvenes y rompió el cheque de cuatro cientos dólares en pedazos. Después entrego los mil seiscientos dólares a los dos jóvenes y dijo, "Por favor deducid vuestros cuotas escolares y gastos de vida de este dinero. Entonces de lo que sobró, tomó el diez por ciento como comisión por su esfuerzo. Tomaré lo que sobra". Los dos jóvenes lloraron.

Muchos años después, al final de la Primera Guerra Mundial, Paderewski regresó a su Polonia natal y llegó a ser Primer Ministro de Polonia. Como resultado de la devastación de la guerra el país estaba experimentando dificultades financieras y la gente estaba hambrienta. Diez millares de ciudadanos hambrientos estaban apelándole ayuda. Intentó todo lo que pudo pero no podía solucionar la gran crisis. No teniendo otra alternativa, se acercó al jefe de Alimentación y Ayudas de la Administración de EEUU, el Sr. Herbert Hoover, por ayuda. Cuando el Sr. Herbert Hoover recibió la solicitud, inmediatamente respondió que enviaría una gran cantidad de provisiones a Polonia.

No mucho después, más de diez mil toneladas de provisiones llegaron a Polonia. La tragedia en Polonia fue evitada. El Primer Ministro Paderewski buscó para agradecer al Sr. Herbert Hoover en persona y concertó una cita para encontrarse con el en Paris.

Cuando los dos hombres se encontraron, el Sr. Herbert Hoover dijo: "No necesita agradecerme. Yo debo agradecerle. Primer Ministro Paderewski, quizá hay algo que ha olvidado hace tiempo, ¡pero yo lo recordaré para siempre! Cuando estaba en América, ayudó a dos estudiantes universitarios pobres. ¡Yo era uno de ellos!"

Hacer actos buenos sin esperar ninguna recompensa es indudablemente una acción caritativa de un hombre con alta moralidad y virtud. Pero donde hay pérdida, también debe haber ganancia. Es una verdad universal. La amabilidad y compasión genuinas brillan a través de las edades y no se desvanece con el paso del tiempo.

Fecha de edición: 15/1/2006
Fecha original del artículo: 9/1/2006
Categoría: Foro abierto

(Versión en chino: http://www.zhengjian.org/zj/articles/2005/12/7/34869.html)