Compartido en el Fahui en Tucumán, Argentina 2005

Por Nora, practicante de Dafa de la ciudad de Tucumán, Argentina

(Sabiduriapura.org)

Quedé huérfana de madre y padre a los 19 años en un término de 3 meses, en el año 1977. Éramos 7 hermanos y sentí que si había un Dios, a este se le había ido la mano.

Salí de mi casa furiosa, ¡ahora sí buscaba a Dios! Estudié psicología, filosofía, teosofía y metafísica y me iba a todos los brujos y shamanes (1) que había en mi camino – estuve en otras vías y religiones buscando, leí cuantos libros caían en mis manos hasta hacerme una experta del cielo; era mi única motivación… pero nada, no había nada que me sostuviera y no se hiciera agua, y mi fe se diluía. Yo pedía como Arquímedes ¡un punto de apoyo!- porque tengo fuerzas, porque me siento valiente, porque cruzo líneas ¡porque quiero volver a casa!

Años después, mi hermana mayor muere de cáncer, tenía 3 hijos y 44 años, con todo lo que había experimentado en mi búsqueda espiritual ayudé a que su muerte fuera digna.

Yo tenía como único proyecto encontrar a Dios y pelear con Él y gritarle que lo que me hacía era cruel y que era malo conmigo, que era una mentira que el era el dios del amor- que no había aquí justicia y misericordia y que no jugaba más. Que… ¡quería volver a casa!


Cuando Silvia murió yo bajé los brazos, sentía que todo era una gran mentira, que estábamos perdidos y nadie nos escuchaba. Me encerré en casa por 2 años, mi rutina fue deprimente, no creía en nada, vivía el sinsentido y el vacío- me anestesié con psicofármacos. Yo quería no sentir, yo quería no pensar, yo quería que paren el mundo, yo quería volver a casa.


Un día, después de 2 años de retiro voluntario de la vida, leí una frase que sentí que era para mí – decía: “A quien buscas, te busca”-no sabia por qué, lloré cuando la leí, ¡mi corazón latía con fuerzas y volví a sentir!- Hoy sé por qué me sucedieron tantas cosas, hoy tengo todas las respuestas. Y tengo que ser justa, tuve mi sufrimiento pero siempre, siempre me cuidaron amorosamente, enviándome las personas y las situaciones correctas para cada ocasión y muchas veces me mimaron hasta hacerme sentir única e irrepetible, creo que por eso me metía en todos los lugares confiada que me sacarían sana y salva porque, vi secuelas en otros y yo salía ilesa mirando la próxima.


Confieso que me entrené más en buscar, ya que cuando encontré me asusté mucho.

A la semana de leer esa frase, le dije a mi marido “¡Quiero a mi maestro! Estoy preparada.” Él se agarraba la cabeza, sabía que me metería en algo nuevo. Y… allí fue cuando sonó el celular de él, y mi amigo Miguel Pérez compañero de una anterior vía, me dijo – “¡Quiero mostrarte algo! Se llama FALUN DAFA, ¡es bueno! Estoy en la plaza todos los días a la siesta. Te espero.” Yo fui sin ganas de encontrar nada, solo la curiosidad de saber qué lo sostenía a él.


Encontré a un viejo amigo con cara de bueno y una paz que conmovía. Me regaló el libro y me persiguió como buen gallego para que lo leyera, de verdad, yo creí que me quería como crítica literaria por la forma en que llamaba para ver en qué capitulo iba y qué me parecía. Fue tanta su presión que creía que lo leía para conformarlo a él y poder darle mi punto de vista (intelectualmente hablando). A las dos semanas ya estaba haciendo Hongfa en Termas (Santiago del Estero), y me dio una conferencia donde el maestro decía ¡que éramos dioses y el FA la Ley Divina!- yo lo miré asustada y él sonriendo me dijo: “¡Es bueno!- ¡Es recto!” Entré con mi cuñada Elena y mi marido Pedro, los tres por cinco meses nos internamos leyendo, haciendo los ejercicios, intercambiando entendimientos, agradecidos de tener la posibilidad de participar y ser parte de lo único válido y verdadero que tenia sentido en la vida.


¡VINIERON POR NOSOTROS!- Shifu nos encontró, y nosotros pudimos entenderlo, aceptarlo y agradecerle día a día su misericordia.
Hoy nuestros hijos comparten con nosotros la verdad. Sienten la seguridad de ser cuidados por su maestro y comprenden que VERDAD-BENEVOLENCIA-TOLERANCIA, son los únicos valores que rigen en sus vidas.

HOY ATESORO FALUN DAFA
HOY TENGO A MI SHIFU
FALUN DAFA ME DIO EL PUNTO DE APOYO
FALUN DAFA ME DIO LA DIRECCION
FALUN DAFA ES MI ESCALERA AL CIELO
TENGO EL GONG DE MI MAESTRO
TENGO RESPONSABILIDADES QUE ASUMIR
¡TENGO QUE PODER! PORQUE REGRESAR A MI SER
ORIGINAL ¡DEPENDE DE MI!
¡QUIERO VOLVER A CASA!

Fecha de edición: 22/05/2005
Categoría: Experiencias de Cultivación

Categoría: Referencias