(Sabiduriapura.org) Hace ocho años fue el día más bello de toda mi vida. Fue el día en que conocí Falun Gong. Aquel día, sentí verdaderamente que había encontrado lo que buscaba, el por qué había venido a este mundo y que era exactamente lo que quería. Durante los nueve días en los que ví por primera vez los videos de las conferencias del Maestro Li, el fundador de Falun Gong, sentí que todo mi mundo cambiaba y luego vino la limpieza de mi cuerpo. Después de eso, varias cosas me pasaron exactamente como el Maestro Li decía en sus conferencias. Por ejemplo al fumar, el humo del cigarrillo me supo repentinamente mal y dejé el tabaco.

Me acordaré siempre de la gente que me ayudó a empezar en mi cultivación; de la persona que pasó los videos de las conferencias y la que personalmente me mostró los ejercicios. Pensaré siempre en ellos en cualquier circunstancia.

Durante estos nueve días en los que empecé mi práctica, realmente sentí al Cielo y la Tierra moverse. Durante estos días, no dejó de llover en mi región, fue una tempestad enorme. ¿Enorme hasta que punto? Inundó las montañas y se llevó los puentes. También se llevó un autobús lleno de gente. Más de treinta personas murieron en ese accidente.

Nueve días de tempestad en los que me puse un impermeable y fui en bicicleta hasta un lugar que se encontraba a varios kilómetros con el fin de ver los vídeos de las conferencias del Maestro Li en la ciudad de Dalian, provincia de Liaoning, en el nordeste de China. Era muy extraño; cada vez que llegaba a la mitad de mi trayecto, la lluvia se calmaba o paraba completamente. Cuando llegaba, la lluvia empezaba de nuevo a caer. De regreso a casa, la historia se repetía; cuando volvía a casa, la lluvia disminuía, pero una vez en casa, empezaba de nuevo a llover.

En ocho años, mi creencia se volvió cada vez más fuerte. Aprendí a reflexionar con calma y a analizar las cosas de manera independiente, llevando una vida más lúcida. Sequé viento después de viento y lluvia después de lluvia, volviéndome cada vez más maduro. Superé pruebas impensables una tras otra, haciéndome un verdadero vencedor en la vida. En ocho años, he sido perseguido porque practico Falun Gong y fui a parar a muchos lugares depravados, pero nunca abandoné mi dignidad de ser humano.

Durante estos ocho años, hice muchas grandes cosas y también otras que debí hacer mejor, pero siempre en la Ley [Principio universal, las enseñanzas de Falun Gong]. ¡A veces, pienso que si pudiera volver atrás en el tiempo y revivir estos ocho años, lo haría ciertamente mejor que antes!

Soy un discípulo que hizo un juramento al Maestro en la historia. Mi punto fuerte es tener una comprensión clara de los principios de la Ley. Tengo muchas insuficiencias. Pero estoy orgulloso de decir que durante estos ocho años siempre hice tranquilamente lo que un practicante de Falun Dafa debe hacer.

¡Gracias, Maestro por permitirme cultivar en Dafa en estos momentos críticos en el universo!

Hoy, es exactamente como aquel primer día. Mi cuerpo todavía muestra signos de limpieza como en aquellos tiempos. Un sentimiento muy caluroso me envuelve y esto me devuelve inmediatamente la llamada de estos días felices. Por todo esto he escrito estas palabras.

¡Heshi! ¡Heshi!

Fecha de edición: 16/1/2005
Fecha de artículo original: 13/12/2004
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