México, D.F. a 29 de agosto de 2004


Unomásuno
Sección La Política
Pág. 13

EDUARDO LIMON CERVANTES
REPORTERO

Amnistía Internacional ha recibido inquietantes informes en los que se denuncia que seguidores del ex presidente del Partido Comunista Jiang Zemin, han sometido a genocidio, torturas inhumanas, lavados de cerebro y malos tratos a seguidores de Falun Dafa. Detenidos en varios lugares de China, incluyendo extranjeros.

Ariel Song y Noé Cheidner, coreana y canadiense respectivamente, acudieron a la redacción de unomásuno para denunciar que a comienzos de octubre de 1999 una mujer de 42 años miembro del grupo Falun Dafa o Falun Gong fue golpeada hasta morir mientras estaba bajo custodia policial en la provincia de Shandong. Muchos seguidores del grupo siguen detenidos en toda China, y se teme que sufran torturas o malos tratos. Entre los practicantes de Falun Gong hay muchos ancianos y personas de mediana edad, y la proporción de mujeres es muy alta.

Los causantes de tales atrocidades pertenecen a la Oficina 610, que no es otra cosa que una GESTAPO moderna, la cual en pleno siglo XXI, comete asesinatos en masa, violaciones de mujeres y niños, torturas inhumanas y lavados de cerebro, entre otras acciones más, ya que desde julio de 1999, y hasta la actualidad se puede contar a más de 300 mil detenidos y enviados a campos de trabajo e instituciones mentales. Más de mil 600 torturados hasta su muerte a manos de la policía. Más de 100 millones han sido afectados perdiendo a integrantes de sus familias, trabajos y derechos humanos.

Aunque en el Partido Comunista Hu Jintao, de 59 años de edad, haya sido designado secretario general del Partido Comunista en China (PCCh), en sustitución de Jiang Zemin, de 76 años, en la transición más ordenada en el país desde 1949. Todos los asiáticos de esa nación saben que Jiang tomó el mando como jefe de Estado, manteniendo su cargo como jefe de las fuerzas armadas y “abajo del agua”, sigue al mando del Partido Comunista.

Y mientras la prioridad del país sigue siendo edificar una economía de mercado avanzada, lo que se confirma con el reciente ingreso de China a la Organización Mundial de Comercio, el genocidio y tortura manchan las manos de Jiang Zemin, que busca seguir asesinanado seguidores del Falun DAfa.

Y es que para Jiang Zemin el partido puede representar “fuerzas avanzadas” tales como empresarios, mientras la organización sigue siendo la vanguardia de la clase trabajadora y los campesinos, y Falun Dafa es una organización de estos últimos que busca el crecimiento espiritual, lo que representa una piedra en el zapato para Jiang Zemin y sus sueños “guajiros”.

Como saben, millones de seguidores del Falun Dafa en el mundo, el movimiento Falun Gong, que combina la enseñanza de la meditación con ejercicios como forma de mejorar la salud y los principios morales, fue prohibido en julio de 1999 por las autoridades chinas, al parecer preocupadas por el gran número de seguidores con los que cuenta en todas las capas sociales, incluyendo funcionarios públicos. Así las autoridades declararon que era un “(palabra difamatoria) y una amenaza para la estabilidad, y lanzaron contra él una campaña nacional, que definieron como una importante “lucha política”. En los días y semanas siguientes a la prohibición fueron detenidos en toda China miles de seguidores de Falun Gong que trataron de protestar pacíficamente contra la prohibición o continuaron practicando sus ejercicios.

Según la información documentada y videos que unomásuno posee, muchos fueron golpeados por la policía. Y al menos cientos de ellos continúan detenidos, y ahora comienzan a juzgarse los primeros casos por cargos cuya motivación es política. Lo más probable es que estas personas sean condenadas a largas penas de cárcel tras juicios injustos.

Los entrevistados expusieron a esta casa editorial algunos de los casos de tortura y malos tratos de seguidores de Falun Gong que se han denunciado a Amnistía Internacional. Algunos resaltan la brutalidad que han sufrido personas detenidas justo después de la prohibición del movimiento en julio de 1999. Se han denunciado muchos otros casos.

A Amnistía Internacional le preocupan especialmente los informes de la muerte por tortura de Tashi Tsering, una tibetana de 39 años, que murió a comienzos de octubre de 1999 a consecuencia de las lesiones que le produjeron los golpes que le propinó la Policía Armada Popular al detenerla.

Estos recientes informes se añaden a las abundantes pruebas ya existentes que demuestran que la tortura de los detenidos, sean preson preventivos o condenados, comunes o políticos, sigue siendo una práctica generalizada en China. Aunque las leyes chinas prohíben la tortura, normalmente se hace caso omiso de esta prohibición, se encubren muchos casos de tortura y pocos torturadores son castigados.

Zhao Jinhua, agricultora de 42 años del pueblo de Zhaojia, en la comarca de Zhangxing, provincia de Shandong, murió el 7 de octubre de 1999 en una comisaría de la comarca. Practicante de Falung Gong desde 1995, la policía de la comarca la había detenido el 27 de septiembre de 1999, cuando se encontraba trabajando en el campo. Según los informes, mientras estaba bajo custodia policial la presionaron para que renunciara a Falung Gong y, al negarse, la golpearon reiteradamente con bastones y porras eléctricas. El 7 de octubre la enviaron dos veces de urgencias al hospital comarcal para que la reanimaran, pero la segunda vez murió.

Zhu Shaolan, murió el 7 de octubre de 1999, días después de iniciar una huelga de hambre para protestar por su arbitraria detención. Zhu Shaolan, de 50 años. Natural de la ciudad de Jinzhou. El 29 de septiembre Zhu comenzó enseguida a debilitarse y empezó a vomitar a los cuatro días de ayuno. El 5 de octubre, la policía la envió al hospital, donde, según los informes, murió la mañana del 7 de octubre. No se sabe que haya habido ninguna investigación pública sobre las circunstancias de su muerte.

Zhang XiaoHong, de 38 años y natural de Dalian, fue detenida el 30 de agosto de 1999, cuando realizaba sus ejercicios en el pueblo de Youjia (distrito de Shahekou). Acusada de perturbar el orden social con "supersticiones feudales", recibió una orden de quince días de detención, que comenzó a cumplir en el Centro de Detención de Yaojia. Según los informes el 9 de septiembre, cuando pidió permiso para hacer sus ejercicios de Falung Gong, la esposaron a otra practicante y ambas tuvieron que permanecer sentadas sobre un duro banco, espalda contra espalda, durante veintitrés horas. Durante ese tiempo, no les permitieron comer, dormir ni ir al baño. El 10 de septiembre por la noche, cuando las soltaron, las esposaron por separado con las manos en la espalda y las dejaron así hasta el día 14. Durante este tiempo pudieron tenderse de lado, pero no dormir, pues si se quedaban dormidas, las esposas que tenía un mecanismo de ajuste automático, se apretaban clavándoseles en la piel. Dependían por tanto de la ayuda de otras personas detenidas para comer y hacer sus necesidades. El 14 de septiembre las esposaron con las manos delante. El 15 de septiembre las pusieron en libertad.

Amnistía Internacional ha solicitado a las autoridades de China que inicien sin demora investigaciones imparciales sobre los informes de tortura y malos tratos que figuran en estos informes y denuncias de tortura. La organización ha solicitado también a las autoridades que den a conocer públicamente los resultados de las investigaciones, castiguen a los responsables de torturas o malos tratos a detenidos y tomar medidas para asegurarse de que las personas que siguen detenidas están protegidas contra torturas y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, pero las autoridades, han hecho caso omiso mientras los días pasan y el genocidio y torturas siguen bañando de sangre las tierras del dragón.


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