(Sabiduriapura.org) En febrero de 2000, Gong Xueshun, un hombre de 60 años de la ciudad de Guiyang, provincia de Guizhou, camino hasta Beijing para apelar por Falun Gong. El camino tenía cerca de 1.600 millas. Las uñas de sus pies se cayeron, sus pequeños dedos de los pies salían para afuera, y sus piernas estaban hinchadas. Su acción conmovió al mundo.

Gong Xueshun estaba retirado de la planta de acero Guiyang. Él fue a Beijing para validar Falun Dafa dos veces. Luego de su apelación por Falun Gong, su pensión fue reducida, y solo tenía 54 yuanes con él. Estaba en una situación financiera dificultosa, así que él decidió ir a Beijing a pie para validar Dafa por tercera vez en febrero de 2000.

En ese momento, estaba nevando por todo China. El Sr. Gong caminó todo a lo largo de la vía del tren desde Guiyang hasta Beijing. Cuando estaba cansado, dormía al lado de las vías o en cuevas. Cuando tenía hambre, él comía la comida que las personas arrojaban de las ventanas del tren o lo que conseguía mendigando. Él camino día y noche, sobre valles y montañas. Cuando sus zapatos estaban gastados, él los cosía de nuevo. Sus pies estaban en un estado terrible. Las uñas de sus dedos grandes de los pies se cayeron, y él perdió la mitad de cada uno de sus dedos pequeños. Sus piernas se hincharon. Fue muy doloroso y difícil caminar. Cuando las personas celebraban el Festival de Primavera, él arrastraba sus pesadas piernas y se movía paso por paso, justo para llegar a Beijing para decirles a las personas que Falun Dafa es bueno y que la persecución estaba mal.

A lo largo del camino hubo túneles custodiados donde nadie tenia permitido pasar. El anciano Sr. Gong tuvo que trepar por sobre la montaña. Cada vez que él escalaba la montaña, le llevaba un día entero, pero él no se detuvo.

Un día, el anciano Sr. Gong estaba pidiendo comida en la Provincia de Hunan, pero nadie estaba dispuesto a darle nada. Entonces el se dirigió hacia tres pilas de tallarines cosidos (por un valor cercano a las nueve libras) que habían sido tirados de la cocina del tren. Fue suficiente para que él comiera por algún tiempo.

En otra ocasión el anciano Sr. Gong estaba pidiendo en la casa de un granjero en la provincia de Henan. Una mujer y su pequeña hija estaban en el campo. Él preguntó, “¿Puede darme algo de comer?” La mujer fue a la cocina. La pequeña niña tomó el cuenco de acero y le dio una sopa de hongos silvestres. Sus manos temblaban porque el cuenco estaba muy caliente. Gong estaba conmovido.

Este respetable señor mayor ha sido ilegalmente detenido muchas veces e inhumanamente torturado en la ciudad de Guiyang centro de detención del distrito Nanming y en el centro de trabajos educativos Zhongba en la provincia de Guizhou. Durante el 16º congreso de personas en 2002, para obtener promociones y bonos o ver sus sentencias reducidas, los policías y los criminales del Centro de trabajos educativos Zhongba forzaron al Sr. Gong a estar de pie durante 18 días. Cada día se le daba al señor Gong una pequeña ración de comida. Sin tener permitido dormir. La policía y los criminales también tiraban agua fría sobre él.

Hay muchas historias como la del Sr. Gong. El régimen de Jiang oficialmente hasta ahora ha perseguido a muerte al menos a 12 practicantes en la provincia de Guizhou. En China, mas de 1000 personas han sido asesinadas por ser fiel a sus creencias en “Verdad-Benevolencia y Tolerancia”. Cientos de miles de practicantes han sido detenidos, sentenciados a prisión, enviados a campos de trabajos de re-educacion, centros de lavados de cerebros, o a hospitales psiquiátricos. Ellos probablemente están siendo torturados en este mismo instante. ¡Nosotros apelamos a todas las personas de buen corazón que extiendan su ayuda, apoyen la justicia y la rectitud, y resistan la malvada persecución junto con nosotros!

Fecha de edición: 12/12/2004
Fecha de artículo original: 5/12/2004
Categoría: Compartiendo entendimientos
Versión en chino disponible en: http://www.minghui.org/mh/articles/2004/11/12/89010.html
Versión en inglés disponible en: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2004/12/5/55260.html