Desde Nueva York hasta Buenos Aires

El 5 de octubre de 2004.

El periodista Martín Bermúdez en su programa “Tu vas acordar de mi” de la radio La Isla continuo su reportaje especial sobre la persecución a Falun Dafa en China. En su programa del 5 de octubre de 2004, dijo que cuando ocurre este tipo de persecución por parte del estado en un país, el pueblo de ese país no puede saber lo que en realidad está ocurriendo debido la propaganda estatal y el control de los medios de comunicación. Dado en tal país no está permitido manifestar y expresar la verdad, entonces es necesario ir a otros países para revelarla. Martín Bermúdez dice que ésta es la situación de Falun Dafa en China.

Martín Bermúdez:

Vos recordarás que en la época del proceso militar, la información realmente no circulaba por la Argentina -eso lo recordamos todos. Cada una de las personas que está escuchando el programa en este momento recordará la desinformación manifiesta que se dio durante la época del proceso, producto de los 'aprietes' a la prensa, la desaparición de periodistas, presiones de todo tipo puestas sobre los medios de comunicación. Recuerdo una conversación telefónica con una prima mía que vivía en Barcelona -en la época del mundial, justamente- donde ella me decía que estaba horrorizada por las cosas que pasaban en Argentina, y yo le decía: “Pero no, Laura, no es así. Vos estás equivocada.” Y ella me decía: “Vos no tenéis idea de lo que está pasando en Argentina. Ustedes no saben, no los dejan saber.” Muchos años después me doy cuenta que ella tenía razón, que ni siquiera ella misma se daba cuenta de la razón que tenía, de toda la información que nos ocultaron, de lo que estaba ocurriendo en la Argentina y nosotros no sabíamos. La manipulación de la que puede ser objeto cualquier ciudadano cuando los medios de prensa y el poder están concentrados, cuando los medios de prensa están reprimidos, violados en sus derechos, cuando desaparecen periodistas, cuando torturan a gente. En la Argentina hubo miles de desaparecidos, y aunque hubiera sido uno solo desaparecido, igual hubiera sido atroz el terrorismo de estado. Cada vez que escuches que persiguen a alguien en un país, y que en ese país no se puede expresar y que tiene que ir a manifestarse en otros lados del mundo, te acuerdes de lo que fue la represión de la época militar, que te acuerdes de lo que fue el proceso, que te acuerdes de las manifestaciones por los derechos humanos y por los desaparecidos que había en todo el mundo, mientras que nosotros acá pensábamos que estaba todo bien porque los argentinos somos "derechos y humanos". Que esto sirva como analogía con lo que está pasando a Falun Dafa y a los chinos en este momento, de lo que significa estar perseguido y que en tu país nadie pueda enterarse.

Nosotros repudiamos absolutamente cualquier tipo de persecución, repudiamos cualquier tipo de presión sobre la prensa como la que está sufriendo la prensa en China en este momento -que de hecho no puede comunicar nada-, las presiones del gobierno chino para que no se hable de Falun Dafa en otros países. También lo repudiamos, cualquier cosa que vaya en contra de la libertad de prensa para nosotros es la violación de un derecho de cualquier ciudadano.

Tácticas típicas del nazismo o de la dictadura militar en Argentina… terror, terrorismo de estado, totalitarismo, autoritarismo, ¿cuantas cosas pueden pasar por la cabeza de un país que ha sufrido tanto por la misma razón? Así estaban las cosas en Argentina, nos costaron 30 mil desaparecidos. En China deben estar más o menos por la misma cifra, o más. ¡Son tantos millones los chinos! Y alguien podrá decir “China queda lejos”, o “China es otro mundo”. Sin embargo, el mapa del mundo está llevando a China a una posición de poder; nadie puede abjurar de China, nadie puede prescindir de negociar con China. Preocupa que el presidente Kirchner plantea un discurso con un eje rector basado en la defensa de los derechos humanos en las Naciones Unidas, poco tiempo después de haber hecho su gira por China y haber llegado a la Argentina lleno de buenos augurios, pensando que negociar con China puede ser una salida para nosotros. La dicotomía que se plantea en este discurso es muy clara. O defendemos los derechos humanos o negociamos con China. La misma dicotomía se plantean muchos países del mundo hoy en día.

Cuando alguien te diga que es maravilloso negociar con un país, acuerdate lo que pasó en la época del proceso, cuando muchos países no querían negociar con Argentina porque se violaban los derechos humanos. Y piensa si nosotros no deberíamos aprovechar esa enseñanza y hacer exactamente lo mismo.

Quizá la neutralidad como bandera sirva para mostrarnos como un país pacifista. En lo que no podemos ser neutrales, en lo que no debemos ser neutrales, es justamente en esto: defender a los torturados, porque a nosotros también nos defendieron cuando nos torturaron.

Fecha de edición: 21/10/2004
Categoría: Medios de difusión

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