Gobernación de acuerdo a la ley en la China de hoy — Declaración sobre China, presentado al comité ejecutivo del congreso

Por Terri Marsh
Abogado de derechos humanos

De acuerdo con Jeremy Cohen en su artículo, "La difícil situación de los abogados defensores ", presentado a esta comisión el 26 de julio de 2002, todo el proceso criminal de China necesita una reforma radical. Desde su punto de vista, “una reestructuración radical de largo alcance sería necesaria para llevar al proceso criminal de la RPC a que cumpla con los estándares mínimos internacionales”. Una rápida mirada a los problemas que el profesor Cohen identifica, revela por lo menos dos tipos de problemas. Por un lado, la práctica de la ley criminal en China, por sí misma, viola la institución de la ley china, lo que incluye, pero no está limitado a la constitución, la ley penal, ley de prisiones y ley de la policía. Por ejemplo, aunque la constitución y la ley de la policía prohíben interrogatorios que produzcan (forzadas y por lo tanto falsas) confesiones, los interrogatorios policiales y la tortura son prácticas bastante comunes en China, como lo ilustran varios reportes de derechos humanos por país, publicado por nuestro departamento de estado. Ejemplos específicos descritos incluyen tortura por descargas eléctricas y encadenamiento de manos y pies; confinamiento de practicantes en hospitales psiquiátricos; uso excesivo de fuerza en la detención de protestantes pacíficos y muerte de más de 200 practicantes mientras estaban bajo la custodia policial. Muchos de esos cuerpos revelan severos signos de golpes y tortura, y la cremación de cuerpos antes de que sus parientes puedan examinarlos. Ver: Departamento de Estado del los EEUU, reportes de prácticas de derechos humanos por país-China (2000) disponible en http://www.state.gov/g/drl/rls/hrrpt/2000/eap/684.htm [1]?

Por otro lado, además de las violaciones en China de de sus propios códigos legales, el segundo tipo de problema identificado por el profesor Cohen, tiene que ver con la promulgación de reglas, en la forma de órdenes administrativas, artículos legislativos, noticias promulgadas por toda clase de entidades y cuerpos, incluyendo incluso las cortes. Estas crean excepciones a las reglas de ley que ya han sido trazadas, lo que pone en desventaja a algunos grupos o clases desfavorecidos de asegurarles los derechos que el Estado reconoce que tienen. En el segmento de Cohen, los desaventajados son por supuesto todos aquellos acusados de crímenes, especialmente aquellos acusados de crímenes políticos, y todos aquellos entrenados para defender a los acusados de crímenes--la asociación de abogados en defensa del criminal. A pesar del supuestamente llamado derecho de consejería otorgado a todos los ciudadanos, la República Popular China promulga una excepción a Falun Gong. Como se ha indicado en un anuncio promulgado por el buró judicial de Beijing (ver apéndice); este aviso, debido a cuestiones practicas, les niega el derecho constitucional de conserjería legal a los practicantes de Falun Gong. Igualmente, mucho después de que los practicantes de Falun Gong han sido horrendamente arrestados en China, la ley “anti-culto” fue aprobada retroactivamente por el congreso del pueblo para erradicar la práctica bajo el sello de culto perverso. Más aún, una tercera regla fue promulgada en forma de un aviso por la corte suprema. Decreta que todas las personas que practiquen Falun Gong, están practicando un culto perverso. Con dicho aviso, la corte suprema ha perjudicado no sólo la independencia de la rama judicial del gobierno sino también ha perjudicado su manera de operar y razón de ser- para escuchar casos y formular regulaciones. Antes de ser juzgado, con o sin enjuiciamiento, si uno practica Falun Gong en China, uno es culpable del cargo. Con o sin abogado, ya todo está decidido de antemano.

Los dos tipos de problemas identificados por el profesor Cohen y referidos en el párrafo anterior, son referidos en “Cuestión de principios, de Ronald Dworkin's (1985 Harvard University Press). El capítulo dos, "Jueces políticos y la gobernación de acuerdo a la ley," es especialmente relevante ya que distingue entre dos definiciones de la “gobernación de acuerdo a la ley”.

Hay un concepto de libro de reglas, que insiste en que “el poder del Estado no debe ser ejecutado en contra de los ciudadanos individuales excepto cuando está de acuerdo con las reglas explícitamente dispuestas en un libro público de reglas hasta que sean cambiadas, de acuerdo con reglas adicionales acerca de cómo deben ser cambiadas, las que también están dispuestas en el libro de reglas.” A los que se están de acuerdo con este punto de vista les suele importar poco el significado de la justicia. ¿Son esas reglas justas? ¿Protegen los derechos individuales? Es posible creer que esas reglas serán verdaderamente cumplidas. Por más estrecha que sea esta visión, no hay duda de que China ha violado verdaderamente la definición del libro de reglas y la gobernación de acuerdo a la ley, no solo durante la revolución cultural, la tragedia de Tiananmen, pero también, y de manera más importante, la reciente persecución de Falun Gong. Aquellos anteriormente mencionados, así como los después mencionados, son ejemplos de esta formulación.

Hay una segunda formulación, que nos permite evaluar aún más la ley del estado para ver si concuerda por lo menos con lo mínimos estándares internacionales de la ley, y por lo tanto nos permite destituir entre la gobernación de acuerdo a la ley y las reglas promulgadas por (poniendo un ejemplo), los nazis en la segunda guerra mundial. Esta ultima formulación adicional, ilustra cómo en efecto, lo que está enmarcado en China como gobernación de acuerdo a la ley, es en realidad y efectivamente, una gobernación por la ley.

En esta segunda y más extensiva formulación de la gobernación de acuerdo a la ley, Dworkin apunta a que los ciudadanos tienen derechos morales y deberes entre unos y otros y derechos políticos en contra del estado como conjunto. Esta formulación insiste en que “esos derechos morales y políticos sean reconocidos en la ley positiva, para que ellas puedan ser cumplidas siguiendo las demandas de los ciudadanos individuales a través de cortes y otras instituciones jurídicas.” p. 12. Este segundo concepto requiere más—incluyendo a la rama judicial que opera independientemente del legislativo y las ramas del ejecutivo; una selección de procesos de derechos previstos como el descuido del proceso judicial mismo, derecho a un juicio justo, derecho a defenderse ante la interrogación de los denunciantes etc. Y por supuesto, el derecho de todos de asegurar los derechos que el Estado reconoce que ellos tienen. En esta formulación, la promulgación de nuevas reglas que privan a los practicantes de Falun Gong de sus derechos constitucionales y legales, señala que estamos tratando hoy en día con otra cosa distinta a la gobernación de acuerdo a la ley en China.

Como un experto en China anotó recientemente, lo que parece una gobernación de acuerdo a la ley en China es en realidad una gobernación por ley. A diferencia de la gobernación de acuerdo a ley, la gobernación por ley se caracteriza por el uso del estado de la ley misma para desfavorecer a grupos, para seleccionar a grupos para castigarlos injustamente, o como en el caso de China y de la Alemania Nazi, para reprimir, torturar, exterminar o erradicar a grupos o clases de personas en formas que impactan la conciencia y lo obligan a uno a replantearse las cosas – ¿cómo podemos ser tan nobles y tan bajos, y todos pertenecer a la misma condición humana?

En realidad, es importante notar que la gobernación de acuerdo a la ley no es nada nuevo en China. Fue usada para crear e implementar la revolución cultural. Fue usada para detener el movimiento estudiantil para la democracia declarada en Tiananmen. Es usada para aplastar los movimientos obreros, cualquier y todo criticismo al gobierno. Más aún y más recientemente, es usado para privar a todas las personas que se suscriben a los principios de Falun Gong, al derecho de pensar por ellos mismos, al derecho de una conciencia moral, al derecho de una libertad religiosa, de libertad de expresión, de reunirse libre y pacíficamente, de apelar leyes ilegales de su legislatura y las decisiones absurdas de sus cortes. Se estuvo y se sigue torturando a las personas que rehúsan renunciar a cualquiera de los derechos antes mencionados. Se les tortura no por un día o dos, pero continuamente, durante años con procedimientos de tortura que les hacen brotar lágrimas de los ojos a aquellos que verdaderamente pueden contemplar lo que son.

Pero en su manifestación más reciente, es especialmente turbador y maligno. Desde el principio de la persecución de Falun Gong, aparece clara y evidentemente cuando 1) Por orden del ex presidente Jiang, la policía arresta a practicantes de Falun Gong sin ninguna base legal, 2) El propio ex presidente define los crímenes retroactivamente, tratando de persuadir al periódico francés Figaro, de que Falun Gong, una forma de cultivación pacífica y meditativa es un culto perverso, 3) Por orden ejecutiva, las ramas legislativas pasan una infame ley anti culto para legitimar los arrestos ilegales dejando fuera de la ley cualquier clase de medios que sean referidos por la inconstitucional frase vaga de culto perverso y 4) cuando la corte suprema en vez de tomar decisiones sobre casos, habla de la naturaleza de Falun Gong emitiendo un aviso declarando, a solicitación del ex presidente Jiang, que verdaderamente Falun Gong es un culto perverso, y por lo tanto, hasta antes o sin juicio, todos los que adopten sus principios, son culpables de actos criminales. No muy diferente de los nazis forzando a los judíos a llevar el triángulo amarillo para identificarse como enemigos del Estado, y por lo tanto no mereciendo los derechos otorgados a sus miembros legítimos.

Sus comienzos están imitados a su implementación. A principios de junio de 1999, el ex presidente Jiang, dio un discurso al politburó del comité central del partido comunista chino, en el cual crea la oficina 6/10, una organización tipo GESTAPO decretada a usurpar las funciones propias de las tres ramas del gobierno, de sectores importantes del la sociedad civil, así como del sector privado de negocios y asociaciones. Oficiales de esta oficina tienen puestos en las oficinas de apelaciones donde son famosos por golpear a practicantes de Falun Gong que traten de apelar de acuerdo a sus derechos concedidos a todos los ciudadanos por la constitución. Oficiales de esta oficina tienen puestos en escuelas, estaciones policiales, hospitales mentales, centros de detenciones, campos de labores, centros de reeducación. Ellos envían órdenes a los doctores para alimentar a la fuerza a los practicantes de Falun Gong que se rehúsen a admitir que sus creencias espirituales son corruptas. Ellos ordenan a los guardias de las prisiones que pongan a los practicantes de Falun Gong en celdas con los criminales más violentos, donde son violentamente golpeados, hasta causarles la muerte o dejarlos cerca de la muerte. Tienen puestos sobre el ministerio de asuntos exteriores e instruyen al personal de las embajadas y a aquellos que trabajan en el extranjero como expandir la persecución más efectivamente hacia aquellos que practiquen Falun Gong aquí, en los EEUU. Mas aún, ellos promulgan también reglas y las reglas que ellos promulgan no son sólo inconsecuentes con los estándares del sentido común, decencia y moralidad, pero también son reglas que establecen y promulgan a perseguir eficiente, efectiva y sistemáticamente a los practicantes de Falun Gong y a erradicar completamente la practica de China continental de una sola vez.

Finalmente hay juicios fraudulentos. De acuerdo con testigos oculares de uno de dichos juicios, después de que el único testigo de la parte del gobierno admitiera que no conocía o hubiera escuchado del acusado, el juez, sin ninguna prueba, igual lo encontró culpable de los cargos.

De acuerdo con Mike Jendrzejczyk, director de la división de “Vigilando Asia” de los derechos humanos en Washington “poniendo un velo a la campaña de palabras sobre el uso de la 'gobernación de la ley' no hace más legitimas las medidas severas tomadas en contra de Falun Gong… la prohibición oficial… debería ser levantada; la declaración del gobierno de que es un verdadero culto y de que debe ser suprimido, debe ser revocada. Todos los miembros de Falun Gong detenidos, formalmente acusados o sentenciados a campos de labores por actividades pacificas, deben ser dejados en libertad inmediatamente.”

Agregaría a esos comentarios sugiriendo que hagamos todo lo que podamos para promover la gobernación de acuerdo a ley en China. Que esta comisión continúe haciendo lo que pueda. Porque una gobernación por la ley es peligrosa no sólo por el daño que crea internamente, pero porque mientras la gobernación por ley sea la norma, atrocidades como la revolución cultural, la tragedia de Tiananmen y más desafortunadamente y notable, el genocidio que ahora se perpetra en contra de Falun Gong, va a continuar bajo el manto de una gobernación de acuerdo a ley.

[1] desde 1999, la comisión de Estados Unidos sobre libertades religiosas internacionales, ha designado a China como un país de particular preocupación. Ver. reporte de la comisión de Estados Unidos sobre libertades religiosas internacionales, 25 (mayo 2002)

Fecha de edición: 14/9/2003
Fecha de articulo original: 12/9/2003
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