(Minghui.org) La Sra. Xiao Yuxia, residente de 60 años de la ciudad de Kunming, provincia de Yunnan, comenzó a practicar Falun Gong en 1997 después de ser testigo de los cambios positivos en su marido, el Sr. Tang Wenxiang. Su salud no tardó en mejorar. Dejó de tener mal carácter y la relación con su suegra y sus cuñadas se volvió armoniosa.
Como la Sra. Xiao y el Sr. Tang se mantuvieron firmes en su fe después de que el régimen comunista chino ordenara la persecución contra Falun Gong en 1999, fueron detenidos y encarcelados en repetidas ocasiones. La Sra. Xiao pasó tres años en un campo de trabajo y dos en prisión. Se vio obligada a cerrar su salón de belleza tras ser condenada a cinco años en 2012, lo que causó enormes pérdidas económicas a su familia. Posteriormente fue condenada a otra pena de prisión (cuatro años) tras su detención en 2019. Las autoridades siguieron acosándola tras su puesta en libertad en septiembre de 2023.
A continuación, los detalles de su última detención y su segunda condena de prisión.
Última detención
Ocho agentes de civil irrumpieron en el domicilio de la Sra. Xiao a las 9 de la mañana del 6 de septiembre de 2019, cuando solo ella y sus dos sobrinas estaban en casa.
Dos oficiales sujetaron a la Sra. Xiao en el sofá mientras el resto registraba su casa. Pusieron sus libros de Falun Gong, el retrato del fundador de Falun Gong, la tableta y otros materiales de Falun Gong en el suelo del salón, antes de ordenarle que señalara los objetos y se hiciera una foto. Xiao se negó a obedecer.
La policía llevó a Xiao a otras dos viviendas, una de ellas ocupada por su hija y otra de alquiler. Su hija no estaba allí cuando llegó la policía. Entraron en la casa con la llave que le quitaron a Xiao. Echaron un vistazo y se marcharon. En el otro domicilio, la policía llamó a la puerta, pero se marchó cuando nadie respondió.
Xiao fue llevada a la comisaría de Juhua e interrogada por un agente del Departamento de Policía del distrito de Guandu. No respondió a ninguna pregunta.
La policía regresó al domicilio de Xiao sobre la una de la tarde y detuvo a su marido. Lo llevaron a tres hospitales diferentes, donde le diagnosticaron algunos problemas médicos y lo consideraron no apto para la detención. Sin embargo, la policía obligó al Centro de Detención del distrito de Guandu a ingresarlo al día siguiente (7 de septiembre). Tan pronto como fue admitido, el centro de detención lo envió al Hospital del Distrito de Guandu, dependiente de la policía, donde permaneció recluido durante diez días antes de ser puesto en libertad bajo fianza el 30 de septiembre de 2019.
La señora Xiao fue llevada al Centro de Detención de la ciudad de Kunming el 7 de septiembre de 2019. La obligaron a compartir una cama gigante con otras 24 reclusas en la celda de transición para reclusas recién ingresadas. Estaba tan abarrotada que nadie podía moverse mientras dormían. Si alguien se levantaba para ir al baño, perdía su espacio.
Durante los primeros siete días, el guardia Zhu Yun interrogó a Xiao todos los días, mientras permanecía inmovilizada en un banco de tigre. Tras más de 20 días en la celda de transición, fue trasladada a la celda número 6, compartida por más de 20 reclusas. Los guardias Zhu Yun, Yang Juan y Xiao (nombre desconocido) estaban a cargo de la celda.
Condenada a cuatro años
La Procuraduría del Distrito de Wuhua aprobó la detención de la Sra. Xiao el 30 de septiembre de 2019. Los procuradores Zhao Xingyue y Hao Yida la acusaron en noviembre de 2019. El Tribunal del Distrito de Wuhua programó una audiencia de su caso para enero de 2020, pero la pospuso hasta el 18 de noviembre de 2020 debido al brote de COVID-19.
El día de la audiencia, se ordenó a la Sra. Xiao que se levantara a las 6 de la mañana, una hora antes de lo habitual. Los guardias la esposaron y le pusieron grilletes, antes de ponerle un mono de trabajo. La llevaron al tribunal en un convoy de tres coches de policía.
El esposo y la hija de la Sra. Xiao fueron las dos únicas personas de su familia autorizadas a asistir a la vista. Sin embargo, el presidente del tribunal, Qin Xiaoying, los sacó de la sala al poco de comenzar la audiencia, con la excusa de que figuraban como testigos de cargo en el caso de la Sra. Xiao.
El abogado de la Sra. Xiao se declaró inocente en su nombre. También declaró en su propia defensa. Dijo que cuando la policía irrumpió en su casa para detenerla, ninguno de ellos llevaba uniforme de policía ni presentaron sus identificaciones o una orden de registro. Su abogado añadió que era una grave violación del procedimiento legal que la policía invadiera una residencia privada y registrara el lugar sin los documentos adecuados.
Durante la fase de contrainterrogatorio, el abogado de Xiao exigió ver documentos que autentificaran las pruebas de cargo contra ella. Pero el juez Qin rechazó su petición, con la excusa de que los documentos eran confidenciales. El abogado solicitó conocer la base legal para clasificar los documentos como "confidenciales", pero Qing lo ignoró. En protesta por la flagrante violación de la ley, el abogado renunció a representar a la Sra. Xiao ante el tribunal y se aplazó la audiencia.
La Sra. Xiao fue trasladada a un hospital para que le hicieran una prueba de COVID-19 y llevada de nuevo a una pequeña sala del juzgado. El juez Qin intentó designarle un abogado, pero la Sra. Xiao insistió en que la representara su propio abogado. Qin no le respondió directamente, sino que le pidió que testificara en su propia defensa. Ella dijo que también necesitaba que su propio abogado la representara. Qin cedió y le hizo firmar una declaración en la que decía que seguiría estando representada por su propio abogado.
Después de esperar toda la tarde, Xiao fue conducida de nuevo a la sala a las 18:30. Además de los varios alguaciles que estaban detrás de ella, sólo había seis personas presentes, entre ellas el presidente del tribunal, Qin, dos jueces asistentes, Wei Kun y Zhang Li, el secretario del tribunal, Xu Jinlin, y los procuradores Zhao y Hao. Su abogado no aparecía por ninguna parte. No está claro si a su abogado no se le notificó la continuación de la audiencia o si seguía protestando por la violación de los procedimientos legales por parte de Qin.
El juez Qin había comunicado previamente a la familia de Xiao su intención de continuar la audiencia por la tarde, pero no comunicó la hora ni respondió a sus llamadas telefónicas. La familia se marchó más tarde. No se les dijo que la audiencia se reanudaría a las 18.30 horas.
En cuanto Xiao dijo "Falun Dafa es bueno", el juez Qin volvió a suspender la audiencia. Eran ya las 20:30 cuando Xiao fue conducida de nuevo al centro de detención.
El juez condenó a Xiao a cuatro años de prisión y le impuso una multa de 6.000 yuanes el 23 de noviembre de 2020. Xiao recurrió ante el Tribunal Intermedio de la ciudad de Kunming, que confirmó la sentencia original el 8 de febrero de 2021. El juez presidente Fan Li, los jueces asistentes Zhao Yong y Zhao Junwen, y el secretario judicial Zou Ye del tribunal de apelación firmaron la decisión.
Torturada en la Segunda Prisión de Mujeres de la Provincia de Yunnan
La Sra. Xiao fue llevada a la Segunda Prisión de Mujeres de la Provincia de Yunnan el 27 de marzo de 2021. Primero fue puesta en cuarentena durante 15 días en el Octavo Pabellón. El jefe de guardia, Ran Tao, le ordenó que escribiera una declaración para declararse culpable. Ella se negó a hacerlo.
Quince días después, Xiao fue trasladada al equipo tres del Noveno Pabellón. El guardia Liu Ting encargó a las reclusas Luo Shuangping y Wang Ping que la vigilaran. También fue sometida a un régimen estricto de clase I, que sólo le permitía ir al baño cuatro veces al día. Cuando protestó por la restricción no asistiendo a las actividades de entrenamiento, las reclusas la maltrataron verbalmente, pero los guardias aprobaron algunas pausas más para ir al baño durante el mes siguiente. El guardia Chen Naping se hizo cargo de la prisión un mes más tarde y redujo los permisos de Xiao para ir al baño a cuatro al día.
Tras la estricta supervisión inicial, el horario diario de Xiao fue el siguiente: tenía que levantarse a las 5.40 y asearse. Después se sentaba en un pequeño taburete sin moverse hasta las 10 de la noche. Seguía teniendo cuatro descansos para ir al baño: uno después de levantarse, otro a las 10:30 de la mañana, otro a las 4 de la tarde y otro antes de acostarse. Sólo le daban de beber cuatro vasos de agua al día. Las restricciones le provocaron un grave estreñimiento. Por la noche, también tenía que cubrir un turno de seguridad de hora y media sentada. No podía levantarse ni estirar el cuerpo.
Cada semana le daban cinco minutos para ducharse y lavarse la ropa interior. A menudo, en cuanto se enjabonaba, la reclusa de guardia le decía que se había acabado el tiempo y cerraba el grifo. Sólo se le permitía lavarse la cara y cepillarse los dientes a diario en una palangana de su celda.
Cada dos meses podía solicitar que le lavaran la ropa de cama, pero con la condición de que se declarara culpable y admitiera que era una delincuente. No está claro si lo hizo.
Otra restricción era el límite de 100 yuanes para la compra mensual de artículos de primera necesidad. En el primer mes de Xiao en la cárcel, el guardia Liu Ting redujo arbitrariamente su límite de gasto a 37 yuanes, que ni siquiera eran suficientes para comprar papel higiénico.
A la mayoría de los practicantes sometidos a régimen estricto no se les conceden visitas familiares ni se les permite llamar a sus familias. Pero de vez en cuando, la prisión permite a las familias visitarlos, con la condición de que ayuden a los guardias a "trabajar" con los practicantes.
Además de los malos tratos físicos, a la Sra. Xiao también la obligaban a realizar trabajos de confección de hilo de cuentas. Si no podía terminar la cuota diaria, la castigaban y la obligaban a limpiar el baño.
En abril de 2023, seis meses antes de la puesta en libertad de la Sra. Xiao, los guardias lanzaron otra campaña de transformación de ella. No sólo la obligaron a sentarse en un pequeño taburete durante largas horas todos los días, sino que también la obligaron a ver vídeos de propaganda difamando a Falun Gong durante siete horas. El guardia Liu Ting también obligó a su familia a grabar a sus nietos en un intento de utilizar su afecto por los niños para doblegar su voluntad.
Cuando la Sra. Xiao fue puesta en libertad el 6 de septiembre de 2023, tanto la policía como su familia esperaron fuera de la prisión. La policía intentó llevarla a la comisaría para realizar algunos trámites, pero cedió ante la firme negativa de la Sra. Xiao.
Acoso tras la puesta en libertad
Una semana después de la puesta en libertad de la Sra. Xiao, agentes de la comisaría de policía de Juhua llamaron a su hija y le preguntaron qué había estado haciendo la Sra. Xiao en casa. Funcionarios del Comité de la Calle Wujing y del Comité Residencial de Wuli también acosaron a Xiao en su casa durante dos semanas más.
Informes relacionados:
"Disciplina estricta" sobre las practicantes de Falun Gong en Yunnan
Ciudad de Kunming, provincia de Yunnan: ocho practicantes de Falun Gong condenados a prisión (en inglés)
Siete residentes de Yunnan juzgados por su fe (en inglés)
Los practicantes de Falun Gong sufren persecución; sus familias los defienden (en inglés)
La policía de Kunming saquea las casas de Luo Lizhi y Xiao Yuxia (en inglés)