(Minghui.org) Saludos venerable Maestro, saludos compañeros practicantes:
Soy miembro de la sección de los tambores de la Banda Marchante Tian Guo del oeste de los EE. UU. a la que me uní alrededor del año 2013.
Participar en desfiles
Desde que me incorporé a la Banda he actuado continuamente en desfiles y otros eventos.
Antes de la pandemia, cada vez que nuestra Banda viajaba largas distancias para actuar en un desfile, me sentía como si estuviéramos realmente "en un campo de batalla". Revisábamos cuidadosamente nuestros instrumentos, guantes, sombreros, trajes y botas, antes de viajar durante más de 10 horas en un autobús. Mientras estábamos en el autobús, estudiábamos juntos el Fa y recitábamos Lunyu. Puedo recordar muchos momentos memorables. Conocí a todos mis mejores amigos siendo miembro de la Banda.
El desfile más largo en el que participamos fue el del Festival de las Rosas de Portland. Tenía 6,4 km de largo -normalmente los desfiles locales son de 1,5 a 2,5 km de largo. Salimos en autobús por la tarde, condujimos durante toda la noche durante más de 10 horas y llegamos por la mañana temprano a nuestro destino. Los practicantes locales siempre nos hacían un hueco en sus casas y nos preparaban comida, incluso para los practicantes de Vancouver y Nueva York.
Los organizadores nos pidieron que bajáramos del autobús en un lugar determinado, después de eso el autobús se marchó. El miembro de nuestra banda que estaba a cargo pensó mucho en el plan: a qué hora debíamos sacar los instrumentos del autobús y montarlos, cómo ajustar los asientos para facilitar la carga de los instrumentos, ponerse en filas y caminar hasta la zona de actuación. Por lo general, solo se tardaba unos minutos en llegar a la zona de actuación.
La primera parte del desfile fue el podio de los jueces en el interior, y tocamos "Triumphant Return" al entrar en el estadio. Los instrumentos como la percusión, los de metal y de vientos de madera resonaban en el estadio. Tocar al unísono tenía un efecto muy poderoso. El público que nos aplaudía nos hacía sentir muy felices. Cerca del podio había una emisión de televisión en directo. Recuerdo las hermosas sonrisas de los practicantes que sostenían la bandera de Falun Dafa frente a nosotros.
Frente a la TV que emitía en directo, los conductores eligieron tocar la canción más desafiante: "The Stars and Stripes Forever", que es una canción conocida por casi todos los estadounidenses y que despierta los sentimientos patrióticos en el corazón de la gente. Tal vez signifique mucho que el Maestro Li, el fundador de Falun Gong, nos pidiera que aprendiéramos a tocar bien esta pieza. Fue supervisado por nuestros profesores y director de orquesta. Al haber crecido en los Estados Unidos, cuando tocábamos "America the Beautiful", sentía que me conmovía el alma. "The Stars and Stripes Forever" sustituyó a la antigua pieza "America the Beautiful" y la dificultad aumentó con el paso del tiempo. Pero, cada vez que tocábamos esta canción en la calle, podía sentir el orgullo de nuestros conductores occidentales, así como del público, y yo también me sentía orgulloso.
En medio de la tensión, terminamos esta majestuosa y agotadora pieza, y aún nos esperaban seis kilómetros de marcha. Durante la marcha, avanzábamos y nos animábamos unos a otros. Cuando nos cansábamos y doblábamos una esquina, podíamos retener el pensamiento de cuánto tiempo más teníamos que caminar para llegar al final. Sin embargo, cuando oíamos los vítores del público, nos olvidábamos de nuestro duro trabajo y del cansancio y seguíamos tocando. Estábamos orgullosos de ayudar al Maestro a rectificar el Fa y salvar a todos los seres conscientes.
Tras la actuación, nos tomamos una foto grupal entre las risas de nuestros compañeros. A pesar de que nuestros trajes estaban empapados de sudor, nos sentimos muy aliviados y todos sentimos que nuestro esfuerzo había merecido la pena. Cuando mis amigos y yo fuimos a comprar sorbete, el comerciante compartió con nosotros el vídeo que había grabado de nosotros y le contamos la verdad sobre Falun Dafa y la persecución. Nos dijo: "¡Son los mejores!".
Después de regresar a la casa del practicante local para disfrutar de una deliciosa comida, empezamos a compartir con entusiasmo. Para agradecer a los practicantes locales que nos acogieron, cantamos juntos la canción de Shen Yun El camino que te da esperanza. Todos se emocionaron hasta las lágrimas.
"¿Por quién es que no nos bloquea el viento y la lluvia?
¿Por quién es que comemos en el viento y dormimos al aire libre?
Los que están parados en las calles son los Dafa dizi
Los volantes en la mano están impregnados de misericordia, compasión y trabajo duro
Sólo para salvarte del peligro
Recién al comprender la verdad, podrás ver el camino de adelante con claridad
No lo hacemos por una compensación
Solo queremos darte un camino de esperanza".
(El camino que te da esperanza, Hong Yin III)
De camino a casa, en el autobús, el practicante encargado organizó un intercambio de experiencias. Todos los miembros del grupo se acercaron a la parte delantera del autobús, tomaron el micrófono y compartieron su experiencia. Nos conmovimos, especialmente cuando practicantes que rara vez hablaban, pero que siempre aportan mucho, se acercaron al frente y compartieron. Hablamos, nos reímos y apreciamos esa experiencia única. Estamos agradecidos al Maestro por darnos estas oportunidades, y a nuestros compañeros por su dedicación y perseverancia.
La alegría de participar en los ensayos grupales
Cuando me incorporé a la Banda, practicábamos en un almacén. Los jefes de sección y los miembros veteranos de la Banda nos enseñaban desde cero a tocar el tambor y a marchar. Yo cantaba las canciones mientras practicaba la marcha con el tambor junto a la playa con los nuevos miembros del tambor.
Ahora venimos todos los domingos a ensayar a este lugar proporcionado por los compañeros. Uno puede preguntarse, ¿por qué? Después de saber tocar las canciones de Dafa, ¿por qué simplemente no participar en el desfile? ¿Merece la pena dedicarle tiempo? Para mí siempre es un placer venir al ensayo.
A pesar del cansancio de trabajar frente al ordenador durante toda la semana, y de la pereza que se experimenta en casa, todo el mundo estaba deseando tocar el tambor y aprender a cooperar con sus compañeros.
Me gusta escuchar cómo tocan las otras secciones, para poder cooperar con ellas durante la actuación. También escucho la música clásica que el director nos comparte de vez en cuando. Así podemos entender mejor las diferentes partes que tocan las otras secciones, las polifonías, dónde resaltar, poner el acento y, por último, la disposición de las dinámicas de las diferentes secciones, para que las piezas que toquemos sean más musicales, más potentes y bellas.
Entre nuestro repertorio se encuentra La Canción Sagrada compuesta por el Maestro:
"La vida humana siempre está envuelta en ilusión
Cada vez que la vida pierda su rumbo
Cantaré, suavemente, la canción en mi corazón
No te quejes
Aférrate a la bondad
La mayoría de la gente viene de los cielos
Convertirse en humano para esperar al Creador
Esa es la larga esperada esperanza de todos los seres
Esta canción me despierta
Esta canción me da fuerza
La sagrada melodía pone el cielo claro".
(La canción sagrada, Hong Yin IV)
Una vez aprendida la canción, cantábamos la letra e intentábamos entender lo que el Maestro nos decía. Durante ese tiempo, yo estaba pasando por tribulaciones de xinxing (naturaleza del corazón), por lo que el canto siempre me hacía llorar, y me sentía muy agradecido por la compasión del Maestro, que no abandonaba a los discípulos y los animaba. Esta canción habla a nuestros corazones, cuando la tocamos al mundo, estamos transmitiendo este mensaje de esperanza al mundo.
Abandonar los apegos
Cuando practico con el grupo, también puedo ver a menudo mis propios apegos, como los apegos del ego, el fanatismo y el apego de ostentar. A veces, durante la práctica o los desfiles, cuando siento que no estamos actuando bien en conjunto, o cuando veo que los compañeros tienen conflictos en el grupo, siento el apego de la queja, y me sigue molestando y enfadando, pensando en por qué los demás se comportan así.
Sin embargo, cada vez que me recuerdo, como en La canción sagrada, "No te quejes, aférrate a la bondad", de repente me siento muy ligero. Entonces, cuando escucho, me doy cuenta de que el efecto general de la música es realmente muy bueno, y los problemas de mi mente se resuelven. Se me saltan las lágrimas, porque la música es muy hermosa.
Gracias, Maestro, por hacerme comprender a soltar el ego y el apego, tal y como nos enseña: " Decimos que, si frente a un conflicto uno puede dar un paso atrás, se encontrará con un vasto mar y un cielo sin límites; está garantizado que habrá un escenario diferente" (Novena Lección, Zhuan Falun).
Siempre que estábamos en el interior para ensayar en grupo, cuando todos (no solo la percusión) se ponían de pie y marchaban en sincronía, todos se movían juntos, marchaban juntos, sostenían sus instrumentos juntos y empezaban a tocar juntos. A menudo me sentía muy conmovido. Y también, cuando miraba el Falun sobre la batuta. Siento que cuando nuestros corazones están juntos, y solo cuando somos capaces de estar juntos, de exhalar y tocar el primer ritmo juntos, sonar juntos como una sola persona, la energía es muy poderosa y conmovedora.
Asistir a clases profesionales
Durante los últimos cinco años, cada una de nuestras secciones ha asistido a clases con profesores profesionales para aprender algo de teoría musical y técnicas adecuadas para tocar. Se preguntarán por qué lo hacemos, si no pretendemos ser profesionales. Mi opinión es que los estadounidenses tienen una muy buena educación musical, ya que han crecido en bandas de música y han visto a las bandas de música tocar en los partidos de fútbol, por lo que necesitamos mejorar nuestra calidad de interpretación. Si la gente nos da el visto bueno después de vernos y oírnos tocar, entenderán la belleza de Dafa a través de nuestra conducta y nuestro nivel de logro musical.
El líder de nuestra sección solía dedicar tiempo a practicar y a averiguar los consejos que nos daba el profesor, y luego enviaba sus vídeos cortos a nuestro grupo, para compartir cómo lograr lo que el profesor nos acababa de enseñar. Nos beneficiamos mucho de eso.
Además, no encontré ningún problema en la superficie de mi forma de tocar, pero cuando el profesor se fijó en mis técnicas y me dio consejos sobre las cosas que debía ajustar, me beneficié mucho e intenté aplicar las técnicas básicas a las piezas que interpretamos. Me di cuenta de que con estos pequeños ajustes estamos mejorando. Es como nuestra cultivación, escuchamos atentamente las enseñanzas de nuestro Maestro y practicamos, eso es realmente cultivar. También deberíamos ser más serios en nuestra cultivación y cultivarnos con el corazón y el alma, hacerlo así es realmente cultivar.
Hace poco tuvimos un nuevo profesor que es estudiante de posgrado en la escuela de música, y nos señaló muchas áreas en las que podíamos mejorar. Una vez me preguntó: ¿estuviste en la línea de los tambores de la escuela en el instituto? Me sorprendió porque la línea de los tambores del instituto era muy avanzada técnicamente. Me di cuenta de que todos nuestros profesores anteriores eran muy buenos y atentos.
Escribían ejercicios de calentamiento específicamente para nosotros, y nos enseñaban lo básico (notas, corcheas y semicorcheas, acentos, piano, crescendos, decrescendos, redobles de doble golpe, etc.), que son las cosas que antes no podíamos hacer, pero que las bandas del instituto utilizaban como ejercicios de calentamiento. Si practicamos bien estos fundamentos, nuestras piezas de marcha serán muy fáciles de tocar y las nuevas canciones se aprenderán con relativa facilidad. Lo que cada profesor enseña, como qué músculos hay que ejercitar y cuánta fuerza hay que utilizar para cada una de las distintas técnicas. La muñeca, los dedos y los brazos son importantes. Me recuerda al reciente vídeo de Shen Yun en el que los bailarines dicen que, cuando practican las técnicas de volteo, sienten la fuerza sutil de cada músculo. Intentan descubrirlo, es parte del proceso de cultivación.
Nuestro nuevo profesor también nos recuerda constantemente que nos relajemos, que toquemos más despacio y más bajo, con técnicas relajadas, y que luego aceleremos y añadamos dificultad cuando nos acostumbremos, pero que sigamos estando relajados. Cuando las manos y los brazos están tensos se crea un problema. Sentir la música también puede ayudar a relajarse; cuando te conviertes en parte de la música, no experimentas tensión cuando tocas. El profesor también señalo que, si todos tocan más bajo, y pueden tocar al unísono, el volumen y la energía serán muy altos.
Hace poco vi un vídeo de vocalistas de Shen Yun que también hablaban de lo mismo. Tocar las notas más redondas sin mucho esfuerzo es el nivel más alto.
Durante los ensayos, una parte del "Retorno Triunfal" es una polifonía de trombones y trompas. A menudo siento que mis compañeros tocan tan bien que se me saltan las lágrimas. He pensado que los tambores son el acompañamiento, y podemos tocar más ligero, resaltando el personaje principal. Si nos escuchamos y cooperamos entre nosotros, la actuación será brillante. Mis compañeros de los tambores decían que practicar 300 veces funcionaría. Creo que sí, si sigues las instrucciones del profesor y practicas con diligencia, te acercarás cada vez más al nivel perfecto.
Ayudar a los demás es también un proceso de cultivación y de mejorar uno mismo
Un practicante me pidió que fuera el jefe de la sección asociada. Puede ser que dé mi opinión sobre muchas cosas, pero algunos coordinadores de proyectos dijeron una vez que, si das tu opinión, eres responsable de encontrar una solución. Entonces pensé en cómo podemos mejorar nuestra sección en conjunto y comunicarlo a nuestro jefe de sección.
Muchos compañeros saben que soy muy directo y que a menudo ofendo a otros compañeros quejándome y hablando en un tono poco apropiado. Me disculpo sinceramente por ello. Soy bastante subjetivo, a veces pienso que soy bueno, o que tengo razón, y quiero imponerlo a los demás.
Cuando era estudiante, trabajaba como asistente en un laboratorio de clases de informática. El estudiante de doctorado que estaba a cargo en ese momento nos compartió que, al ayudar a un estudiante en una clase de laboratorio, si él estaba sentado y te ponías en cuclillas a su lado para enseñarle, el estudiante no se sentía presionado y era más receptivo porque tu posición física era más baja que la suya. Entonces pensé que también debía bajar mi ego en la Banda, tolerar a los demás y animar a los practicantes. Todavía estoy trabajando en ello.
El Maestro dijo:
"Algunos de nuestros asistentes son maleducados con nuevos estudiantes. Esto es absolutamente inaceptable en nuestro Dafa. Piensen acerca de ello, cualquiera que aprenda este Fa es mi discípulo. Tú eres mi discípulo y él lo es también, ¿entonces por qué son tan maleducados con ellos? Practicamos la bondad, tratando a otros con compasión y benevolencia. A menudo he dicho: cuando una persona habla con otra, si él señala las faltas de la otra persona o le dice algo sin añadir ningún concepto personal, la otra persona se conmoverá hasta las lágrimas. Cuando no tienen ningún interés personal, no buscan ninguna ganancia personal, ni siguiera quieren protegerse a sí mismos, realmente tienen buenas intenciones y están pensando en la otra persona, entonces no importa quién sea, esa persona realmente verá tu corazón. Pero muchas personas no hacen su trabajo de esta forma y recurren a órdenes autoritarias, ¡lo que es inaceptable! Eso no es parte de nuestro Fa" (Exponiendo el Fa en el Fahui de Singapur).
Cada vez que leo esa parte, pienso que podría hacerlo mejor, en casa y fuera de ella. ¿Por qué ordenar siempre a los demás en lugar de tratar a los demás con amabilidad? Debería pensar en cómo hablar con amabilidad. No herir siempre a la gente y lamentarse después. Actuar con buenas intenciones sinceramente desde mi corazón conmoverá a los demás y también me conmoverá.
Durante un tiempo, tuve una sesión semanal de práctica individual con un compañero, y fue muy gratificante. A menudo no tenía tiempo para practicar durante la semana, por lo que al final de la misma no conseguía mostrar progresos al profesor y a nuestro grupo. Pero cuando hacía un plan para practicar con un compañero, dedicaba todo el tiempo de práctica de esa semana. En apariencia, estaba ayudando a mis compañeros practicantes, pero en realidad, mis compañeros, que han sido muy diligentes en la cultivación, me estaban ayudando a mí. Estoy agradecido de que mis compañeros me toleren, me traten con amabilidad y acepten mis opiniones. También trato de comunicarme con amabilidad. Cuando nuestros ritmos eran desordenados y malos, nuestros profesores siempre decían amablemente: "En realidad, estuvimos juntos durante el último ritmo". Y solo comparto con mis compañeros lo que he aprendido de los profesores. Seguimos animándonos y mejorando juntos.
A pesar de mis responsabilidades, a veces mis ritmos no eran correctos, cometía errores y mi velocidad era inconsistente. En una ocasión, una compañera compartió que se sentía sólida cuando estaba con tal o cual practicante en el desfile porque no cometía errores. Creo que mantener un bajo índice de errores es lo correcto, y espero ser un miembro del equipo en el que los compañeros puedan confiar.
Lo siguiente es el poema Banda Marchante Tian Guo de Hong Yin IV para animar a los compañeros practicantes:
"Tambores del Fa, trompetas del Fa despliegan gran poder celestial
Eliminando lo perverso y malvado, llaman a la gente de regreso
Salvando a la gente en el fin de los tiempos, estremeciendo Cielo y Tierra. El Fa rectifica el firmamento, irradiando luz brillante" (Banda Marchante Tian Guo, Hong Yin IV).
(Presentado en la Conferencia de Intercambio de Experiencias de Cultivación de la Banda Marchante Tian Guo del Oeste de Estados Unidos)
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